top of page

Turisteando el mundo

  • Foto del escritorPilar y Paco Viajeros

Excursión a isla Kwale (Safari Blue). Zanzíbar (Tanzania)

La excursión de día completo a la isla de Kwale es la más solicitada, famosa y completa que se puede hacer en la isla de Unguja (Zanzíbar), denominada popularmente como Safari Blue. Las agencias de turismo recogen a los turistas en cualquier punto de la isla, en nuestro caso fue desde Stone Town. Un trayecto de 25 kilómetros que tardamos una media hora en recorrer hasta la ciudad de Fumba que se encuentra en la esquina suroeste de la isla, desde donde salen los barcos para realizar la travesía hacia la pequeña isla de Kwale.

Puerto de Dhows en Fumba (Zanzíbar)
Puerto de Dhows en Fumba (Zanzíbar)

Safari Blue es la mejor manera de disfrutar la travesía en un auténtico Dhow (típico velero árabe) construido totalmente a mano en madera de caoba, que explora la hermosa área de conservación de la Bahía de Menai, famosa por su paisaje de islas escarpadas, bancos de arena, laguna de manglares, delfines y aguas tranquilas y cristalinas.

Dhow de Zanzíbar (Safari Blue)
Dhow de Zanzíbar (Safari Blue)

Hicimos la excursión en opción privado, por lo que pudimos salir antes antes de Stone Town y llegar a la playa de Fumba los primeros, el coche y el barco fue solo para nosotros. Cuando nos dimos cuenta de las atenciones y de realizar la experiencia que buscábamos a nuestro gusto, supimos que habíamos acertado. Seguramente no era la opción más barata pero no nos importó pagar un poco más por algo así.

Dhow de Zanzíbar (Safari Blue)
Dhow de Zanzíbar (Safari Blue)

Tras casi una hora navegando llegamos a un bancal de arena al que llaman Funguni, un trozo de arena en medio del mar que solo se ve de día, ya que cuando sube la marea desaparece y que conserva por completo su belleza natural: impecable y virgen ¡Realmente bonito!

Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar)
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar)

Fue toda una experiencia llegar a un sitio como éste, solo pisado por los pájaros y los cangrejos ermitaños que estaban en ella antes de que llegáramos y toda una gran sensación de placidez dejar nuestras huellas en una playa que amaneció virgen.

Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue

Nuestro operador turístico Marbella y los miembros de la tripulación del barco local tenían como objetivo proporcionarnos una experiencia inolvidable y desde luego que lo consiguieron, empezando por habilitarnos un toldo en un montículo del bancal, mientras nosotros disfrutábamos de nuestros primeros baños. Allí dejamos las toallas y ellos una nevera con fruta cortada y bebidas.

Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue

Mientras nadábamos casi no podíamos cerrar la boca de lo impresionados que estábamos de la belleza de las aguas de la isla. Puedes ver el fondo marino y el mar está realmente limpio. Nos parecía estar en un verdadero paraíso. Más tarde pudimos tomar un poco el sol, mientras endulzábamos la boca con la fruta que habían traído. El lugar es increíble, cuando estuvimos allí, había poca profundidad y el agua estaba muy calmada con apenas olas.

Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue

Todo un espectáculo natural solo para nosotros, nos preguntaron si queríamos hacer snorkel porque había una zona de coral muy bonita cerca, antes de que empezaran a llegar más turistas, pero desistimos y nos conformamos con mirar el fondo marino con las gafas de buceo que traíamos hasta que las gomas de las mismas acabaron por romperse, suponemos que del poco uso que las hemos dado en los últimos años.

Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue
Bancal de arena de Fungini (Zanzíbar). Safari Blue

Y allí estuvimos disfrutando unas dos horas, saliendo y entrando en el agua hasta que empezaron a llegar más turistas en embarcaciones compartidas comenzando a apagarse nuestro idilio con el bancal y las vistas que teníamos del solitario (hasta entonces) entorno. Volvimos a nuestro barco y comenzamos a navegar en dirección a la isla de Kwale.



Pilar y Paco Viajeros (Zanzíbar). Safari Blue
Pilar y Paco Viajeros (Zanzíbar). Safari Blue

Como la marea aún estaba baja, tuvimos que andar unos centenares de metros, pero que dejaba ver un paisaje alucinante provocado por la erosión del mar hasta llegar a la playa de fina arena blanca de la isla.

Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

Nuestro guía nos llevó a unas bancadas de madera cubiertas con techo de madera y paja que sirven como comedor y volvió a preguntarnos nuestros gustos para comer y beber para hacérselo saber a los tripulantes del barco que se encargarían de elaborarlo. Mientras nos llevo a conocer otra experiencia alucinante.

Baobab de la Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Baobab de la Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Baobab de la Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Baobab de la Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

Un enorme y legendario Baobab, "el árbol africano por excelencia que "crece al revés" y que dicen que lleva allí más de trescientos años, siendo el más antiguo de Zanzíbar. Quedamos impresionados y más aún cundo hemos tenido la oportunidad de leer el artículo de Florencio Moreno Anega , "Creciendo al revés" en su blog Mundandy. No tiene desperdicio y es fundamental para todo aquél que viaje a África.

Baobab de la Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Baobab de la Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

Éste parece que cayó debido a un huracán que golpeó las islas de Zanzibar. El Baobab a pesar de ser abandonado sigue viviendo y creciendo y esto lo hace único en el mundo. Disfrutamos mucho admirándolo y haciéndonos fotos desde todos los ángulos. La verdad es que en estos parajes, no se puede evitar sentirse como si se estuviera viviendo una autentica aventura. Volvimos a nuestro comedor y mientras degustábamos una fría cerveza nos llegó la sorpresa del día.


Una gran parrillada de pescado fresco y marisco. La verdad es que no nos esperábamos ese gran plato de marisco y pescado a parrilla. Una auténtica pasada, pero del que dimos buena cuenta, pues se nos había despertado el apetito y lo saboreamos de una forma especial. Todo era producto fresco y el sabor de la parrilla era realmente exquisito. Por supuesto, acabamos el menú con unos ricos frutos exóticos e hicimos una digestión pausada, saboreando unas cuantas tazas de café.

Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

Nuestro guía nos dejó una hora para recorrer la playa de isla donde estaban instaladas numerosas tiendas de recuerdos y artesanía, así como un bar con terraza y música frente al mar antes de partir. Así que nos permitimos un baño en la estupenda playa con el agua realmente caliente y varías visitas a los puestos de los lugareños.

Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

Pasado el tiempo y ya al atardecer navegamos de nuevo por la costa de la isla hasta llegar a una laguna de aguas mansas, transparentes y cálidas con manglares, árboles son muy tolerantes a la sal y que pueden crecer bajo del agua. Estábamos completamente a solas en nuestra embarcación, sin otros turistas.

Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

La laguna está rodeada por grandes arboledas y su color se refleja en el agua dándole una tonalidad verdosa aunque es totalmente cristalina, solo quedaba nadar en sus aguas para que experiencia fuera inolvidable. Así lo hicimos al llegar a aguas poco profundas que es donde varan los barcos, imaginamos que por seguridad.

Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

El entorno era bello, distinto y desde luego inigualable. Disfrutamos del baño y del paisaje y comprendimos que experiencias como ésta son muy difíciles de realizar. Fue el broche de un viaje casi mágico.

Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue
Laguna de manglares. Isla Kwale (Zanzíbar). Safari Bue

El viaje se acababa en esta peculiar laguna arbolada y emprendíamos el viaje de vuelta, después de haber rejuvenecido nuestro espíritu. Una pena no haber avistado delfines en mar abierto en nuestro regreso que era lo que esperábamos pero el recuerdo de este día quedará con una sonrisa en nuestros pensamientos. Podéis leer todo nuestro viaje en Viaje a Zanzíbar (Tanzania) con escala en Dubai: Vuelos, ruta, hoteles e información práctica

Dhow (Safari Blue). Zanzíbar
Dhow (Safari Blue). Zanzíbar


NOS HARÍA MUCHA ILUSIÓN QUE NOS DEJARAS UN COMENTARIO

bottom of page