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Turisteando el mundo

Foto del escritorPilar

Senegal y Gambia, ruta de nueve días.


Senegal
Puerto del pueblo de Missirah, en el Delta Sine-Saloum

Senegal y Gambia en una ruta de nueve días por la antigua Senegambia, era el título del viaje que he realizado el mes de abril de 2023 y digo título porque en Gambia sólo estaba en él y en mi pasaporte con cuatro sellos, dos de entrada y dos de salida, pero esto os lo contaré en la descripción de la ruta. El viaje fue en grupo, relativamente bien organizado que cumplió el objetivo de hacerme una idea de este país situado en el continente africano, entre el Sáhara y la gran selva tropical, donde viven unos 12 millones de personas, casi un cuarto de ellas en Dakar, país donde conviven culturas y varias religiones y una veintena de etnias, cada una con su propia lengua y tradición; la lengua oficial es el francés y entre las lenguas locales la más hablada es el wolof.


Senegal se independizó de Francia en 1960 y Gambia de los ingleses en 1965, de ahí dos países que en realidad no existe casi ninguna diferencia entre ellos excepto de quien fueron colonias.


Algunos Datos Prácticos


Estamos en un mundo tan cambiante en estos momentos que plantearse viajar es todo un reto, ya sea libre o en grupo porque hay que encajar muchas piezas, como visados, pases de salud, certificados de vacunación y seguro de viaje. Estos requisitos que os cuento estaban en vigor en abril de 2023, el momento en el que hice el viaje, pero es importante ratificar todos ellos antes de viajar.

ANTES DE VIAJAR


Visado: si eres español y no estás en el país más noventa días no es necesario el visado desde 2015. En Gambia necesitamos un visado de tránsito que lo gestionó la agencia senegalesa.


Protocolo Covid para viajar: No nos pidieron nada para entrar o salir, aunque era obligatorio estar vacunado con dos dosis.


Seguro médico: No es obligatorio llevar un seguro médico paro sí conveniente. La sanidad en Senegal es escasa y cara.


Vacunas: Ninguna obligatoria, pero todas las habituales recomendables. La de la fiebre amarilla no es necesaria, excepto si entras en Senegal desde algún país que sea endémica, incluidas escalas en aeropuertos.


Vuelos: Los vuelos los hicimos directos con Iberia y aunque tienen un horario pésimo, fueron cómodos y con una duración de unas cuatro horas y media.


Temperatura: Calor, mucho calor en abril, en el sur superó muchos días los 40 grados. Las previsiones de temperatura que habíamos leído eran entre los 24-28 grados de media, alejadas totalmente de la realidad. Los mejores meses para viajar a este país es en la estación seca, de noviembre a junio.



SI YA ESTAMOS en Senegal hay algunos datos que también es necesario conocer para que el viaje llegue a buen término y no tener problemas.


Moneda: La moneda es el franco de África Occidental (FCFA), válida en Senegal y además en Malí, Níger, Costa de Marfil, Burkina Faso, Guinea-Bisáu, Benín y Togo. En el momento de mi viaje 1 euro eran unos 656 francos (FCFA). El cambio lo hicimos en el aeropuerto de Dakar, que habíamos leído era bastante bueno.


Tarjetas de Crédito: Son admitidas pero en muy pocos lugares, cobran comisiones por cada pago, siendo lo mejor pagar en efectivo.


Diferencia Horaria: una hora menos en invierno y dos en verano.


Voltaje y clavijas: voltajes de 220 y clavijas como en España, no es necesario llevar adaptador.


Internet: No compré ninguna tarjeta ni en España ni en Senegal, solo tuvimos wifi en los hoteles y en algunos restaurantes, que funcionaba bastante muy lento.


Ruta y Hoteles


La Ruta y hoteles en este viaje de 9 días quedó como sigue, sencillamente un breve pero intenso viaje a Senegal, nos quedó por conocer en el norte la zona de San Luis y el este donde se encuentra, entre otros, del país Bassari; para completar esta zona hubiéramos necesitado al menos unos 15 días de viaje. Empezamos con lo que sí vimos y como en casi todos los viajes el primer y el último día estuvo ocupado por los vuelos.


Día 2 abril: De Madrid a Dakar


Vuelo desde Madrid hasta Dakar, salíamos muy puntual a las 18 horas y tras cuatro horas y media llegábamos a Senegal a las 20,30 hora local (en verano dos horas menos que en España). Los trámites de pasaporte fueron bastante rápidos y la salida de maletas de maletas también. Ya en el exterior una marabunta de guías y conductores esperando gente y tardamos bastante rato en encontrar a nuestro guía, en su cartel no llevaba el nombre de la agencia receptora en Senegal que era Cap Tours. Casi una hora tardamos del aeropuerto al centro de la ciudad, nuestro hotel era el Casa Mara, un pequeño hotel decorado al estilo andalusí, con habitaciones y camas muy cómodas, buen desayuno en el patio y un restaurante en una terraza en el último piso en el que pasaríamos dos noches. Primera prueba superada en este viaje a Senegal.

Día 3 abril: Dakar, Isla de Gorea (Unesco), Dakar


Nuestro primer desayuno en Dakar estuvo bastante bien y rápidamente comenzarían las vistas a la capital del país. Nuestra primera parada fue La estatua del Renacimiento Africano, considerada la más alta del continente y construida en el 2010 no ausente de polémicas por el coste que supuso; para llegar a ella más de 200 escaleras que yo no subo porque el día había amanecido lleno de bruma y no se veía nada de las vistas espectaculares de la ciudad desde allí. Al día siguiente volvimos ya en un día claro.

Muy cerca se encuentra la cornisa presidida por la Mezquita de la Divinidad junto al mar Atlántico y los acantilados que la rodean generan una plasticidad única. Fue construida en 1997 y sus dos minaretes altísimos la hacen muy interesante. No pudimos ver su interior, no sé si porque no es posible visitarla o por ser Ramadán.

Seguimos al verdadero centro de la ciudad, el barrio de Plateau, donde conocimos La Catedral de Nuestra Señora de las Victorias o sencillamente Catedral de Dakar, es católica y se empezó a construir en los primeros años del siglo XX y consagrada en 1936, tiene unas líneas muy contundentes y el interior es bonito. Se encuentra en la calle de la República que estaba muy engalanada con banderas del país con motivo de la celebración el 4 de abril de la independencia del país.

La plaza de la Independencia, es el epicentro de la ciudad con varias muestras de edificios coloniales como la Cámara de Comercio, el Palacio Presidencial, el Ayuntamiento y algún ministerio; el centro de ella está presidida por una fuente con la bandera senegalesa.

De camino al puerto de la ciudad, visitamos el Mercado de Kermel ubicado en un edificio del siglo XIX que fue restaurado en 1997, es fundamentalmente de alimentos y donde compra la gente local; es bonito pero el olor en la zona de carnes y pescados a mí me resultó insoportable.

Y desde aquí al puerto para tomar el ferry a la isla de Goree o Gorea en español, llegaba el momento más esperado del día, para conocer esta isla cargada de historia y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1978. Todo el recorrido por sus calles y la visita del Museo de los Esclavos, entre otros os lo contaré en Un paseo por la bella isla de Gorea (Unesco).

Senegal
Isla de Gorea desde el ferry

Día 4 abril: Dakar - Lago Rosa (L.I. Unesco)– Toubacouta en el delta Sine-Saloum (Unesco).

Dejábamos Dakar para poner rumbo norte hacia el mundialmente conocido Lago Rosa ya que durante décadas fue la etapa final del Rally París- Dakar. La visita al lago y la ruta en todo terreno por las dunas que lo circundan os lo cuento en El Lago Rosa que no es rosa y que además está incluido en la Lista Indicativa del Patrimonio de la Humanidad desde el año 2005.

Senegal
Lago Rosa, lugar de finalización del rally

A las 12,30 horas ponemos rumbo al sur, hasta el pueblo de Toubacouta, también lo escriben con "k", en pleno Parque Nacional del Delta del Sine-Saloum, un lugar doblemente protegido ya que es Patrimonio de la Humanidad Cultural por la Unesco desde el año 2011 y Reserva de la Biosfera, también por la Unesco desde el año 1980. Pero es una historia para el día siguiente porque teníamos por delante 232 kilómetros y cuatro horas y media, según los mapas de google, pero que fueron casi el doble y es que amigos estábamos en África.


A las dos de la tarde el hambre hacía mella en nosotros y paramos en el pueblo de Saly a comer; lo hicimos en un restaurante local llamado Chez Joe y comimos nuestro primer Ceebu Jën o Thieboudienne, el plato nacional por excelencia del país, a base de arroz, pescado y verduras. La Unesco lo declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2021 como el arte culinario de Senegal. Os lo contaré en Ceebu Jën, el arte culinario senegalés, al igual que hace unos años con el Palov, arroz con cordero en Uzbequistán o con el pan Lavash en Armenia, ambos Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Aquí bebimos nuestro primer zumo de Baobab.

Llegábamos a Toubacouta unas cuatro horas después de la comida, a nuestro Hotel Keur Saloun, en pleno delta donde pasaríamos dos noches. Un hotel con cabañas tradiciones en medio de un jardín tropical muy bien cuidado, con piscina y el restaurante al aire libre con vistas al río; también tenía un embarcadero con unas vistas preciosas donde vimos un magnífico atardecer y tras la cena una magnífica noche de luna llena. Era momento de descansar para visitar este lugar al día siguiente.


Día 5 abril: Toubacouta, pueblo de Missirah, isla de las Conchas, Isla de los Pájaros, Toubakouta.


Hoy tocaba conocer esta maravilla de Senegal que era el Delta del Sine-Saloum, doblemente protegido por la Unesco, como Reserva de la Biosfera y como Patrimonio Cultural. Primero y tras casi hora y media de navegación por el río en piraguas tradicionales, transporte por excelencia aquí, el pueblo de Missirah, habitado por la Etnia Serere conocida por su afabilidad, se dedican a la pesca y a la agricultura. De regreso a nuestro hotel, un merecido baño en la piscina para desechar en calor que habíamos tenido a la vuelta, comida y una pequeñísima siesta con el aire acondicionado de la habitación y a las cinco de nuevo al embarcadero para en piragua seguir con las visitas.

Senegal
Puerto del Pueblo Missirah

Empezaremos por la visita a la Isla de Conchas, construida por el hombre con acumulación de conchas de más de veinte metros de altura en la que se han encontrado enterramientos en la pequeña colina sobre la cual han crecido baobabs y pudimos dar la vuelta a la isla caminando porque la marea estaba baja. Volvimos a subir a la Piragua y seguimos hasta la conocida Isla de los Pájaros donde llegan centenas de aves al atardecer para pasar allí la noche, el espectáculo fue increíble. Todo es te día lo podréis leer en detalle en Qué ver en el Delta del Sine-Saloum en un día ( Unesco).


Día 6 abril: Toubacouta, cruce de Gambia, Cap Skirring en la región de Casamance.


Salimos de Toubacouta a las 8,30 horas en dirección al sur, lo que se preveía como un día interesante se convirtió, al menos para mí, en una pesadilla de horas y cientos de kilómetros de carreteras en obras. La ruta más corta pasaba por la capital de Gambia y era necesario atravesar el río Gambia en un ferry, esto eran 269 kilómetros y unas seis horas y media de trayecto, ruta que descartaron, según nos dijo el guía, porque la espera para el ferry era larga. Otra opción era pasar a Gambia por la frontera de Karang, seguir la carretera paralela a la frontera para atravesar el puente de la carretera Transganbiana para seguir hasta Cap Skirring , esta opción eran 371 kilómetros y siete horas. Pero finalmente nuestra ruta fue la más larga porque subimos primero hacia el norte otra vez, para bajar al sur hasta el paso fronterizo de Keur Ayip en Senegal, atravesar Gambia por la carretera Transgambiana hasta en puesto fronterizo de Senoba y segur hasta destino, a Cap Skirring ya pegadito a la frontera con Guinea Bissau, más de 400 kilómetros y diez horas para llegar a destino. Más dos horas en una parada para comer, después de seis horas de camino, porque ya me puse sería con el guía porque tampoco habíamos tenido oportunidad de ir a un baño. mala, malísima organización de día y el guía en otro mundo con su ayuno con más de 40 grados de temperatura.

Poblado de Gambia

Lo único interesante del día fue ver la transformación del paisaje Sahariano con sus baobabs se vuelve más verde al llegar a Gambia y en un vergel tropical en la región de Casamance, atravesar un pedacito de Gambia en el que no hicimos ni una sola parada y llegar después de las 20,30 horas a nuestro Hotel Maya, en Cap Skirring donde pasaríamos las dos noches siguientes, junto al Océano Atlántico que veríamos ya de noche pero que sí disfrutaríamos al día siguiente. Aquí los mosquitos fueron una pesadilla y no había forma de evitar las picaduras, el calor superando a medio día los 42 grados con humedad tampoco fue muy favorable.


Día 7 abril: Cap Skirring, Aldeas animistas de Djembering y Boucotte, Museo Diola, Cap Skirring.


Por suerte hoy era un día muy relajado de carretera, pero muy intenso en visitas. Conoceríamos algunas de las aldeas características de la región de Casamance con viviendas de paja y barro, árboles sagrados y la etnia animista Diola que vive entre los ríos Gambia y Casamance en Senegal, Gambia y Guinea Bissau. Su aislamiento en la zona por el río Gambia favoreció que mantengan sus diferencias étnicas tan auténticas, también su lengua pues no hablan wolof y muy pocos el francés y aún practican mayormente sus tradiciones animistas, a diferencia del resto de población musulmana en Senegal.


Empezamos por la población de Djembering, presidida por una acacia centenaria en su gran plaza donde las mujeres vendían sus productos cada mañana, recorrimos la aldea con sus casas tradicionales y niños correteando por sus calles. Algunos locales, en ese momento de la mañana vacíos, con unos hermosos graffitis. Visitamos su centro de salud del que se sienten muy orgullosos creado con ayuda internacional.

Senegal
Pueblo animista de Djembering

La siguiente parada es el Museo Diola Sanwagatt, un pequeño museo en medio del bosque, donde un diola nos habló muy fervientemente de su etnia, su estructura social perfecta y muy justa, según él, y de sus creencias religiosas. Viven en clanes a los que mantienen una lealtad y enorme defensa contra los invasores portugueses y franceses, mostrando su orgullosa historia a través de las tradiciones orales, canciones y danzas; ellos se llaman así mismos Ba Aiuki, que traducido sería “los dueños del paraíso”, ya que viven en medio de unos parajes naturales frondosos y vírgenes. Creen en un Dios del Universo con el que se comunican a través de los fetiches impregnados de las almas de sus antepasados, ya que consideran a los humanos demasiado insignificantes para dirigirse a Dios y por eso necesitan a los espíritus de la tribu como intermediarios; para ello utilizan ancestrales ritos de iniciación.

Con el calor apretando ya volvemos a Cap Skirring para comer en el restaurante Lena y después conocer su mercado, con dos centros de artesanía muy interesantes. La gente es muy amable y en absoluto atosigan al turista, tan solo te muestran su mejor sonrisa invitándote a conocer su tienda. Aquí sin duda conocimos la legendaria teranga, tierra de la hospitalidad.


La última parada del día fue en la aldea animista de Boucotte con sus casas de adobe, tejados de paja y sus cercas para proteger las viviendas y sus animales. Con ganas volvimos al hotel y a su piscina para refrescarnos de un día infernal de calor húmedo, que superó los 42 grados. También pudimos disfrutar de un paseo por su inmensa playa y ver el atardecer, sin duda un día fantástico.

Senegal
Playa de Cap Skirring

8 abril: Cap Skirring - Isla de Eloubaline – Ziguinchor.


Dejábamos Cap Skirring para comenzar nuestro ascenso hacia el noreste, el final del día sería en la ciudad de Ziguinchor donde pasaríamos la noche en el Hotel Kadiandoumagne, junto al río Casamance; uno de los más bonitos de todo el viaje. Ziguinchor y su comarca fue famosa por su resistencia al colonialismo de Dakar y surgió un fuere movimiento independentista del que hoy tan solo queda el recuerdo.


Pero antes de llegar a esta ciudad paramos en el pueblo de Ediouhguou para coger una piragua tradicional y dirigirnos a la Isla de Eloubaline, en la que viven unas 600 personas que han mantenido sus tradiciones ancestrales de construcción de casas de abobe y sus impluvium, tejados en forma de embudo que da luz a la casa y les permiten recoger el agua de lluvia. La experiencia que vivimos aquí y sus cabañas de impluvium, que se encuentran en la Lista Indicativa de la Unesco desde el año 2005, lo contaré en Isla de Eloubaline con sus cabañas impluvium.


Día 9 abril: Ziguinchor - Gambia – Kaolack.


Salíamos de Zinguichor a las 8,30 horas hacia la frontera de Gambia y Senegal, en el puesto de Senoba, para seguir hacia el norte. Hicimos una parada en el Mercado del pueblo de Bounkiling que se celebra en domingo y es uno de los más grandes de la zona, había muchísima gente y fue de los más auténticos que vimos en todo el viaje.

Pasados los controles de Gambia, por fin el guía hizo una parada en el pueblo de Mansakonko en el distrito de Misera. Un paseo de menos de un kilómetro y unos 40 kilómetros fue toda la experiencia en este país, más cuatro sellos en el pasaporte y ya está. Puedo decir que he pisado Gambia, aunque no que conozco este país. La sensación en las dos veces que lo atravesamos es que tiene un nivel de vida más bajo que su vecino Senegal, la suciedad y plásticos lo invade todo, que aquí las mujeres siguen con sus vestidos multicolores pero llevan la cabeza cubierta con un velo, las matrículas de los coches son amarillas y que debe ser uno de los pocos países colonizados por los ingleses pero que no conducen por la izquierda. Una pena que estuviera tan mal organizado esto y la experiencia en este país no fuera mayor, ya que la ruta era para conocer la antigua Senegambia.

De nuevo en ruta llegamos al puesto de Keur Ayip, en Senegal donde si tuvimos que bajar a pasar controles de entrada y sellados de pasaporte. Otra hora y media de ruta para llegar a Kaolack, la ciudad donde pasaríamos la noche en el Hotel Relais ubicado junto al río Saloum. El peor hotel de todo el viaje, las zonas comunes estaban bien pero el mantenimiento de las habitaciones malísimo y el olor a putrefacción que emanaba del río era insufrible. Mi recomendación es que no paréis en esta ciudad carente de todo interés, ni os alojéis en este hotel por lo que he comentado antes, pero es que el camino hasta llegar a él es una cloaca.

Senegal
Mezquita Ndiouga Kebe de Kaolack

Día 10 abril: Kaolack - Isla de las conchas - Dakar y vuelo de regreso.


Empezaba nuestro último día de viaje y quizás uno de los más interesantes por lo que conoceríamos ya que fue algo distinto a lo visitado hasta ese momento. Partimos de Kaolack hacia el norte y nuestra primera parada sería en el pueblo de Fadial, donde conoceríamos un árbol milenario, un baobab, alrededor del cual se amontonan puestos de artesanos y niños pidiendo, de los pocos que veríamos en el viaje; el baobab tiene una oquedad en la que caben varias personas y una gran cantidad de murciélagos viviendo en su interior.

En el pueblo de Joel, muy cera de Saly donde habíamos estado al inicio del viaje, nos esperaba un guía local que hablaba perfectamente español para guiarnos por la Isla de Joal Fadiouth, a la que llegamos atravesando a pie un puente de madera construido por los franceses de unos 500 metros. Esta isla fue construida de forma artificial y en ella viven unas 8000 personas que son mayoritariamente católicas, con su enorme iglesia y otros monumentos católicos repartidos por el pueblo. A través de otro puente se llega al cementerio sobre una isla construida con conchas y donde conviven enterramientos católicos y musulmanes; un ejemplo único de convivencia y respeto.

Tras la comida, reposada y hasta con tiempo para tomar un café, fuimos al puerto de Joal, uno de los puertos con mayor actividad del país. Este pueblo también era la cuna del expresidente de Senegal, Léopold Sedar Senghor. Lo que aquí vimos ya a última hora de la tarde fue una explosión para los sentidos ya que bullía de actividad y había cientos de barcos tradicionales acercándose al puerto y miles de personas comprando y vendiendo pescado. No pudimos tener un final de viaje mejor.

Senegal
Puerto pesquero de Joal

Otra hora y media de carretera para llegar al aeropuerto en Dakar, facturar y pasar controles que fueron muy rápidos y a las diez de la noche tomar nuestro vuelo de Iberia a Madrid. En el resto de relatos iré desentrañando las emociones que me ha producido este viaje, porque como en botica de todo ha habido.


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