Este 28 de junio de 2017 nos llevaría a cumplir otro de nuestros sueños viajeros, que no era otro que conocer la ciudad de Buenos Aires. La compañía Latam retrasó el vuelo que nos llevaría de la ciudad de Puerto Iguazú a Buenos Aires en casi una hora y media, llegamos a esta ciudad sobre las 13,30 horas, aterrizamos en el Aeroparque Jorge Newbery que se encuentra en el centro de la ciudad y en menos de media hora estábamos delante de nuestro hotel “Meliá Recoleta Plaza” en la calle Posadas en pleno centro del barrio porteño de la Recoleta.
Dejamos nuestras maletas y rápidamente estábamos listos para empezar a recorrer esta ciudad. Decidimos que nuestra primera tarea era comer y dar un paseo por nuestro barrio, que así lo llamamos durante los seis días que pasaríamos en la ciudad. El Barrio de la Recoleta fue nuestra elección y nuestro primer contacto con esta ciudad de Buenos Aires que tanto nos gustó.
El Barrio de la Recoleta es uno de los más elegantes de la ciudad de Buenos Aires, por sus edificios, su zona comercial, sus plazas y su célebre cementerio. Cuando en 1580 Juan de Garay fundó la ciudad de Buenos Aires, repartió tierras entre los integrantes de su expedición. El sector comprendido por el actual barrio de Recoleta fue concedido a Rodrigo Ortiz de Zárate. Durante más de un siglo esta zona estuvo ocupada por quintas y fue en el siglo XVIII cuando las quintas de la zona comenzaron a dividirse, ser edificadas y a poblarse. Así nace este barrio porteño que debe su nombre al Convento e Iglesia de los frailes recoletos que llegaron aquí a principios del siglo XVIII.
Tras las frecuentes epidemias de cólera y las de fiebre amarilla de finales del siglo XVIII, las familias más pudientes de la ciudad se desplazaron al Norte y así fueron poblando la zona. Se construyeron mansiones de estilo francés que cambiaron el paisaje arquitectónico del barrio que llegó a conocerse como la “pequeña París” de Buenos Aires. La consolidación definitiva del barrio fue obra del primer intendente de la ciudad, Torcuato de Alvear.
QUÉ VER, QUÉ HACER Y QUÉ VISITAR EN EL BARRIO DE LA RECOLETA
El Hotel Meliá Recoleta Plaza, sería un edificio más de este bello barrio, si no fuera porque fue residencia entre 1942 y 1944 de uno de los personajes más conocidos y queridos en Argentina, hablamos de Eva Duarte, más conocida como Evita Perón. Fue construido en la década de los años 30 con el nombre de “Residence Golden Home”. En aquellos años en esta parte del barrio se sucedían bares, cabarets, garitos, y demás locales nocturnos donde las clases pudientes alternaban con "chicas de mal vivir" que allí se congregaban.
Tras sus primeros papeles radiofónicos, pudo acceder a un domicilio propio hasta llegar a esta calle Posadas, se instaló aquí porque cerca se encontraba “Radio Belgrano”, la emisora en la que trabajó como actriz radiofónica de reparto. Unos meses después pudo mudarse a otro apartamento mayor, dos portales más abajo en esta misma calle. Ya casada con Juan Domingo Perón, se instalaron en una residencia nuevamente en esta misma calle, en el número 1561.
Ya veis que estuvimos en una calle y un hotel cargado de historia. Si bien no se puede acceder a la zona de habitaciones, siempre se puede entrar y dar un paseito por las zonas comunes, que aunque pequeñas, son muy hermosas. Además en la zona central existe un mural que creó el escultor Julio Geró, amigo de Perón, para adornar el pasillo que unía los dos edificios. Esta obra es hermana de la que adorna el hall del Teatro General San Martín de Buenos Aires, y que nosotros no pudimos visitar.
Con este texto dan la bienvenida en la actualidad a los clientes: “Querido huésped y amigo de esta casa. Está usted rodeado de historia, envuelto de acontecimientos que cambiaron el devenir de una Nación. Busque algún rincón recóndito y agudice sus sentidos, seguro que escuchará los vítores de la muchedumbre en la calle, las notas del piano de Evita, sus risas de felicidad…”
Cementerio de la Recoleta
En 1822 nace el primer cementerio de la ciudad de Buenos Aires en el huerto de los frailes recoletos como enterramiento general llamándolo Cementerio del Norte, aunque es conocido por los porteños como el Cementerio de la Recoleta. Ubicado en la calle Junín 1760 y frente a él se encuentra la Plaza Alvear, más conocida como la Plaza de Francia. En pleno centro del barrio y de la ciudad.
Es uno de los lugares más visitados y un lugar imprescindible en un recorrido por Buenos Aires y sin lugar a dudas por el Barrio de la Recoleta, por sus numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas. En este cementerio se encuentran muchos de los personajes protagonistas de la historia argentina, como el de Eva Perón (Evita), una de las tumbas más concurridas si bien no de las más hermosas.
Con estos datos, a pesar de que no nos gustan los cementerios, realizamos una visita al campo santo. En la entrada compramos un mapa por 50 pesos para seguir el recorrido por los mausoleos más importantes adornados con mármoles y esculturas imponentes; más de 90 mausoleos han sido declarados Monumentos Históricos Nacionales.
Como todo lugar que se precie, el Cementerio de la Recoleta y los que allí reposan, están cargados de leyendas, fantasmas y mitos. Si queréis leer algunas de estas historias pinchad aquí. Una de las esculturas que más nos conmovió fue esta que os mostramos.Nos parece, cuando menos curioso, que un cementerio se convierta en un lugar turístico de primer orden y se agolpen visitantes para recorrerlo o realizar alguna de las múltiples visitas guiadas que existen. Tal vez sea porque la muerte es el gran misterio de la vida.
Iglesia del Pilar
Junto al Cementerio de la Recoleta, se encuentra la Iglesia del Pilar considerada una de las obras más hermosas de la arquitectura colonial en Buenos Aires y la más emblemática del Barrio de la Recoleta. Es el segundo templo más antiguo de la ciudad y uno de los pocos que conservan todos sus retablos, imaginería y elementos de culto de la época.
La iglesia fue inaugurada a principios del siglo XVIII, como templo del Convento de los Recoletos Franciscanos. A principios del siglo XIX expulsaron a los frailes y expropiaron todos sus bienes, quedando cerrada la iglesia y en el antiguo huerto se construyó el Cementerio de la Recoleta. Unos años después el convento fue asilo de ancianos.
La iglesia es de una sola nave con pequeñas capillas laterales. El retablo barroco y el altar mayor son especialmente bellos; aquí nos encontramos una talla atribuida a Alonso Cano de San Pedro de Alcántara, que desde que conocimos el Convento del Palancar en Cáceres donde residió, parece que nos persigue.
Cuenta además con una cripta y los claustros que son vestigios del antiguo claustro del monasterio y dedicado hoy a museo. Para el acceso a los claustros hay que pagar una entrada de 20 pesos. Una iglesia con mucha historia en la ciudad de Buenos Aires y a la que dedicamos un tiempo en nuestra visita al Barrio de la Recoleta. Si queréis conocer este lugar con más profundidad y con la visión de una argentina os recomendamos que leáis el artículo de Lilián Nati aquí.
Centro Cultural de la Recoleta
Al lado de esta iglesia y siguiendo en la calle Junín 1930 se encuentra el Centro Cultural Recoleta que ocupa lo que fue el antiguo convento de los Recoletos. El arquitecto italiano llegado a Buenos Aires hacia 1850, Juan Buschiazzo, hizo la gran remodelación del edificio a finales del siglo XIX introduciendo numerosas modificaciones e incluyendo una capilla neogótica.
Las galerías de exposición fueron los dormitorios de los monjes, así como los patios cuyos muros lindan con la Iglesia del Pilar y el Cementerio de la Recoleta y son de origen colonial.
Cruzando la calle central o Patio de los Tilos se puede ver la capilla de Buschiazzo y asomándose a sus terrazas unas vistas panorámicas de la ciudad muy bellas, desde aquí es uno de los mejores lugares para ver el imponente edificio neoclásico de la facultad de Derecho.
El Centro Cultural de la Recoleta tiene un gran abanico de exposiciones y actividades que hacen del lugar un centro de referencia cultural en la ciudad y en el barrio.
Saliendo por la parte trasera del Centro Cultural de la Recoleta se accede al Centro Comercial Buenos Aires Desing, un centro de tres plantas lleno de tiendas de elementos para el hogar. No lo mencionamos como lugar a visitar sino porque bajando sus tres plantas llegas a la Plaza de Francia y al Museo de Bellas Artes ((MNBA).
El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA)
Situado en la Avenida del Libertador, 1473 es uno de los más importantes de Latinoamérica y el que tiene la mayor colección de arte argentino del país. Es un museo vivo con cantidad de actividades y visitas guiadas que podéis consultar aquí: Museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires.
Fue inaugurado en 1896 y debido al aumento de la colección cambió varias veces de sede hasta llegar a su emplazamiento actual en el año 1933 en un edificio reformado para su uso museístico que había sido la casa de bombas y depósitos de agua de la ciudad de Buenos Aires. Sus colecciones son importantísimas y variadas, nos gustaron las de arte antiguo asiático, la de arte prehispánico y colonial americano. La colección de pintura internacional tiene representados a todos los pintores universales desde el Greco, pasando por Rembrandt o Rubens hasta Picasso.
Nos sorprendió gratamente encontrar dentro de su colección un Anglada Camarasa y un Ulpiano Checa, de este último os hablamos en un post sobre Colmenar de Oreja en Madrid donde tiene un museo, un pintor desconocido para nosotros hasta hace bien poquito.
Entre los pintores argentinos nos gustaron muchísimos obras de Xul Solar, Carlos Alonso o Benito Quinquela. En definitiva un Museo que hay que visitar en la Ciudad de Buenos Aires y en el Barrio de la Recoleta donde está ubicado. El acceso es gratuito y su horario de martes a viernes de 11 a 20, sábados y domingos de 10 a 20 y los lunes cerrado.
Desde el museo y tras ver el monumental edificio de la Facultad de Derecho nos dirigimos a visitar en La Floralis Genérica o la flor, como se la conoce en Buenos Aires
Floralis Genérica
Es una escultura realizada en acero inoxidable y aluminio que pesa 18 toneladas y mide de 23 metros de alto y cuenta con seis pétalos que tienen movimiento. Se encuentra en la Plaza de las Naciones Unidas, junto a la facultad de Derecho. El autor de esta inmensa escultura es el arquitecto argentino Eduardo Catalano que la donó a la ciudad en el año 2002, siendo la primera escultura en movimiento controlada por un sistema hidráulico y células fotoeléctricas.
A los pocos años de su inauguración, como consecuencia de un vendaval se rompieron sus pétalos y el mecanismo, estuvo abierta las las 24 horas del día hasta 2015 en el que se recuperó su movimiento de apertura con la luz solar y su cierre a la caída de la tarde. Según su creador se trata de la proyección de uno de sus sueños, el de construir una estructura en gran escala que refleje el dinamismo de nuestro tiempo.
Librería Ateneo Grand Splendid
En la Avenida Santa Fe 1860 se encuentra uno de los iconos de Argentina, de la ciudad de Buenos Aires y del Barrio de la Recoleta, hablamos de la Librería Ateneo. Un lugar, para los amantes de la lectura en el que pasarse horas y horas contemplando libros y porqué no, observando a la gente que pasea por ella maravillándose del espectáculo que les rodea. La librería Ateneo, además, está considerada como una de las librerías más bellas del mundo. Fue creada en el año 2000 sobre el antiguo cine teatro Grand Splendid en el Barrio de Recoleta, conserva su esplendor y elegancia, con la cúpula decorada con frescos, las barandas originales y la decoración intacta. En el antiguo escenario funciona un bar que invita a sentarse, en los palcos también existen puestos de lectura.
El Ateneo Grand Splendid es la librería con mayor cantidad y variedad de libros, en cifras de 2016, cuenta con más de ciento veinte mil títulos, es visitada por más de tres mil personas y sus ventas superan los ochocientos mil volúmenes. Pero hoy es además visitada por cientos de turistas que llegan a la ciudad de Buenos Aires, habiéndose constituido como uno de los lugares imprescindibles de la ciudad.
Sin lugar a dudas su referencia librera es indiscutible, pero el edificio que contiene todo este volumen cultural es único. El antiguo cine teatro Grand Spendid abrió sus puertas en 1919 y enseguida se convirtió en uno de los puntales de la cultura porteña. Por él pasaron grandes artistas como Carlos Gardel que comenzó a grabar en 1920 y la sala aún se conserva aunque no se puede visitar.
Pero lo que llama más la atención de todo el edificio es la espléndida cúpula pintada por Nazareno Orlandi. Es una representación alegórica de la Paz pintada como homenaje al final de la primera guerra mundial. La paz está representada por una figura femenina rodeada de guirnaldas de flores , ángeles, ninfas creando un ambiente festivo y alegre.
Aquí os dejamos los horarios de la Librería Ateneo Grand Splendid que ya nos gustaría tenerlos en las librerías de España. Es un lugar imprescindible si se visita la ciudad de Buenos Aires.
Horarios: de lunes a jueves de 9.00 a 22.00 . Viernes y sábados de 9:00 a 24:00 . Domingos de 12.00 a 22.00.
Desde este bellísima librería Ateneo pusimos rumbo a nuestro hotel a través de la Avenida Callao y nos encontramos otra sorpresa en ella, de las muchas que nos brindó esta ciudad en los seis días que paseamos por ella.
Placas de la Avenida Callao
Paseando por esta Avenida Callao nos encontramos una serie de grandes Placas en el suelo de la acera con canciones dedicadas a la ciudad de Buenos Aires. Nos llamó mucho la atención y nos fuimos parando en algunas de ellas.
Una vez finalizado el viaje, buscamos la información de estas placas en la Avenida Callao y vimos que corresponden a un programa llamado "Las Baldosas que cantan”, dentro de una campaña de “Amor por Buenos Aires”; consiste en un homenaje a artistas y autores de letras de canciones que compusieron a la ciudad de Buenos Aires y se materializó en unas baldosas colocadas en la acera de la avenida Callao. Estas baldosas tienen unas medidas dos metros por uno vente de ancho con la letra de la canción, título y autor. Todo ello enmarcado en un filete.
La primera baldosa fue colocada en 2011 de una serie de cien, autores como Nacha Guevara, Cacho Castaña, Carlos Gardel y los españoles Alejandro Sanz ( Llega, llego soledad) y Joaquín Sabina (Con la frente marchita), desconocemos si a fecha de hoy se ha completado el proyecto o cuántas están colocadas. Será cuestión de volver a Buenos aires y recorrer esta avenida en busca de "Las baldosas que cantan".
Feria Artesanal de la Recoleta
Otro de los acontecimientos que acontece en este Barrio de la Recoleta, todos los fines de Semana y festivos de 10 de la mañana a 20, es la Feria Artesanal. Se monta, sorteando los desniveles, desde la Plaza Alvear hasta la Avenida del Libertador en la Plaza de Francia convirtiendo al Barrio en una fiesta.
Es un lugar caro pero merece la pena recorrerlo y hablar con los artesanos que exponen sus creaciones; hay textil, cuero, madera, telar, pintura y una gran variedad de cosas. Tienen mucho interés en preservar lo artesano frente a la producción en serie y hemos leído en algún lugar que los artesanos que quieren participar en ella deben pasar un examen que demuestre el origen artesanal de sus productos.
Una feria por la que pasear unas horas y conocer de primera mano la labor artística de los artesanos de la ciudad de Buenos Aires, con muchas otras visitas interesantes en la zona y que ya hemos descrito más arriba.
Pero como no se vive solo de arte sino que hay que alimentarlo, ahora vamos a algunos de las cafererías y restaurantes en los que nos alimentamos en el Barrio de la Recoleta de esta ciudad de Buenos Aires y que nos gustaron mucho.
Cafetería La Rambla
Aquí hicimos nuestra primera comida en la ciudad de Buenos Aires. Es un café decorado con madera al estilo antiguo y nos pareció demasiado clasista y los camareros un poco secos con los clientes que no conocen. Elegimos este lugar porque está a una "cuadra" de nuestro hotel, ya nuestro cuerpo pedía alimento, y porque lo teníamos anotado como una de las recomendaciones que hizo Ricardo Darín, hace siglos a un periódico español, como el mejor lugar para probar el sandwich de lomito en la ciudad. Es un café bastante caro pero el sandwich de lomito estaba absolutamente delicioso. Dirección: Posadas 1602.
Cafetería La Biela
La Biela es el bar y café más famoso del Barrio de la Recoleta desde hace más de 150 años. Su nombre lo recibe de una pieza del motor, la biela. En sus comienzos el bar era frecuentado por personas del mundo del automovilismo. Durante su historia ha sido uno de los lugares frecuentado por escritores, políticos y artistas. Hoy sus mesas, tanto en el interior como en la impresionante terraza sombreada por árboles centenarios es elegida por los vecinos del barrio y los visitantes para tomar un café mientras leen el periódico. La Biela fue declarado Café Notable en 1999 por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Cuando entras te encuentras una mesa con dos de sus más queridos personajes Jorge Luis Borges y Adolfo Boy Casares. Un lugar muy agradable para cenar con tranquilidad. Dirección: Avenida Quintana 600.
Restaurante Sanjuanino
El Sanjuanino es un restaurante tradicional de comida argentina, donde su plato más famoso son la empanadas. Nosotros cenamos este bonito y abarrotado restaurante, con una decoración de estilo rústico y sus hornos a la vista del espectador donde cocinan sus empanadas, de distintos olores y sabores. Elegimos una selección de ellas para poder probar las famosas empanadas argentinas. Un lugar más que recomendable para una comida o cena o incluso repetir, además con unos precios normales a la vista de lo carísima que es la comida en Argentina. Dirección: Posadas 1515
Terrazas del Buenos Aires Desing
Este centro comercial a la espalda del Centro Cultural de la Recoleta es un buen lugar para comer y cenar en la ciudad, tiene múltiples restaurantes todos ellos con mesas en una terraza que recorre la planta. Hay opciones para todos los gustos y bolsillos; nosotros elegimos uno con buena carta de ensaladas, sanwiches y patatas con salsas variadas. Si además es un día de invierno soleado y muy cálido se da la conjunción perfecta para disfrutar de una buena comida tras la visita de la Feria de Artesanía del Barrio.
Aquí también estuvimos tomando café con nuestros amigos de facebook, Sandra Doctorovich y su marido Joaquín Quino, que desvirtualizamos en una tarde soleada del invierno argentino. Un encuentro más que bonito y un placer haber compartido una tarde con ellos; desde aquí amigos muchísimas gracias por dejar vuestros quehaceres para conocernos y gracias Sandra por haber respondido nuestras dudas sobre la ubicación de los hoteles en tu ciudad. Un abrazo enorme para los dos.
Restaurantes del Centro Comercial Patio Bullrich
Este centro comercial se encontraba muy cerca de nuestro hotel, con entrada por la calle Posadas y la Avenida del Libertador. Un lugar muy bonito y con unas tiendas en la que sólo estaba permitido mirar por los precios que veíamos en los escaparates. Pero en su última planta, que estaba ocupada por restaurantes y tiendas de alimentación, cenamos varias noches con mucha calidad y a unos precios razonables. Un lugar adecuado si os alojáis en este precioso barrio.
Muchas más lugares interesantes se encuentran este barrio como la Biblioteca Nacional, la escultura de Evita Perón, los imponentes edificios de la Facultad de Derecho y de la Facultad de Ingeniería, el Palacio Nacional de las Artes, el Paseo de las Esculturas; de los que no pondremos fotografías porque sería interminable pero no queremos dejar de mencionar que en la Plaza Alvear de este barrio, casi invadiendo La Biela, se encuentra el árbol más antiguo y longevo de la ciudad de Buenos Aires plantado en el siglo XVIII y se le conoce como "El Gomero de la Recoleta".
Y aquí algunos de los hijos del "Gomero de la Recoleta"
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