El yacimiento de la Villa Romana de Noheda se encuentra en la pedanía del mismo nombre perteneciente al municipio de Villar de Domingo García, a tan solo unos 20 kilómetros de Cuenca, en un terreno en ligera pendiente delimitado al Sur por el arroyo Chillarón, mientras que al norte se ubica el cerro de la Cuesta de las Herrerías. Es una villa romana de los siglos I a. C. al VI d. C. en la que estuvo ocupada de forma ininterrumpida y en ella se encontró el mosaico que está considerado como el mayor mosaico figurativo del mundo romano conocido hasta el momento. Cuenca cuenta con un gran número de ciudades romanas, como Segóbriga, Ercávica y Valeria.
Fue descubierto por casualidad en los años ochenta del siglo XX y no sería hasta el 2005 cuando se empezaron a realizar prospecciones de forma sistemática. En 2019 se abrió al público para su vista. En la actualidad tan solo se ha excavado algo más del 5% del total de esta compleja Villa rural tardorromana, que seguro en los años siguientes nos da muchas más sorpresas, aún hoy los investigadores no se ponen de acuerdo si formaba parte de la ciudad romana de Urbaica o Cella.
Para visitarla es necesario hacer reserva previa, horarios y precios, gratuita hasta el 21 de diciembre de 2021 podéis pinchar AQUí y encontraréis toda la información. Las visitas son guiadas y su duración es de una hora aproximadamente, con un ratito de tiempo libre para poder realizar fotografías. Para llegar a esta villa romana hay que tener coche o buscar un taxi que te lleve, te espere una hora y te devuelva a Cuenca que fue lo que hice yo al no disponer de coche; hay autobuses públicos pero no adaptado a las visitas y es imposible poder utilizarlos.
Una vez comprobadas las entradas de las 8 personas que teníamos reserva, comienza la vista donde la guía nos explicó lo que hemos contado más arriba. También que hay tres áreas excavadas como el Gran Balneum con casi 900 metros cuadrados, a Pars Rustica al norte con estructuras de muros y la Pars Urbana y la sala tricora con distintas estancias del edificio residencial que es la que visitamos.
Entramos a la gran carpa metálica con la que han protegido este increíble el enorme triclinio o comedor con tres ábsides de más de 290 metros cuadrados que contiene el mosaico figurativo de 231,62 metros cuadrados y con casi 3 millones de teselas más grande del mundo romano superando al de Issos en Pompeya, de ahí el sobrenombre que recibe esta villa de "La Pompeya española". Fue en 2008 cuando se comenzó a excavar este mosaico sin imaginar las dimensiones y conservación del mismo; está realizado en su mayor parte con la técnica de teselas llamada opus vermiculatum, que hace referencia a que cada tesela adopta la forma necesaria para su elaboración.
Lo vemos desde arriba a través de unas pasarelas colgantes que van recorriendo todo este rompecabezas de mosaicos de esta sala que servía para llevar a cabo los eventos sociales o las transacciones comerciales y como no, los pactos políticos del dominus o propietario de la villa. Quizás la única pega que encontré fue la iluminación del lugar, que por los focos encendidos excesivamente potentes y la luz que entraba por la estructura hacía bastante difícil hacer fotografías y ninguna de ella refleja la delicadeza, sutileza y belleza de los colores del mosaico.
La composición es interesante y preciosa, con una gran combinación de temáticas mitológicas, representaciones de diversos juegos y de géneros literarios y teatrales con un claro estilo narrativo que permite seguir la secuencia de los diferentes episodios que se cuentan. Así se cuentan escenas de Pélope e Hipodamía, Zeus en la boda de Tepis y Peleo o escenas del dios del Vino rodeado de sátiros. También aparecen escenas de mar y pesca o del circo romano.
En una de las zonas se puede apreciar como este gran mosaico está superpuesto sobre otro anterior, lo que demuestra que los gustos y las modas cambian. La riqueza del trabajo y los materiales usados hacen pensar que el dueño de esta villa agrícola debió ser uno de los grandes personajes del Imperio Romano en Hispania.
También han aparecido y descubierto para su visita el sistema de calefacción de las casas romanas, hipocausto, donde por conductos pasaba aire caliente. Muy interesante.
Cerca del pueblo hay un pequeño centro de interpretación del yacimiento pero en el momento de la vista a Noheda estaba cerrado por la pandemia todavía. Contenta por haber podido conocer este yacimiento quedaba volver a Cuenca y seguir con las visitas de esta hermosa ciudad que os contaré en Cuenca, qué ver en 1 o 2 días (Unesco). Todos los relatos los podéis encontrar en Viaje a Cuenca en transporte público en Semana Santa.
