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Turisteando el mundo

  • Foto del escritorPilar y Paco Viajeros

Lugares de la Mancha que no imaginas. Las sierras de Alcaraz y Segura. Castilla La Mancha (España)


Ante todo decir que ha sido uno de los viajes que más nos ha gustado hacer por carretera en coche particular. Esperamos por tanto, que la crónica escrita que estáis leyendo os parezca tan fascinante como a nosotros nos ha parecido este viaje

Empecemos... El viaje lo comenzamos el pasado día jueves 30 de Abril desde la localidad de Manzanares (Ciudad Real) donde por razones de trabajo nos reunimos los dos y después de un espléndido café enfrente del Gran Teatro y ver la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción nos dispusimos a emprender un viaje diferente por La Mancha.

Un recorrido magnífico de poco más de una hora con una luz casi irreal debido a la limpieza en el aire que permitía la observación del horizonte en muchísimos kilómetros. Paisajes hermosos de agua, cielo, tierra y mares de pastos y cultivos verdes.

Llegamos a Alcaraz, , (del árabe “Al -karaz”, el cerezo), quedándonos sorprendidos de la belleza de su calle principal y su Plaza mayor que atravesamos hasta llegar al hostal donde teníamos reservada nuestra estancia, El Mirador de Alcaraz.

Un hostal muy agradable con un patio interior árabe nada menos que del siglo VII y unas vistas inconmensurables hacia la sierra de Alcaraz desde la terraza que tenía la habitación.

Sabíamos que se celebraría esa noche “Los Mayos a la Virgen de Cortes” así que teníamos el tiempo justo para pasear por el pueblo y cenar, antes de acudir como todos los residentes que en ese momento se encontraban en el pueblo a dicha celebración.

El paseo por la villa no puedo ser más fructífero, la cuna del maestro Vandelvira, el arquitecto con más relevancia en el Renacimiento español, se nos ofrecía majestuosa ante nuestra mirada, dando más importancia si cabe a las torres monumentales enclavadas en la Plaza Mayor al reflejar el sol de la tarde en sus paredes de piedra y ladrillo.

La Torre de la Trinidad y la Torre del Tardón, esta última obra de Vandelvira. Ambas de base prismática irregular constituyen la más conocida imagen del pueblo. Construidas para verse desde lejos y para inscribir la historia de sus santos y escudos en sus muros.

La Iglesia de la Santísima Trinidad adosada junto a la plaza con tres siglos que se pueden apreciar en su fachada. s XIV, XV y XVI. Consta de tres capillas, una atribuida a Vandelvira y otra a su escuela, la última pertenece a la escuela renacentista italiana. En la misma plaza se observa una constancia de la arquería, que sustenta el Ayuntamiento, la Lonja del Corregidor y la Regatería de sobrio clasicismo, que junto a las Torres, la Iglesia y el arco de Zapatería que da acceso a las Ruinas del Castillo, han hecho considerar a esta ciudad como Monumento histórico –artístico desde 1945.

Y todo eso no era lo único que tenía de admirar esta ciudad. La famosa puerta de Alhorí construida en 1540, es posiblemente la obra más espectacular de la ciudad. Obra de Vandelvira perteneciente al Plateresco, dispone del escudo de la ciudad sujetado por angelotes y el escudo d Carlos I de España y V d Alemania.

Seguimos paseando y fijándonos en innumerables detalles, adornos, arcos, portadas y balcones. La puerta de la Aduana, La casa de los Galiano, el convento de San Francisco o la Torre do Grogojí son algunos de los tesoros que esconde entre sus calles y parajes este bello pueblo serrano.

Llegó la hora de cenar y elegimos hacerlo en el mismo hostal donde estábamos alojados, fue buena elección ya que nos reservaron una mesa en un lugar íntimo, acogedor y muy bien restaurado. La comida típicamente castellana y sabrosa. Atascaburras y lomo de orza.

Subimos a la habitación a coger unas chaquetas por si acaso se necesitaran para la noche y de nuevo rumbo hacia la Plaza mayor para escuchar los “Mayos”, ” que como cada año se cantan el día 30 de abril en el pueblo por la noche y el día 1 de Mayo se sube la Virgen en Romería a su Santuario y se vuelven a cantar, pero esto es historia para mañana.

Una vez allí algunos chavales repartían folletos con los textos de los rezos cantados a la Virgen, nos sentamos en una esquina de la Plaza y esperamos cámara en mano, la explosión de júbilo de los fervorosos seguidores de la Virgen de Alcaraz, cánticos de alegría, sonrisas en los rostros y ganas de pasarlo bien. Amenizado además con un buen plantel de numerosos y diversos fuegos de artificio.

Acabado el espectáculo de los fuegos artificiales volvimos a nuestro hostal para descansar, el día había sido muy completito. Si el día anterior fue bello por el ambiente primaveral que disfrutamos, el despertar del nuevo día fue algo más que espectacular. Se observaba desde nuestro balcón, las diferentes tonalidades de verde de las sabinas, los pinos, las encinas y los arbustos de las montañas junto al variado multicolor de las amapolas y margaritas crecidas de forma indiscriminada en las faldas de las montañas.

No podíamos permitir que un día así se escapara, para contemplar la excepcional naturaleza que queríamos observar, y aquí os ponemos el mapa de los lugares que nos tocaban hoy: El Salobre, Riopar Viejo, Riopar, Nacimiento del río Mundo, Elche de la Sierra y Ayna. Nos pusimos en marcha nada más desayunar y en un recorrido cortito y precioso a uno y otro lado de la carretera llegamos a El Salobre.

La belleza del entorno y sobre todo el cuidado de su río que le da nombre, confieren al pueblo una excepcional característica... Excelencia ambiental.

Hicimos la ruta que cualquier visitante haría al llegar a tan bonito pueblo, la ruta del río Salobre, señalada en el anterior enlace tenéis la pagina web, donde podéis consultar más datos y características de uno de los paseos en la naturaleza más bonitos, fáciles y cuidados que hemos hecho en primavera.

Nuestras felicitaciones al pueblo y a la Fundación Salobre que lo hacen realidad. No dejéis de cuidarlo es una autentica maravilla.

Como anécdota os diremos que El Salobre es el pueblo natal de José Bono, parece que muy querido por sus vecinos, que le siguen llamando Pepito y correspondido por supuesto por él, que vuelve siempre que puede.

Además es el pueblo natal de los abuelos de Pilar por lo que no podíamos dejar de visitarlo en un recorrido por estos lugares de la Mancha.

Pues con una gran sonrisa en la boca, después del buen sabor de boca que nos dejó la visita en El Salobre, nos dirigimos hacia Riopar Viejo. La carretera siguió regalándonos paisajes alucinantes mientras llegábamos al destino.

A 1.150 metros de altitud se encuentra Riopar Viejo, un pueblo de origen antiquisimo que se remonta a la Edad del Bronce y que aún conserva restos iberos, visigodos y árabes. Enclave privilegiado, actualmente protegido con animales salvajes como los lobos, con un mirador excepcional del que se divisa prácticamente todo el valle.

Aprovechamos la ocasión y la buena temperatura para tomar un almuerzo al aire libre. Continuamos después con un paseo y por supuesto haciendo las fotos de rigor.

Admiramos su preciosa Iglesia del siglo XV y observamos (desde abajo) los restos del Castillo Árabe. A quien le interese, decirle que la Casa del Águila (Hostal rural) es pionera en acoger a peregrinos a Compostela en la Ruta Cartaginense que pasa por: Moratalla, Riópar, Ruidera, Consuegra, Toledo, Ávila, Salamanca y en Astorga por fin se junta con el Camino Francés.

Y de allí bajamos al pueblo de Riopar, que nos dio la bienvenida con un precioso paseo cubierto de moreras.

En este municipio estaban enclavadas las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, la historia de esta fabrica se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII cuando el ingeniero austriaco Gaubner logra el apoyo del monarca Carlos III para la explotación de una mina de calamina (zinc) teniendo los bosques y las aguas del territorio como fuente de energia de la que llegó a ser la Real Fabrica de Metales, convirtiendose en la primera de su clase en Europa y en la segunda del Mundo. Esta Real Fabrica funcionó más de doscientos años, hasta que se cerró definitivamente en 1996 convirtiéndose después de una rehabilitación en Museo de Arqueología Industrial.

Allí además se encuentra la Oficina de Turismo del Ayuntamiento, donde nos dieron la información suficiente para seguidamente dirigirnos al Nacimiento del Rio Mundo.

En apenas diez minutos, recorrimos los 8 Km que separan Riopar de la entrada al parque donde se encuentra el Nacimiento del Rio Mundo. Tuvimos suerte, ya que sólo tardamos una media hora en pasar a dejar el coche en el parking. Como solo admiten 100 coches, lo normal en un fin de semana o festivos es llegar a tardar más de una hora.

Durante la espera pudimos preguntar al guardia forestal que controlaba el acceso, cual es la mejor forma de acceder a "Los Chorros". Nos explicó que hay dos sendas, una con escaleras que discurre junto al río y otra en rampa que es más accesible para personas con peores condiciones físicas, a través de la montaña. El recorrido en cualquiera de los dos casos, no llega al kilómetro. Para seguir hacia la cumbre se necesitan permisos especiales.

Dejamos por fin el coche en el parking y nos dirigimos a conocer unos de los paisajes más espectaculares de España. El recorrido en si es una belleza, nosotros subimos por la senda fácil y volvimos por las escaleras. En total haríamos unos 2Km y medio y nuestro paseo duró aproximadamente una hora y cuarto con paradas para descansar, observando rincones, sacando fotos y videos, es decir, disfrutando de ello.

Los colores de la montaña en un soleado día primaveral eran maravillosos. Las combinaciones de agua, roca y cielo con la vegetación exuberante, parecían solícitos de nuestros objetivos de cámara. No solo nosotros, si no la mayoría de personas que habían acudido se hacían notar por el ruido de sus disparadores.

La dificultad del paseo llega a su fin cuando se alcanza la gran cascada del río. Contemplando aquello se hace muy difícil describir su belleza. Disfrutamos acercándonos a la orilla del río para ver la pureza de sus aguas, a las pozas que se formaban debajo de las cascadas y por supuesto, respiramos el aire primaveral de la Sierra del Segura.

Cuando quedamos hartos de realizar innumerables fotos y videos y de observar cuanto teníamos alrededor, comenzamos la bajada hacia el parking. Esta vez lo hicimos por las escaleras que están junto al margen del río.

Claro está fue mucho más fácil y descansado, pero igualmente de fructífero porque el sonido del agua avanzando en su cauce era del todo relajante y bello.

Llegó la hora de comer, eran las 14:00 h. y nuestra próxima parada programada era Ayna. No sabíamos si tendríamos tiempo de llegar por la distancia que existía, algo más de 50 km que en estas carreteras se convierte en una hora larga, así que tocaba improvisar. Sacamos el coche del parking y cogimos la carretera CM412. Llegamos hasta Elche de la Sierra , otro pueblo serrano y cuya vida está regulada por el río Segura.

Eran pasadas las tres de la tarde y al no ver ninguna opción para comer seguimos camino pero antes contaros dos informaciones a tener en cuenta si pasáis por aquí. La primera es que podemos visitar la Tumba del General Cartaginés Amílcar Barca. Según cuenta la leyenda y así lo ponen de manifiesto numerosos escritos, el General murió en las inmediaciones del Río Segura en la Batalla de los Toros de Fuego, situada a unos 3 Km. del municipio en dirección a Villares y en el lugar conocido como El Mojón. Y la segunda las alfombras de serrín que se realizan en El Corpus Cristi y que están declaradas de Interés Turístico Nacional. Paramos a comer en una especie de complejo rural "La Tejera", con un buen restaurante, que nos gustó bastante y las vistas del lugar eran preciosas.

La carretera CM 3203 entre Elche de la Sierra y Ayna (nuestro próximo destino), es de los parajes más espectaculares, junto al Río Mundo, de la zona. Creo que las fotografías hablarán por sí solas del lugar. El mirador de los infiernos, es un Balcón volado sobre el río Mundo desde se divisa una estupenda panorámica de la aldea de Royo Odrea y las peñas “del Prao” y “el Pico”. Se encuentra situado en la carretera CM 3203, dirección Elche de la Sierra, al pasar la aldea de Las Hoyas.

Impresionados llegamos al pueblo de tanta belleza que habíamos visto en la ruta. Pero no dejó de impresionarnos la vista de este pueblo, Ayna, conocida con la Siuza Manchega y encajonado entre la roca. Ayna, enclavada en la comarca albaceteña de la Sierra del Segura, es uno de los parajes más sugestivos de Castilla La Mancha, localizado en los más profundo de la garganta que forma el río Mundo, es un singular y abrupto enclave natural y uno de los pueblos más pintorescos de la zona.

Debido a su especial ubicación y con el fin de aprovechar la reducida superficie disponible, los habitantes de Ayna han utilizado para diversos cultivos las terrazas excavadas en las laderas del monte.

Además del paisaje, mantiene numerosos vestigios de las diversas culturas que la han ido poblando, como las Pinturas Rupestres Paleolíticas de la Cueva del Niño, cuna del arte rupestre albaceteño, el artesonado mudejar de la Ermita de los Remedios, los restos del Castillo de la Yedra, de origen islámico, el Salero o las serpenteantes callejuelas que forman su casco urbano antiguo.

Pero lo que puso este precioso pueblo en el mapa fue la película de José Luis Cuerda, AMANECE QUE NO ES POCO, y aquí en este enlace os podéis descargar en PDF el folleto de la ruta por el pueblo y que se encuentra marcada con explicaciones en los distintos lugares. Un paseo por las empinadas calles de Ayna, llenas de rincones y recovecos, nos llevarán a revivir las singulares escenas de “Amanece, que no es poco”.

En cualquier momento, podremos encontrarnos a alguno de los muchos extras del pueblo que participaron en la película, y que nos podrán contar multitud de anécdotas del rodaje como nos ocurrió a nosotros.

En ese momento era un niño de 7-8 años que participó en el rodaje y su padre era el encargado de la pensión-bar donde el director de cine comía todos los días y nos contó toda la historia y tuvo un ratito todavía para enseñarnos el restaurante que el abriría aquella noche y el lugar donde comía su padre y el director que había conservado. Se llama restaurante "El Casino" y os lo recomendamos si pasáis por este pueblo.

Decidimos dejar este lugar y emprender retorno a Alcaraz, pero todavía nos quedaba llegar al mirador del diablo y a la en “La Rodea grande”, así es como se conoce aquí esta curva de la carretera desde Albacete a Ayna y que nosotros tomamos en sentido inverso, encontrarnos con el famoso sidecar de la peli.

De vuelta a Alcaraz, nos topamos con El Santuario de Nuestra Señora de Cortes que está situado sobre una colina a seis kilómetros del pueblo. El santuario debió de construirse en el principio del siglo XVIII, aunque los orígenes se fechan nueve años después de la conquista llevada a cabo por Alfonso VIII.

Las crónicas cuentan, además, que dicha Atalaya era en realidad el castillo de Carriz, donde el rey Alfonso VIII de Castilla se reunió con los reyes Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, en las primeras Cortes conjuntas de la primigenia España, acordando importantes estrategias y compromisos para la batalla definitiva contra los almohades en las Navas de Tolosa (1212), y la posterior conquista de la ciudad de Alcaraz (que quedaría a retaguardia). Así fue como dicho asedio duró desde primeros de marzo hasta la segunda mitad del mes de mayo de 1213, consiguiendo, con no poco esfuerzo, tomar para siempre dicha ciudad.

Fue cuando, nueve años después, el 1 de mayo de 1222, se produjo la aparición de Ntra. Sra., al pastor Francisco Álvarez, natural de Solanilla, en el hueco de una encina. En recuerdo de aquel singular evento se erigió el santuario actual.

En la actualidad, es un lugar de peregrinación desde los distintos puntos de La Mancha y de la Andalucía septentrional, que cada 1 de mayo y 8 de septiembre, concentra a una numerosísima multitud en romería junto a este santuario.

Ya nos quedaba llegar a nuestro hotel, cenar y descansar que todavía quedaban lugares en la Mancha por descubrir.


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