Tardamos aproximadamente una hora y media en llegar a Toulouse desde Mirepoix cubriendo los más de 90 kilómetros que separan ambas ciudades por una carretera que pasa por increíbles campos de girasoles. Nos instalamos en el hotel, dejamos las maletas y salimos a cenar cerca de la plaza más importante, la Plaza del Capitolio. Nos sorprendió mucho el entorno, pues había muchos visitantes y un ambiente festivo, además de sorprendernos gratamente la grandiosidad de la plaza, que veríamos con más detalle al día siguiente. Dimos un paseo por las calles aledañas y nos fuimos a descansar.
Breve descripción de Toulouse
Toulouse,en español Tolosa, es la cuarta ciudad más grande de Francia, capital de la región de Occitania, de la provincia de Languedoc y es una de las ciudades renacentistas mejor conservadas del país. Debido a la escasez de roca en los alrededores, la mayoría de edificios están construidos en ladrillo de terracota de color rojo-rosado por lo que también se la denomina como "La Ville Rose" (La ciudad rosa). Deambular por Toulouse es bastante fácil, siendo el punto de inicio para cualquier visita la Plaza del Capitolio, repleta de arte e historia. Conocida hasta hace poco como una ciudad de escala, sobre todo para viajes de negocios, Toulouse va adquiriendo notoriedad turística y recuperando la importancia cultural que tanto se merece, pues entre otras cosas, dispone de dos Patrimonios de la Humanidad. Toulouse y cuenta además con 181 edificios y más de 500 objetos protegidos bajo el sello de Monumentos Históricos de Francia y el Gobierno francés la clasificó como Ciudad del Arte y la Historia. Motivos más que suficientes como para considerarla como un destino turístico de primer orden.
Un poco de historia
Excavaciones arqueológicas han dado cuenta que sus principales pobladores fueron los aquitanos. Luego llegaron los íberos y más tarde otros pobladores, como las tribus celtas galicas que provenían de Bélgica e incluso los Volcas tectósages que fueron las primeras personas indo europeas de la región, aunque exterminadas en poco tiempo por las tropas de Julio Cesar.
Siglos después el cristianismo se instaló en Toulouse bajo la fuerte influencia del primer obispo de la ciudad, Saint Sernin. Con las minas de oro y plata en las cercanías, Toulouse fue durante muchos siglos una de las ciudades más ricas del mundo y El rey visigodo Ataúlfo capturó esta ciudad prestigiosa y adinerada eligiéndola como su capital, poniendo fin a la dominación romana. Ha sido testigo de la invasión de los francos, merovingios, árabes e incluso de Carlomagno.
Toulouse fue el centro de todas las rutas de los cátaros, cuyas murallas resistieron grandes asedios ante los cruzados de Albí y también fueron descubiertos y ejecutados en la ciudad desde el siglo XI. Formó parte integral de la administración de la iglesia temprana y de las cruzadas, así como parte interviniente fundamental en la Revolución Francesa. Hoy en día, la ciudad es un centro de la industria aeroespacial europea y la sede de una de las universidades más antiguas de Europa.
Qué ver y visitar en Toulouse
En este mapa están señalados los lugares más emblemáticos de la ciudad y la forma que tuvimos de recorrerlos. En adelante relacionaremos una por una las visitas que realizamos.
Plaza del Capitolio
Toulouse tiene mucho que ver, de hecho, hay muchas formas de empezar una visita pero tiene lógica como dijimos antes hacerlo por la Plaza del Capitolio. Es la gran explanada y el corazón de la ciudad. Se dice que el obispo de Toulouse, Saint Sernin (San Saturnino) fue martirizado aquí en 257 d.C. El día a día late al pasar por este lugar y las jornadas especiales de celebración de festivos, también. La plaza en sí es una visita en sí misma. Hay cafés, terrazas, puesto ambulantes… Pero lo que más sorprende son los edificios "rosas" que rodean la plaza. Justo detrás de la plaza, destaca la torre "Donjon du Capitole", que actualmente alberga la oficina de turismo de la ciudad.
El Capitolio
Es el edificio más conocido de la ciudad, sede del ayuntamiento, de un teatro y de salones de gala que reciben a las personas célebres que llegan a la ciudad. El extenso edificio neoclásico con sus ocho columnas que representan los ocho Capitouls (alguaciles) originales es impresionante en sí mismo. Aunque la estructura se modernizó durante el siglo XX, el edificio original se erigió en 1190 y hasta el día de hoy todavía se pueden descubrir partes del edificio que aún se remontan al siglo XVI. Hoy en día, el Capitolio alberga muchas obras de arte renacentista. Una gran escalera de mármol llena de frescos renacentistas lleva a pintorescas galerías de arte que representan a Toulouse en todo su vasto e histórico pasado.
El Capitolio ha sido la sede del gobierno municipal desde el siglo XII, pero también es utilizado como un lugar para bodas civiles porque los "Toulousains" se casan aquí de manera gratuita. También alberga compañías de teatro y ópera. Sus salas abiertas al público son espectaculares :
- La Sala Henri Martin es un espacio dedicado al famoso artista de Toulouse. Con bellas imágenes que capturan las cuatro estaciones y escenas costumbristas que son una verdadera representación de la historia de la ciudad.
- La Sala Gervais, llena de pinturas de otro gran pintor de Toulouse, Jean Louis Paul Gervais con pinturas dedicadas al amor y al romance.
- La Sala de los Ilustres, épica estancia realmente espectacular con pinturas y esculturas de artistas, científicos y miembros del gobierno de Toulouse. Es en esta sala donde se celebran las bodas. También dispone de un balcón donde los mandatarios se dirigen a sus vecinos.
Y desde la Plaza del Capitolio nos dirigimos a conocer una de las tres iglesias emblemáticas de Toulouse y que sin duda hay que visitar.
El convento de los Jacobinos
Verdaderamente original, es una obra maestra gótica, aunque completamente diferente a cualquier otra iglesia construida en este período. La primera iglesia fue construida completamente de ladrillo rosa y solo a la mitad de la altura actual que vemos hoy. Su origen se inicia en 1230 gracias al futuro Santo Domingo que lo concibió como un lugar para predicar el catolicismo romano. Uno de los acontecimientos más importantes para el levantamiento de esta iglesia y la razón de su diseño fue el catarismo al que le parecía que la iglesia era demasiado rica, por lo que Domingo de Guzmán decidió construir una iglesia pequeña únicamente de ladrillo, con muy poca decoración en su interior y con techos de madera. De esta manera, se colocaban en la misma línea de pobreza y austeridad que defendían los cátaros. Además los cátaros no creían que Cristo hubiese sido crucificado para limpiar los pecados del ser humano, que estaría representado en las iglesias con una base de cruz latina, y en esta iglesia nos encontramos con una iglesia alargada que no tiene ese diseño de cruz. Pero esta construcción resguarda en su interior una magnífica muestra de la arquitectura del Languedoc. A medida que la congregación creció durante el siglo siguiente, la iglesia se expandió y se construyó el techo abovedado con columnas de gran tamaño que soporta las costillas del techo abovedado y que se conocen como las "Palmeras de los jacobinos".
La estructura del edificio se organiza alrededor de un gran claustro y en torno al él se encuentran la sala capitular, la sacristía, la capilla de San Antonin en la que destacan unas bellísimas pinturas murales del siglo XIV y el gran refectorio. Con la revolución francesa el convento fue clausurado y en la época de Napoleón fue un edificio usado por el ejército. En la actualidad es propiedad del Ayuntamiento y por lo tanto edificio civil, pero aún se da una sola misa al año, el día de Santo Tomás de Aquino cuyos restos reposan en un relicario de piedra en esta antigua Iglesia. Ya era hora de comer, salimos del recinto y nos fuimos a un lugar emblemático de la ciudad, no sin antes deleitarnos con "La vie en rose" que nos facilitaban las fachadas rosadas de las calles que íbamos cruzando.
Mercado de Victor Hugo
Es uno de los mercados más populares de la ciudad con más de 80 puestos que ofrecen una selección ilimitada de productos frescos y regionales. Pescaderías, carnicerías, charcuterías, casquerías, así como horticultores, panaderos y pasteleros e incluso queseros y como no, puestos de encurtidos y especias, pero la originalidad del lugar reside en los restaurantes instalados en el primer piso del mercado, que utilizan los productos locales vendidos en el mercado.
No hay visitante de Toulouse que deje de ir a aunque sea solo a conocerlo. Nosotros si comimos y cuando acabamos la azotea del edifico nos ofreció unas vistas espléndidas de la ciudad.
Cuando salimos, giramos a nuestra izquierda en dirección a la Catedral observando el bullicio de las calles y escuchando la preciosa música callejera del acordeón ¿Adivináis cual tocaba? Efectivamente... "La Vie en Rose".
Catedral de Saint-Etienne
La Catedral de San Esteban de Toulouse es uno de los monumentos más famosos de la ciudad y también es del todo original. Una de las partes de la catedral es de estilo románico, mientras que otra parte es de estilo gótico. Esta es una de las características más destacables de este monumento.
La parte románica estaba destinada a ser derribada y la nueva catedral gótica construida sobre la anterior, pero los fondos simplemente se acabaron, y hoy las dos catedrales se encuentran en una mezcla de estilos arquitectónicos uno al lado del otro. Otro de sus atractivos es que todavía conserva los vitrales originales, autenticas obras de arte, algunos de los cuales son del siglo XIV.
Después de visitar la Catedral, nos dirigimos a la joya de la ciudad, otra iglesia histórica de Toulouse, pero no lo hicimos en línea recta, sino "perdiéndonos por sus estrechas y encantadoras calles que invitan a detenerse para observar el entorno con más detenimiento.
La Basílica de Saint Sernin (San Saturnino de Tolosa)
Forma parte de los bienes inscritos en el Caminos de Santiago en Francia y por tanto Patrimonio de la Humanidad desde 1998.
Comenzada en el siglo XI para servir a los peregrinos en su camino a Santiago de Compostela y por lo tanto, una parada importante en la ruta de peregrinación. Saint-Sernin es la iglesia de estilo románico más grande de Europa y se cree que es la más grande del mundo. La enorme iglesia tiene 115 metros de largo, 64 metros de ancho y 21 metros de alto.
La iglesia lleva el nombre del primer obispo de Toulouse, Saturninus que fue martirizado por negarse a rendir homenaje a los dioses. Fue atado a un toro y arrastrado desde los escalones por la calle en una muerte sangrienta y violenta que sucedió al parecer, como dijimos anteriormente en lo que es hoy la Plaza del Capitolio. Fue enterrado, y en el siglo V sus restos fueron trasladados al sitio actual de la Basílica de Saint Sernin.
Su campanario, de sesenta y cuatro metros de altura y de forma octogonal, también es impresionante a nivel arquitectónico. El edificio tardó casi tres siglos en levantarse desde el siglo XI al siglo XIV. Tiene una bóveda de medio cañón que descansa sobre capiteles finamente esculpidos que nos lleva hasta el altar mayor con un baldaquín de madera dorada y mármol. En la nave transversal, que está ricamente decorada, se pueden apreciar bellos frescos medievales.
Iba cayendo la tarde y nos faltaba todavía ir cerca del río Garona. En el paseo hacia allí, donde queríamos tomar un barco, encontramos en el camino varias casas de estilo Art Decó.
Pont Neuf (Puente Nuevo)
Del todo irónico, ya que el Pont Neuf (el Puente Nuevo) es en realidad el puente más antiguo de Toulouse. Fue construido entre el siglo XVI y XVII durando la obra casi cien años. Se diseñó a propósito con siete arcos no simétricos para ayudar a la ciudad a resistir los asaltos y las crecidas del río y parece que fue bastante efectivo para hacerlo.
El Dôme de la Grave
En español sería algo así como "La Capilla de la Grava", es el monumento más fotografiado de Toulouse, pero no está abierto al público. Se encuentra en la margen izquierda del río Garona. Se construyó en el siglo XVIII en un banco de grava depositado por el Garona, de ahí su nombre. Formó parte del Hospital de la Grave, construido a finales del siglo XII para alojar a los enfermos de la peste. Fue consagrada a San José, patrón de los carpinteros Actualmente está cerrada para hacer una restauración completa con el fin de convertirla en una futura sala de exposiciones.
Las fotos anteriores están tomadas desde el barco que nos llevaría a recorrer el segundo Patrimonio Mundial de la Humanidad que tiene Toulouse desde 1996.
El Canal de Midi
El Canal del Mediodía de Toulouse es una atracción turística de gran importancia. Esto se debe a que es el canal más antiguo de toda Europa que todavía está en funcionamiento hoy en día. Este canal es navegable y une el río Garona, con la albufera de Thau, situada en Sète que a su vez, está conectada con el mar Mediterráneo. Los orígenes del Canal del Mediodía se remontan muchos siglos atrás hasta la época romana, se intentaba encontrar una manera de unir las dos costas del país de Francia: el océano Atlántico con el mar Mediterráneo, para facilitar el comercio y el transporte de mercancías.
Finalmente, fue el rey Luis XIV, en el siglo XVII, quien puso en marcha la construcción del Canal del Mediodía. Se realizó entre los años 1667 y 1680 y más de doce mil trabajadores tomaron parte en la construcción de este proyecto. La ruta completa del Canal de Midi, inscrito como Patrimonio de la Humanidad en 1996, comprende los 241 kilómetros que separa Toulouse de Sète.
El canal fue una vía primordial para transportar mercancías hasta la llegada del tren en el siglo XIX. Hoy en día, se ha convertido en una atracción donde los visitantes del Sur de Francia van a dar un tranquilo paseo y observar la colosal obra de ingeniería al pasar por sus compuertas. Los paisajes que se encuentran a ambos lados del canal son espectaculares y tiene cerca de 42.000 plátanos que flanquean el canal fueron plantados en 1860 para dar consistencia a las riberas. El paso del canal combinan naturaleza con bonitos pueblos de carácter tradicional, entre ellos Carcassonne que veríamos más adelante de nuestro viaje.
Podéis leer toda la ruta de nuestro viaje en "Ruta en coche de 12 días por el País Cátaro: España, Andorra y Francia"