Stone Town. Centro Histórico Patrimonio de la Humanidad
La ciudad de Zanzíbar, y en particular su centro histórico Stone Town fue una vez un floreciente centro comercial de África Oriental donde la historia y la mezcla de culturas africanas, árabes, indias y europeas, han dejado su especial legado, siendo uno de los pocos lugares del mundo en los que se encuentra esta confluencia. Se observa en una arquitectura distinta, reflejo de su antiguo pasado, se siente por los aromas exóticos que convirtieron a Zanzíbar en las "Islas de las Especias", se escuchan las llamadas a la oración de las mezquitas, las campanas hindúes y las cristianas. Aquí todos los credos coexisten pacíficamente.
Una ciudad cautivadora que ha conservado intacto su tejido y paisaje urbanos, con vivas tonalidades de color y originales puertas en las fachadas de sus casas, con una energía vibrante que sus lugareños saben dosificar (pole-pole), la ciudad nos dijo "Jambo" (hola) y nosotros le devolvimos el saludo. Fascinante fue recorrer su laberinto de calles estrechas y empedradas y comprobar su tesoro cultural e histórico. A continuación, lo que en nuestra opinión son los lugares imprescindibles de ver en esta ciudad y también podéis leer nuestro viaje completo de 12 días en Viaje a Zanzíbar (Tanzania) con escala en Dubai: Vuelos, ruta, hoteles e información práctica.
Qué ver, qué hacer y qué visitar en Stone Town
La relación siguiente no está confeccionada por orden de importancia, el orden está definido por la ruta que hicimos nosotros día a día.
Realizar la Ruta de las Especias
Las famosas plantaciones de especias son conocidas por producir nuez moscada, canela, vainilla, clavo, pimienta, azafrán y frutas tropicales. El archipiélago de Zanzíbar llamado las "Islas de las especias" debido a que las plantaciones de las mismas se pueden encontrar por todo el interior de las islas, siendo posible que en la época de los antiguos persas y comerciantes de la Península Arábiga (Golfo Pérsico del Irán moderno) y el oeste de la India, probablemente visitaran Zanzíbar ya en el siglo I y confeccionaran rutas comerciales.
Las rutas que ofrecen las empresas de turismo son interesantes y educativas para los amantes de la comida, los chefs o cualquier persona que le guste cocinar, para el resto, satisface la curiosidad de cómo se ven algunas de las especias y frutos en su forma natural o cómo se cosechan.
El día de nuestra visita, que hicimos recién llegados al país y directamente desde el aeropuerto, cerca de la ciudad de Zanzíbar consistió en recorrer caminos que se deterioraban gradualmente hacia el campo, donde abundaban las señales de plantaciones, pasando por una espesa vegetación que incluía cocoteros altos y explicaciones en cada planta y árbol de especias, finalizando con un almuerzo a base de frutas.
Desde allí, fuimos a Stone Town para alojarnos en el hotel que habíamos contratado con anterioridad, Al Minar Hotel, tomamos una refrescante ducha, nos cambiamos de ropa y nos dispusimos a recorrer la ciudad. Paseando por ella, no tardamos en...
Admirar las famosas puertas zanzibaríes
En ningún otro lugar del mundo se encuentran puertas tan originales y bellas, gigantes de madera que son auténticas obras de arte elaboradas con detalles asombrosos que en su día sirvieron para dar a conocer el origen, profesión y poder económico del propietario, todo un escudo heráldico de la familia que habita la casa. La mayoría de ellas fueron traídas a la isla, aunque posteriormente los artesanos de Zanzíbar fueron formados para seguir realizando las mismas, adquiriendo una gran fama como carpinteros. Las puertas son de dos tipos que se distinguen fácilmente: Las puertas indias y las árabes.
Las puertas indias fueron hechas a mano por hábiles artesanos indios del estado más occidental de la India (Gujarati) en madera de teca importada con grandes pinchos de latón que se utilizaban como defensa contra la carga de elefantes, aunque en Stone Town, se usaron solo como piezas decorativas y marcadores simbólicos de riqueza.
Las puertas árabes tienen marcos intrínsecamente elaborados con inscripciones árabes y frases del Corán en la parte superior y múltiples adornos como cadenas, flores y frutos que son motivos comunes y culturalmente significativos.
Como comprenderéis, las puertas de Stone Town no las visitamos en un solo día, siempre encontrábamos nuevos ejemplos durante todas las jornadas que estuvimos en la ciudad. Por las calles encontraréis planos y paneles de información de donde encontrar los mejores ejemplos de este tipo de artesanía.
Pasear por el Malecón
Stone Town posee un malecón o paseo marítimo agradable y una playa bastante decente para ser una ciudad, lo que invita a pasear por él. Hay muchas cafeterías con encanto y desde sus terrazas se pueden observar unas puestas de sol increíbles y a los jóvenes saltando con piruetas acrobáticas para zambullirse en el océano, dando patadas de capoeira en la arena de la playa o simplemente jugando al fútbol. Durante el recorrido se pueden encontrar innumerables puestos de comida en la calle que por la noche iluminan con velas y lámparas de aceite.
Al final del recorrido, nos encontramos con el verdadero centro neurálgico de Stone Town, donde más gente acude. al menos por las tardes y noches...
Recorrer los Jardines de Forodhani
Los jardines están situados a lo largo del malecón principal de la ciudad de piedra, justo en frente de los edificios más famosos de la ciudad de piedra, es decir, la Casa de la Maravillas y la antigua Fortaleza. Especialmente ocupado después del atardecer, cuando los turistas y locales se reúnen por igual en un mercado popular calle de comida en la plaza principal para disfrutar de la cocina Swahili y Zanzibari, delicias tales como las pizzas de Zanzíbar, kebabs de carne, pescado local, pan de coco, yuca a la parrilla y diversas parrilladas. Por el día es punto de encuentro para ir hacia el muelle desde donde salen los dhows o barcas para Isla Prisión. Es de las zonas mejor conservadas de la ciudad debido a la aportación económica para su embellecimiento del Aga Khan, Imán de los musulmanes chiitas, ismaelitas y uno de los hombres más ricos del mundo.
Conocer la Casa de la Maravillas
Junto a los jardines se encuentra el edificio más alto y más grande de Stone Town que está cerrado por reforma y no se sabe cuándo acabará, pero se puede admirar su exterior. Fue construido a finales del siglo XIX por el sultán de Zanzíbar, Barghash como palacio ceremonial con una estructura emblemática que incluye una torre con reloj, grandes columnas de acero y algunas de las puertas talladas más grandes de Stone Town que permitían el paso del sultán a lomos de un elefante. El nombre de Casa de las Maravillas se debe a que fue el primer edificio de la ciudad que tuvo iluminación eléctrica y agua corriente.
Visitar la antigua fortaleza
Esta gran fortificación realizada junto a la costa fue construida por los árabes omaníes a principios del siglo XVIII como defensa contra los portugueses. Es el edificio más antiguo y una de las principales atracciones turísticas de Stone Town, aunque las murallas se ven un tanto deterioradas por el salitre y la Unesco dejó de enviar fondos porque no se utilizaban para la conservación. Se encuentra enfrente de los jardines de Forodhani junto a otro edificio emblemático de la ciudad, la Casa de las Maravillas antiguo palacio del Sultán de Zanzíbar y del que hablamos anteriormente.
Durante el protectorado británico en el siglo XIX se convirtió en prisión donde se se ejecutaba a criminales. Hoy sus funciones son más cívicas, su patio se ha adaptado para servir como centro cultural con tiendas de artesanos y de curiosidades que venden productos orientados al turismo.
Dispone también tiene un anfiteatro al aire libre donde se realizan espectáculos de música y baile en vivo la mayoría de las noches, un restaurante y un mostrador de información turística. También es el lugar principal utilizado para grandes eventos como el Festival Internacional de Cine de Zanzíbar.
Hacer una excursión a Isla prisión o Isla Changuu
La belleza de la isla, su cercanía a la ciudad, junto con su historia y la colonia de tortugas que allí vive, hace interesante y vale la pena hacer un viaje de una mañana desde Stone Town en un paseo en bote de aproximadamente 35 minutos que zarpa desde la playa junto al muelle situado en los Jardines de Forodhani.
La isla Changuu (conocida más comúnmente como Isla Prisión) tiene una historia muy particular, veréis, Majid Bin Said, el primer sultán en Zanzíbar, la cedió a los árabes omaníes que utilizaron el lugar para retener a los esclavos antes de ser transportados a lugares en el Medio Oriente, Europa o América o venderlos en el mercado de esclavos en Stone Town. Más tarde, en octubre de 1891, los británicos compraron la isla con la intención de construir una prisión en ella y albergar a delincuentes violentos y reincidentes de la parte de África continental.
En 1923, la antigua prisión se convirtió en hospital de infecciones como la fiebre amarilla, el cólera o la peste y la isla pasó a llamarse oficialmente 'Isla de la Cuarentena' y todos los casos de infecciosos se controlarían durante una o dos semanas antes de permitirles continuar su viaje o desembarcar en la ciudad. El gobernador británico de Seychelles envió un regalo de cuatro tortugas gigantes desde la isla de Aldabra que se han reproducido fácilmente en esta isla.
Algunos de estos ejemplares tienen un considerable tamaño y el más longevo se supone que tiene una edad de 135 años. Se arrastran silenciosamente mientras mastican todos los brotes verdes que están a la vista. Aunque ya no está permitido montarlos (como se permitía hace unos años), todavía se deja darles de comer y tocarlos.
A unos 5 minutos a pie se encuentran las antiguas ruinas que alguna vez funcionaron como la prisión.
Se pueden visitar las celdas y las diferentes estancias que apenas se conservan y que se encuentran en estado ruinoso. El principal atractivo de llegar hasta aquí. son las vistas que hay sobre la playa.
Darse un chapuzón y bucear alrededor de la isla es una de las actividades por las que es famosa. Como no acompañaba el día, a nosotros nos bastó con sacar algunas fotos antes de volver a Stone Town y seguir recorriendo sus calles.
Pasear por sus sinuosas calles y callejones
Se pueden encontrar multitud de mapas turísticos de la ciudad, pero son casi inútiles cuando se trata de deambular por esta antigua ciudad. Nosotros nos perdimos decenas de veces pero la mayoría de ellas... ¡A propósito! Perderse es probablemente una de las mejores cosas que hacer en Stone Town. En el camino, tropezamos con tesoros escondidos y puertas ligeramente entreabiertas que revelan la vida de los lugareños detrás de sus muros.
Callejear es casi una obligación en la ciudad vieja de Zanzíbar. La arquitectura, el aire decadente, los muros desgastados, la vida tranquila. Tan pronto te encuentras entre un montón de puestos de verduras y personas sentadas a la sombra, como en una plaza casi vacía con un carro de frutas tirado por un burro.
Stone Town se puede explorar fácilmente a pie y con seguridad. Las calles están llenas de comerciantes y vendedores que venden de todo, desde especias y camisetas hasta tallas de madera maciza y cofres. El blanco descolorido de sus calles se mitiga con el color de los cuadros de artistas locales o las kangas (telas africanas que usan las mujeres locales) expuestos en las fachadas. Otra experiencia es el regateo, en pocos países hemos visto tanta diferencia. Un artículo que te ofertan por 10$ lo hemos llegado a comprar por 3$ y seguro que alguien lo ha llegado a comprar por 1,5$.
Descubrir su original arquitectura del siglo XIX
Esta arquitectura antigua no es africana. Balcones y puertas de madera trabajada. Fachadas pintadas de alegres colores, aunque la mayoría desteñidas. Un poco de India, un poco de Arabia y un poco de Europa. ¿Como empezó ese estilo único?Las casas con grandes muros y ventanas pequeñas que aseguran la privacidad pero también la ventilación, son las árabes. Un gran portalón da paso a patios interiores, si se tiene la suerte de verlos abiertos. Sus muros tienen un grosor promedio de 40-60 cm para mantener la temperatura fresca del interior.
Otras casas, en cambio, lucen grandes balcones formando galerías con madera trabajada con filigranas. Pertenecieron a los comerciantes indios de antaño. Sus románticos balcones enrejados y tallados en madera por artesanos indios crean hermosas sombras a medio día y las vidrieras de las ventanas logran crear un caleidoscopio de colores.
Algunas de las estructuras más importantes se han reconvertido en hoteles o museos pero la mayoría de los edificios que datan del siglo XIX y que tendrían muchas historias que contar, a pesar de su deterioro, son un verdadero regalo para la vista. Es difícil no ver la decadencia urbana como parte del encanto de la ciudad. Stone Town es en África, lo que Palermo es en Europa.
- Ir a conocer el museo y casa natal de Freddie Mercury
El personaje más popular de Stone Town para los occidentales es Freddie Mercury, el compositor británico, animador y poderoso vocalista principal de Queen que nació y vivió hasta los 9 años en Stone Town en una familia de clase media de ascendencia india y miembros de la comunidad de religión parsi (que no persa) o zoroástrica.
A muchos les decepciona la visita, ya que sólo puedes hacerte una foto en la puerta. La casa pasa muy desapercibida y los habitantes de la isla no parecen demasiado interesados en homenajearlo. Creemos que en una sociedad mayoritariamente musulmana, el hecho de que Freddie fuera homosexual y su familia de credo zoroástrico no ayuda mucho a que impulsen su relación con la isla.
Visita la Catedral de San José
Fue construida por misioneros franceses en 1898 y diseñado por el mismo arquitecto francés que diseñó la Basílica de Notre Dame en Marsella. Su característica más singular son las altas torres gemelas. El edificio es difícil de encontrar, ya que se ubica entre calles estrechas, por lo que es mejor orientarse con un plano. A pesar de que su estado es de bastante deterioro, la Catedral todavía mantiene un servicio regular de misas para la comunidad católica de Stone Town.
- Visitar el antiguo Mercado de Esclavos y Catedral Anglicana
Zanzíbar tiene también una siniestra fama ya que el archipiélago era un puerto principal de comercio de esclavos en África Oriental y fue el último en el mundo que se abolió. Para una comprensión más profunda de este capítulo oscuro de su historia, visitamos la ubicación del antiguo mercado abierto de esclavos y su museo.
Un lugar profundamente significativo donde la Iglesia Anglicana se erigió como un triunfo simbólico sobre la inhumanidad iniciada por los portugueses, que alcanzó su cenit con el sultanato de Omán, hasta que fue prohibido por los británicos en 1873, gracias a la campaña contra la esclavitud dirigida por el famoso explorador escocés, David Livingstone.
Los esclavos del interior del continente africano (que no de Zanzíbar) eran transportados aquí, donde serían azotados y vendidos y luego enviados a Oriente Medio o incluso hasta América del Norte en condiciones infrahumanas y denigrantes.
Repleto de información interesante, este museo del mercado de esclavos está muy bien organizado y tiene soberbias fotografías y grabados antiguos. Cuesta 5$ USD, pero lo vale, se necesitan al menos un par de horas para absorber todo lo que este museo financiado por la UNESCO nos muestra.
Salimos a respirar aire al exterior después de haber visitado el agobiante y claustrofóbico lugar donde se mantenían encadenados y encerrados a los esclavos y enfrente de nosotros se encontraba la antes mencionada Catedral Anglicana.
Erigida sobre lo que era la plaza de venta de esclavos, quizás sea un símbolo de expiación de culpa de la masacre humanitaria que se hizo en África con la esclavitud.
La iglesia es relativamente bonita, pero mal conservada y muy concurrida en los horarios de misa. Tiene algunos recuerdos históricos referentes a expedicionarios que pasaron por Zanzíbar, así como de quienes lucharon por el final de la esclavitud. Acabamos nuestro recorrido con una visita al monumento de esclavos, obra muy particular y realista.
Visitar el mercado Darajani
No importa dónde se viaje, una de las mejores maneras de experimentar la vida local es explorar el mercado local de productos frescos, y a ello que nos pusimos después de haber estado en la Catedral Anglicana.
Está ubicado cerca del antiguo mercado de esclavos, este bazar frecuentado principalmente por locales es un alboroto de ruido y color. El mercado se extiende fuera del edificio principal y a lo largo de las calles laterales circundantes, el edificio original (en las foto de arriba y abajo) fue construido en 1904. Las frutas y verduras se disponen cuidadosamente para atraer al consumidor, así como la gran variedad de presentación de las famosas especias de Zanzíbar.
La sección de carne, que incluye principalmente carne de buey y cabra, no es el mejor lugar con olor en el mercado, así que si se tiene el estómago sensible lo mejor es pasar de largo. La acción y la energía en la subasta de pescado en Zanzíbar siempre es interesante de observar, pero al igual que en la sección de carne, el olor se hace insoportable.
No tardamos mucho en salir del interior y observamos como en la calle se vendían sobre todo muchas clases distintas de pan y en las tiendas desde sartenes y kangas hasta especias y kofias, los sombreros islámicos tradicionales para los hombres. Pasar un tiempo caminando por los mercados locales es una forma fantástica de aprender sobre la cultura y vida local.
Para nosotros, todo esto fue lo que nos dio de sí " la ciudad de piedra", seguro que Stone Town guarda mucho más. Ahora os toca averiguarlo a vosotros. Podéis leer todo nuestro viaje en Viaje a Zanzíbar (Tanzania) con escala en Dubai: Vuelos, ruta, hoteles e información práctica