No era Dublín un destino buscado porque ya lo conocíamos, pero las circunstancias de encontrar un vuelo a Nueva York desde allí a muy buen precio, hizo que nos desplazáramos hasta la capital irlandesa, que finalmente resultó un acierto, ya que estaba muy cambiada desde nuestra última visita. La capital y también la ciudad más grande de la República de Irlanda tiene poco más de medio millón de habitantes, no hay metro y no se encuentra la típica sensación de ciudad con calles rectas y rascacielos: ¡Dublín es diferente! En principio, la ciudad es como un gran pueblo irlandés, con un punto totalmente diferente para el viajero y a la vez de recuerdo imborrable.
Una vez en la ciudad, no se necesita automóvil o autobús porque se puede caminar prácticamente a cualquier parte, pero lo mejor es que hay muchos pubs donde uno se siente como en casa tan pronto como se cruza la puerta. Las numerosas tiendas, galerías y pequeñas calles están llenas de vida y son lugares donde se encuentran cómodos los viajeros y turistas de cualquier ámbito. En 2010 la UNESCO aceptó la propuesta de la República de Irlanda para incluir el centro histórico de Dublín en la Lista Indicativa para llegar a ser Patrimono de la Humanidad.
Como todos sabemos, Irlanda es famosa por ser una nación de narradores de historias y Dublín está designada también por la UNESCO como ciudad de la literatura. Otro interesante dato es que Dublín tiene la población más joven de Europa, alrededor del 50% de la población son menores de 25 años. Los irlandeses son conocidos en todo el mundo por su calidez y humor, les encanta reír y generalmente son personas muy felices y extremadamente hospitalarias, algo que pudimos comprobar en varias ocasiones.
Nosotros pasamos allí tres noches, alojados en el hotel Holiday Inn Express Dublín - Aeropuerto, porque queríamos estar cerca del aeropuerto, debido a que en el aeropuerto de Dublín se realizan los tramites de inmigración para entrar en los Estados Unidos y una vez que se llega a Nueva York se evita esperar largas colas para salir, pero también obliga con ir más tiempo para realizar el embarque. Además disponía de parada de tranvía y bus en la puerta para ir al centro de la ciudad. El autobús 16 por 3€ para en O'Connell Street, en el centro de Dublín. Una vez allí, hay autobuses y tranvías públicos en los que se puede comprar boletos directamente del conductor, con precios que varían según la distancia que vaya. Dublín no es un destino económico, pero tampoco es la ciudad más cara de Europa.
Qué ver y qué visitar en Dublín
Dublín ofrece un sinfín de museos, atracciones y opciones de entretenimiento. Nosotros hemos preparado un itinerario recomendado en la ciudad para ayudar a aprovechar al máximo la estancia en Dublín, que incluye todos los aspectos más destacados. También hemos tratado de organizar la ruta en un orden lógico para pasar menos tiempo "perdiendose" entre las calles y más tiempo haciendo turismo.
A continuación todos los lugares que visitamos, que desde luego no son todos los que se pueden ver. por ejemplo, nosotros no visitamos ni las bodegas de whisky Jameson, ni la fábrica de cerveza Guiness porque ya las habíamos visitado anteriormente y además las entradas eran los suficientemente caras como para descartar su visita. Aquí están nuestras recomendaciones.
La aguja de Dublín
Situada en el centro neurálgico de la ciudad, en el medio de O'Connell Street, se encuentra "The Spire" que es uno de los monumentos más famosos de la ciudad. La aguja, de 121 metros de altura se llama oficialmente "Monumento de la Luz" y que fue levantada en el año 2003. El monumento está iluminado con varios colores por la noche. Por cierto, The Spire se encuentra en el sitio donde los miembros renegados del IRA volaron la columna del almirante Nelson el 8 de marzo de 1966.
Estatua de James Joyce
A poca distancia de la aguja de Dublín se encuentra una estatua muy emblemática de la ciudad, la estatua que se le hizo al popular James Joyce, que ha sido uno de los grandes novelistas de Irlanda de los últimos siglos. Está cerca del centro de visitantes de la ciudad. La figura de Joyce, está representada como si estuviera paseando por la calle con su bastón y con una mano en el bolsillo, que era muy popular en la época. Se hizo en bronce y es uno de los iconos de la ciudad. Se instaló en esta zona de Dublín en los años 90 y desde entonces se ha ido convirtiendo en una de las estatuas que más suelen buscar todos los visitantes para hacerse una foto. En la ciudad hay una ruta para seguir los pasos de su famosa novela Ulises.
El río Liffey y el Puente Ha'Penny
El río Liffey, atraviesa el centro de la ciudad y si hace buen tiempo recomendamos parar un momento para disfrutar de la vista, sobre todo para contemplar el atardecer de Dublín. La mayoría de los puentes del centro de la ciudad a lo largo del río Liffey ofrecen una buena vista, pero el puente más famoso es el Puente Ha'Penny , un puente peatonal de hierro fundido construido en 1816. Cerca de allí hay un embarcadero donde es posible tomar un barco para hacer un recorrido por el río Liffey o explorar la hermosa Bahía de Dublín (Reserva de la Biosfera de la UNESCO).
Típico irlandés: La cultura de los pubs
El margen derecho del río Liffey es un buen lugar para descubrir el "craic", la palabra irlandesa que lo abarca todo para pasar un buen rato. Esta es el principal punto de la diversión y de la fiesta en Dublín, y si buscas pintas de Guinness, música en vivo y muchos de los "craic" antes mencionados, este es definitivamente el lugar que se debe visitar.
Sí, los precios son más altos que en cualquier otro lugar de la ciudad y también estará lleno de turistas, pero también hay muchos lugareños aquí y se tiene la garantía de pasar un buen rato viniendo. El bar más visitado es The Temple Bar que ha dado nombre a la zona, pero hay muchos bares en esta área para tomar una pinta y muchos también que ofrecen comida. Algunos otros a considerar son The Palace Bar, un pub tradicional de la época victoriana, The Brazen Head, que se cree que es el pub más antiguo de Irlanda y que data de 1198, y Buskers, que ofrece un ambiente de bar más contemporáneo con cócteles modernos. Si no está demasiado cansado, al llegar la noche, no hay lugar mejor en Dublín para disfrutar de la vida nocturna.
Trinity College
Es la universidad más antigua de Irlanda fundada en 1592 por la primera reina Isabel y la única universidad de Dublín, el Trinity College se construyó sobre el modelo de las universidades de Oxford y Cambridge cuando Dublín todavía era parte del Reino Unido.
Celebridades como Oscar Wilde, Bram Stoker, Jonathan Swift y premios Nobel como Samuel Beckett se graduaron aquí. El campus histórico de la universidad es lo más destacado de su visita, donde destaca el Campanile (el campanario) cuya leyenda dice que no se debería pasar por aquí cuando suenen las campanas, porque entonces no aprobarías tus estudios.
La antigua librería del Trinity College es una de las atracciones principales de Dublín, una impresionante sala, en la que se disponen más de 200.000 libros antiguos entre los que sobresale el Libro de Kells, el llamado Libro de los celtas, uno de los libros medievales más importantes del mundo, se trata de un manuscrito con cuatro evangelios del Nuevo Testamento del siglo VIII.
Sede del Banco de Irlanda
Es un edificio que está ubicado al lado del Trinity College y en una de las calles principales de Dublín. Este edificio, considerado como uno de los mejores de la ciudad, fue en otro tiempo sede de las Parliament Houses (Parlamento de Irlanda) para luego ser vendido al Banco de Irlanda. En su día, fue el primer parlamento bicameral especialmente diseñado del mundo. Sirvió como sede de las dos cámaras (los lores y los comunes) del Parlamento del Reino de Irlanda para la mayor parte del siglo XVIII, hasta que el parlamento fue abolido por el Acta de Unión de 1800, cuando Irlanda se convirtió en parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.
Estatua de Molly Malone
La estatua de Molly Malone fue instalada en 1988 con motivo del 1,000 aniversario de la ciudad de Dublín. El origen fue una balada escrita por James Yorkston en 1883 sobre una chica conocida en Dublín que vendía pescado. Como parte de esta balada está incluida en el himno de la ciudad no sorprende que la estatua haya sido erigida. La estatua de Molly Malone muestra una hermosa pescadera de Dublín, a la que es costumbre tocar los senos para tener suerte y volver a la capital irlandesa y desafortunadamente esto ha provocado el desgaste del bronce.
Calle Grafton
Caminando desde la estatua de Molly Malone recomendamos caminar por la calle Grafton. La calle, una de las principales calles comerciales y más conocidas de la ciudad se extiende entre Trinity College y St. Stepehns Green y es al mismo tiempo, la arteria principal de Dublín. Es un lugar animado con muchas tiendas, restaurantes, cafeterías y músicos callejeros (artistas callejeros). La mayoría de la calle es peatonal, por lo que es un lugar agradable y cómodo para caminantes y turistas.
City hall (Ayuntamiento)
Dublín es mundialmente conocida por su arquitectura georgiana y el Ayuntamiento de Dublín es un fantástico ejemplo de lo que se ofrece en esta parte de la ciudad. Construido por el Gremio de Comerciantes entre 1769 y 1779, el edificio presenta una impresionante cúpula de vidrieras en el techo rodeada de 12 murales que dictan eventos históricos en la capital.
Los visitantes pueden disfrutar de una exhibición multimedia de la evolución de Dublín desde la época vikinga hasta la actualidad. Otros objetos en exhibición incluyen las cadenas del Lord Mayor, los manuscritos medievales y la gran espada y maza de Dublín.
Castillo de Dublín
El primer castillo en este sitio fue construido en el siglo XI, aunque la mayoría de los edificios actuales datan del siglo XVIII. El Castillo de Dublín fue la sede de la administración del Gobierno del Reino Unido en Irlanda hasta 1922 y ahora es un importante complejo del gobierno irlandés. El castillo actual está formado por varios edificios de diferentes estilos arquitectónicos, ya que fueron construidos en diferentes momentos. Los recintos estatales, el recorrido medieval (también conocido como Record Tower), el sótano medieval, la Capilla Real y un edificio administrativo forman parte del castillo. Se puede elegir entre una visita libre (7 €) o una visita guiada solo en inglés (10 €).
St. Patrick's Hall es la sala más grande de las estancias estatales. El Parlamento solía reunirse en esta sala, pero ahora se usa para inauguraciones y otras funciones señoriales.
La torre es el elemento más llamativo, la llamada Torre de Registro, se ha conservado hasta nuestros días, a pesar de las múltiples conversiones. El Castillo de Dublín no es exactamente un castillo como podría esperarse, aunque como hemos mencionado anteriormente hubo un castillo en este sitio desde alrededor de 1166, siendo esta torre lo único que queda de aquel.
Centro comercial Stephen's Green
Es un gran centro comercial cubierto ubicado en la parte superior de Grafton Street en el lado sur de Dublín. Es el centro comercial más grande y moderno de Irlanda, y se encuentra frente al Parque Stephen Green, en el barrio más comercial de la ciudad. Tiene una curiosa arquitectura, con una estructura interior metálica y un impresionante techo acristalado que le dan un aspecto de invernadero.
Parque St. Stephen Green
Saint Stephen's Green es un gran parque público en el centro de la ciudad con un gran estanque con cisnes y pequeños puentes. Después de ir de compras o hacer turismo, resulta genial relajarse en los bancos y admirar la hierba verde, los árboles altos, las flores coloridas o las hermosas fuentes, siempre y cuando no llueva, como nos pasó a nosotros.
Casas de época georgianas
Alrededor del parque Saint Stephen's Green, se encuentran las famosas casas de estilo georgiano con puertas de colores. Si le preguntas a la gente en Dublín por qué muchas de las puertas están pintadas de colores, hay diferentes historias que se cuentan sobre ellas.
Primera historia: De hombres borrachos y desorientación
Dando a su propia puerta de entrada un color característico para indicar al hombre de la casa donde debe de entrar después de haber bebido.
Segunda historia: De la rebelión política
Después de la muerte de la reina Victoria, que murió en 1901, se ordenó como señal de luto que todas las puertas debían pintarse de negro. Los irlandeses rápidamente reaccionaron y pintaron sus puertas delanteras con variados colores.
Tercera historia: De la individualidad en la construcción de casas estandarizadas
La construcción de casas en el centro de Dublín en el siglo XVIII, fue regulado y estandarizado, excepto el color de la puerta principal. Para destacarse un poco de sus propios vecinos y mostrar la individualidad en el auge de la construcción uniforme, muchos irlandeses pintaron sus puertas delanteras con diversos colores.
Catedral de San Patricio
Se dice que esta Catedral se construyó en el mismo lugar donde San Patricio, en el año 450 d.C. bautizó a los primeros irlandeses convertidos al cristianismo. Probablemente nunca se podrá demostrar, pero el imponente edificio, desde luego, es agradable a la vista. El parque con el césped muy verde forma un gran contraste con el edificio, incluso con un cielo gris.
Es la iglesia más grande de Irlanda y una de las principales atracciones turísticas de Dublín. En 1191 la antigua iglesia celta se convirtió en Catedral. Tiene nada menos que 91 metros de largo, la gran torre se levanta a 43 metros de altura y la construcción duró casi cien años.
El piso de mosaico de la iglesia es particularmente fascinante. Las enormes ventanas de vidrio sobre el área de entrada son impresionantes y el área del altar de la iglesia es sencillamente magnífico. Incluso hoy, los estandartes de las órdenes individuales de caballeros medievales están alineados en el área del altar.
Pero Dublín es único por no tener una, sino dos catedrales y ambas datan de la época medieval. Se cree que la Catedral de San Patricio fundada en el siglo XII, inicialmente tenía la intención de reemplazar a la Iglesia de Cristo, pero por alguna razón esto no sucedió y las dos catedrales han tenido que aprender a coexistir juntas. San Patricio al igual que la Iglesia de Cristo, es parte de la Iglesia Anglicana de Irlanda.
Catedral de la Santísima Trinidad de Dublín
Conocida popularmente como Christ Church Cathedral (Catedral de la Iglesia de Cristo), es la segunda iglesia más imponente en Dublín y también la iglesia medieval más antigua de la ciudad. Curiosamente la iglesia es también la sede de los arzobispos y no la Catedral de San Patricio. Es una espectacular construcción gótica-románica y sirve como sede tanto de la Iglesia de Irlanda como de la iglesia católica romana en Dublín.
El coro de la Iglesia de Cristo es considerado uno de los mejores de Irlanda y la cripta también es muy especial. Con 63 metros de largo, es la cripta más grande del país. Las paredes se demostraron construidas en 1172, lo que hace que Christ Church sea el edificio más antiguo existente en Dublín. contiene varios objetos, en la que se incluyen un gato y una rata momificados, y una extensa colección de plata.
Excursión a la Península de Howth
Después de ver andar mucho y recorrer todo lo que pudimos Dublín, intentamos adentrarnos en la naturaleza durante el tercer día de estancia en Irlanda, y pasar una tarde libre del ajetreo de la gran ciudad . Para ello compramos unos billetes de tren para ir a visitar la Península de Howth, cuyo precio es de 3,5€.
La estación se encuentra bastante cerca del acantilado y es bastante cómoda la visita. La Península de Howth, fue antes el puerto de correos y pasajeros de Dublín. Pero desde que la bahía del puerto se llenó de sedimentos, el puerto fue reubicado y Howth se convirtió en un lugar de residencia para los trabajadores de altos ingresos y los yates de vela en el antiguo puerto pesquero. El interior de la península es una reserva natural.
Un estrecho sendero costero serpentea a lo largo de la costa, el gran Oscar Wilde ya admiraba estos campos de tojo amarillo, mirto silvestre, brezo rojo y helechos, que se han conservado hasta nuestros días. Desde la estación de tren giramos hacia el puerto, cuya parte occidental todavía pertenece a los pescadores. Llegamos a la torre Martello, que se encuentra sobre el puerto y hoy alberga un museo para equipos de radio. Detrás de la torre comienza un pequeño camino que nos lleva a la carretera costera.
Pasamos por algunas villas elegantes con vistas al mar hasta que el camino da paso a un camino costero estrecho, el Cliff Walk, que serpentea en los acantilados a lo largo de la costa. Disfrutamos de la vista y no podíamos salir de la admiración. Nos detuvimos cada pocos metros porque la vista que teniamos era incluso mejor que la anterior. Acantilados abruptos se abren frente a nosotros y cuando miramos hacia el abismo incluso nos mareamos un poco.
Los rayos del sol se alternan con lluvias en este día, era la Irlanda más autentica y vista desde cerca. Después del faro de Baily, la costa se vuelve más plana y al cabo de una hora más o menos, volvimos al pueblo. Y una vez visto el primer pub, entramos en él para hacer más grata la espera del tren con una buena pinta de cerveza y unos "fish and chips" que nos serviría de cena.
Era el final de nuestro viaje a Irlanda y desde luego encantados de haber conocido su capital. Una vez en el hotel preparamos toda la documentación que nos haría falta para realizar el viaje a Estados Unidos que sería nuestro siguiente destino.
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