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Turisteando el mundo

  • Foto del escritorPilar

Santiago de Compostela y su catedral (Unesco). La Coruña, Galicia


Santiago de Compostela, pertenece a la provincia de La Coruña, es la capital de la Comunidad Autónoma Galicia, pero sin duda el viajero o el caminante la conoce como la ciudad en la que confluyen los distintos Caminos de Santiago, los principales el Camino Francés y Caminos del Norte de España, Camino de la Costa y el Camino Primitivo; declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993 los dos primeros y en 2015 los otros dos. Esto hizo que a la ciudad de Santiago llegaran numerosas gentes y numerosas culturas para ver al Apóstol Santiago, convirtiéndose en uno de los tres lugares de peregrinación del cristianismo más Importantes del mundo junto a Jerusalén y Roma. Esto hizo que en la Edad Media la ciudad de Santiago de Compostela se fuera convirtiendo en una ciudad para el caminante, sus calles con soportales, hospitales, la Universidad, casi todo construido con granito, donde su Catedral preside esta hermosa ciudad. Todo este conjunto sin igual, es decir, su denominado Centro histórico o ciudad vieja, fuera declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985, de la que la Unesco dice: “Sede de uno de los más célebres lugares de peregrinación de la cristiandad y símbolo de la lucha de los cristianos españoles contra el Islam, esta ciudad del noroeste de España fue arrasada por los musulmanes a finales del siglo X. Totalmente reconstruida en el siglo siguiente, Santiago de Compostela es una de las zonas urbanas de mayor belleza del mundo, realzada por sus monumentos románicos, góticos y barrocos. Los más antiguos se concentran en torno a la catedral, tumba del apóstol Santiago, a la que se accede por el magnífico Pórtico de la Gloria”.

Mi paso por Santiago de Compostela en el viaje del verano de 2021 que os he contado en Galicia y Portugal sin coche: Planificación, ruta y hoteles, fue tan solo de unas horas donde mi propósito era conocer el recién restaurado Pórtico de la Gloria y para ello había reservado las entrada para visitarlo en la web de la catedral por el módico precio de12€, casi un mes antes de mi visita; ahora con el turismo ya a tope supongo que habrá que hacerlo con más anticipación.


Llegué a Santiago de Compostela en tren procedente de La Coruña, donde estaba alojada, en un trayecto de unos 25 minutos; como la estación está en la parte baja de la ciudad cogí un taxi y le pedí que me dejara lo más próxima a la Plaza del Obradoiro. Llegué un poco antes de las nueve de la mañana y me impresionó ver la plaza absolutamente vacía, algo que no había conocido en mis múltiples visitas a esta ciudad. Por cierto, mi primera visita a Santiago fue en el año 1988, como destino final del Camino de Santiago que hice desde Ponferrada en diez días.

Creo que toda visita a la ciudad debe empezar aquí, en La Plaza del Obradoiro, e incluso si tan solo tienes unas horas y tan solo ves este lugar puedes decir que conoces la ciudad. Su nombre viene de que aquí estaban ubicados los obradoiros, en gallego, que eran los talleres de los canteros que almacenaban la piedra para la construcción de la Catedral.


Esta Plaza del Obradoiro, para mí, es una delas más bonitas del mundo y un imprescindible en un viaje a Galicia o a España. Es el lugar más monumental de la ciudad con edificios únicos: La Catedral, del Pazo de San Xerome actual Rectorado de la Universidad, el Hostal de los Reyes Católicos actualmente Parador Nacional y el Pazo de Raxoi sede de la Presidencia de la Xunta y del Ayuntamiento.

Mientras esperaba a que fueran las diez de la mañana, hora de apertura, para comenzar mi visita por los Museos de la Catedral di un paseo por los alrededores del lugar y me senté a tomar un café contemplando este ligar mágico. Deciros que hay varias opciones de reserva que podéis ver AQUÍ, yo en esta ocasión había reservado por 12 euros el Pórtico de la Gloria a las 11,30 horas y con esta entrada se pueden visitar los museos, la cripta y a la hora indicada el Pórtico de la Gloria del Maestro Mateo. Muy interesante también es hacer las cubiertas de la catedral ya que las vistas de la nave de la catedral cuando subes son increíbles, la cubierta pétrea del edificio y de la ciudad también; en esta ocasión no lo hice pero os dejo unas fotos de otra visita anterior, en invierno y lloviendo, que sí las recorrimos. Ya veis las fotografías, más joven y sin canas.

Adentrarte en la colección permanente de los Museos de la Catedral de Santiago es recorrer una parte de la historia del arte del lugar, se conocen los orígenes románicos de la catedral, múltiples representaciones escultóricas del Apóstol Santiago, sobre el gran Maestro Mateo; representaciones múltiples de elementos desde el siglo XIII hasta el XVIII.


También se ve el Claustro Renacentista que en el momento de mi visita lo estaban restaurando; la biblioteca del edificio, reliquias y el tesoro. En la última planta, se suben montones de escaleras, se encuentra una imponente colección de tapices, desde Rubens a Goya, pudiendo salir a la balconada al Obradoiro.

De vuelta al acceso del Museo para empezar la visita del Pórtico de la Gloria, nos dan todas las explicaciones y comienza otra visita a la historia del Pórtico de la Gloria: los instrumentos usados, esculturas, explicación de lo que contiene dicho pórtico; cuando hay que empezar a subir escaleras para continuar la visita y llegar a nuestro objetivo veo que hay un ascensor que te sube hasta el nivel de la nave de la catedral, pregunto y puedo subir y tras visitar el pórtico la salida es por el mismo lugar y se puede visitar el resto ya descendiendo.

Antes de seguir, una brevísima reseña histórica de la Catedral de Santiago de Compostela de la que estamos hablando desde el inicio de este relato y por ende de la ciudad. Según dicen el origen de la Catedral fue un mausoleo romano del siglo I en el que se enterró al Apóstol Santiago después de su muerte en Palestina en el siglo I y trasladaron sus restos aquí. Cuentan que grupo de fieles visitaban este lugar, de los que nada se sabe. Alrededor del año 820 un ermitaño encontró los restos del apóstol, enterado el Rey Alfonso II manda construir una capilla donde estaba el antiguo mausoleo. Unos años más tarde el rey la convierte en sede episcopal y comienza a consolidarse un grupo de población para proteger las reliquias y que será la futura Santiago de Compostela. Dos templos más, el auge de las peregrinaciones nos llevan al año 1075 cuando se comienza a construir la catedral románica por el empuje de Alfonso VI y de Diego Gelmírez, primer arzobispo de Compostela, considerado el artífice de la transformación de la ciudad. No se conformaron con una capilla sino que diseñaron una gran catedral de peregrinación al estilo de lo que ocurría en el camino.

El siglo XII fue un siglo de desarrollo de las peregrinaciones, muchos animados por los romances del Códice Calixtino ; en este momento por Santiago ya desfilaban los mejores constructores del románico y aquí llegamos al Maestro Mateo que

terminó las naves, la cripta y, sobre todo y fundamental, el Pórtico de la Gloria, un sublime conjunto escultórico sin igual que aun hoy preside la entrada oeste de la catedral. Como curiosidad dicen que la escultura situada a los pies del parteluz, conocida como el Santo de los Croques, es la del propio maestro Mateo.

Por fin entraba a ver el restaurado del Pórtico de la Gloria, de él poco más que contaros porque existe mucha literatura sobre esta joya románica. El tiempo de visita era de unos veinticinco minutos y el número de personas que accedimos en ese horario unas quince.

Prohibidísimo hacer fotografías y vigilados con mano de hierro por un guardia de seguridad. Las cuatro fotografías que a continuación incluyo pertenecen a la web de Turismo de Santiago de Compostela. La catedral románica fue consagrada en el año 1211, pero ya desde finales del siglo XII tenía el privilegio de la absolución plenaria a todo el que visitase el templo en un Año Santo Jubilar, que se produce cuando el 25 de julio es domingo. El último fue en 2021 que era el 120 año jubilar que se celebra desde 1182.

Sabéis que siempre soy sincera con las impresiones que me producen los lugares que visito. Pues bien, en este caso me gustaba mucho más el pórtico de la Gloria con la pátina del tiempo sobre él, era mucho más bonito llegar hasta él a través de la nave de la catedral y cuando te dejaban circular libremente. Con tanto como había leído sobre la restauración y la regulación de los visitantes para preservarlo es absolutamente una falacia porque la única separación de la nave eran dos postes con cinta, igual que los que se utilizan para hacer pasillos en cualquier lugar. De esta forma, ¿cómo preservar esta joya?, si siguen entrando miles de personas al día en la catedral. La conclusión es que esto es un paripé para cobrar al visitante doce euros y no para preservar el monumento, además que no te dejan acceder a la catedral y te obligan a salir a la calle para poder volver a entrar. A pesar de estos inconvenientes contemplarlo es absolutamente un placer.


Pues ya estaba casi finalizada la visita que me había llevado en esta ocasión a Santiago de Compostela pero ya desde la calle me faltaba acceder a la cripta, también incluida en la entrada, situada bajo las escalinatas de la fachada del Obradoiro y construida por el Maestro Mateo para salvar el importante desnivel de la Catedral con la Plaza del Obradoiro.

En ese momento ya, sobre las 12,30 horas, la Plaza del Obradoiro era un bullir de gente, cientos de peregrinos con sus mochilas en el suelo, gente paseando y además un acto entre los alcaldes de Santiago de Compostela y Padrón con banda de música incluida. Esta Catedral y la ciudad que acogía a los peregrinos se convirtió en una meta para la Humanidad, por lo que ambas avanzaban a la par, la ciudad creció con hospitales, albergues, mercados, calzadas y con la creación de la Universidad. Llegamos al siglo XVII y XVIII con el barroco que transformó la urbe y la catedral que en 1750 se finaliza la magnífica fachada que hoy vemos en la Plaza del Obradoiro. Y es que esta Catedral de Santiago de Compostela es un libro en piedra de la historia de la cristiandad y de la evolución de la ciudad adaptándose a ella.

Tras estas cuatro horas dedicadas a la Catedral, fui a la puerta Platerías para intentar entrar en la catedral pero la cola era tan grande que desistí.

Seguí mi paseo por las hermosas rúas con soportales que siempre es interesante recorrer, llenas de comercios, restaurantes o muesos para llegar al Parque de la Alameda, despedirme desde aquí de las vistas de la Catedral y saludar, una vez más, a las Marías quizás las esculturas más conocidas y entrañables de la ciudad. Coralia y Maruxa, dos hermanas, conocidas por la locura en su comportamiento pero bajo el que se escondía un drama personal con la Guerra Civil como telón de fondo. Pero esto ya es otra historia.

Seguí caminando hasta la estación de tren, ya era hacia abajo, con la intención de comer y pasar la tarde en Padrón que no conocía. Pero al llegar salía un tren hacia La Coruña y no lo pensé, me pudo ya la necesidad de comer tranquila y ver el mar desde mi habitación. Santiago de Compostela tiene mucho más para conocer y disfrutar, si es vuestra primera vez en esta ciudad dedicarle al menos dos o tres días porque no os decepcionará.



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