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Turisteando el mundo

  • Foto del escritorPilar

Toledo, un libro de arte en piedra (Unesco). Castilla La Mancha


Tolelum, Tulaytula, Toledo es la capital de la provincia del mismo nombre y de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha desde 1983, en pleno centro de la península. Se encuentra encaramada en el cerro de Águila en pleno meandro del río Tajo lo que le valió ser una ciudad muy bien protegida, dando la impresión que está abrazada por las aguas del río. Hasta el siglo XVI en que Felipe II traslada la corte a Madrid, Toledo resume buena parte de la historia de la España, de la que hablaremos más abajo.


Toledo fue declarada Conjunto histórico artístico en 1940, a día de hoy tiene 112 monumentos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) siendo la ciudad más monumental de España y la segunda de Europa tras Roma, forma parte de la Red de Juderías de España y fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1986, de la que dice: "Depositaria de más de dos milenios de historia, Toledo fue sucesivamente municipio romano, capital del reino visigodo, plaza fuerte del emirato de Córdoba y puesto de mando avanzado de los reinos cristianos en su lucha contra los moros. En el siglo XVI fue la sede temporal del poder supremo, bajo el reinado del emperador Carlos V. Sus monumentos son obras maestras de distintas civilizaciones, creadas en un contexto en el que la presencia de tres grandes religiones –judaísmo, cristianismo e islamismo– constituyó un factor esencial".

Culturas Romana, Visigótica, del Emirato de Córdoba, Judía, de la Edad Media cristiana, muestra de obras únicas de los siglos XV y XVI, del barroco entre otras. Todo ello aderezado por la convivencia de tres poderosas religiones, judaísmo, cristianismo e islamismo que le valió el sobre nombre de la "Ciudad de las tres Culturas", sumando una ubicación geográfica excepcionalmente hermosa, hacen de Toledo un libro de Arte en Piedra.


Un poco de historia


El primer asentamiento que se conoce de Toledo está datado en la Edad del Bronce y se halla en el Cerro del Bú, situado al otro lado del río. Entre este periodo y la llegada de los romanos, Toledo fue una de las ciudades más importantes de Carpetania habitada por los carpetanos que fue un pueblo íbero asentado al este de la península quedando pocos restos de este periodo. En el año 193 a. C. fue conquistada por los romanos, se fortificó y alcanzó un gran desarrollo urbanístico, convirtiéndose en la mayor ciudad del sur de la meseta, conocida con el nombre de Toletum.

Calzada Romana en Toledo

En la Edad Media grandes acontecimientos marcarán el desarrollo de esta ciudad. En el año 411 d. C. la ciudad fue conquistada por los bárbaros, los alanos en primer lugar y los Visigodos después que la harán capital del reino hasta el siglo VIII, mantiene su nombre de Toletum; con la conversión de este pueblo al cristianismo en Toledo se empiezan a celebrar concilios que culminarán siglos después en su nombramiento como sede primada de España. En el año 711 fue conquistada por Táriq ibn Ziyad, sometiéndola al dominio musulmán, quedando bajo el dominio del Califato de Córdoba y posteriormente siendo un reino de taifa, llamándose en este periodo Tulaytula. En el 1.085 Alfonso VI de León y Castilla la reconquista finalmente para los cristianos. Todos estos acontecimientos hicieron posible a través de los siglos la creación de una ciudad en la que confluyeron diversas culturas, en muchos momentos con una convivencia pacífica que le ha merecido siglos después el título de "Ciudad de las Tres Culturas" y que marcaron el paisaje arquitectónico de la ciudad. Otro acontecimiento importante en estos siglos donde Toledo fue capital de la monarquía castellana es la creación de la Escuela de Traductores de Toledo.


Adentrándonos en Edad Moderna el reinado de los Reyes Católicos fue decisivo en el engrandecimiento de la ciudad, acogiendo la corte castellana y donde en su catedral proclamaron a Juana La Loca y Felipe el Hermoso como herederos de la corona castellana en 1.502. Durante el reinado de Carlos V entre 1.519 y 1.561, Toledo fue capital del reino y en una de las sedes de la corte del Imperio que le ha valido otro título, el de "Ciudad Imperial". Cuando e 1561, Felipe II, traslada la capital a Madrid la ciudad contaba con unos 70.000 y poco a poco perdió su peso político y económico mantenido durante siglos.


Con la partida de la corte la única institución que queda en la ciudad es la iglesia y se crean una gran cantidad de conventos en el siglo XVII. En el XVIII se crea una gran industria de tejidos de seda y se establece la Real Fábrica de Armas Blancas, hoy sede de la Universidad. El XIX estuvo marcado por la creación de la Academia de Infantería que revitalizaría la vida de la ciudad. Y así llega al siglo XX done su historia estará marcada por el interés en fomentar sus desarrollo patrimonial y cultural. En 1983 recupera la capitalidad, aunque esta vez sea de la comunidad autónoma de Castilla la Mancha.


Qué ver y visitar en Toledo, un libro de arte en piedra


Necesitaríamos, al menos, dos o tres días para hacernos una idea de lo que es esa ciudad. En esta ocasión la visita a Toledo fue de tres días entre semana y en plena pandemia en el mes de diciembre. Había bastantes lugares cerrados, entre ellos la Catedral, y otros que tan solo abren los fines de semana, como la Mezquita de la Luz. Nunca había visto esta ciudad sin hordas de turismo, con muchísimas tiendas tradicionales de venta de damasquinado cerradas, cantidad de bares y restaurantes han desparecido, muchos pequeños hoteles del centro cerrados, pero sin duda esta hermosa ciudad sobrevivirá y nos seguirá encandilando y enamorando.


Llegué a Toledo a primera hora de la tarde a la estación de autobuses y me estaban esperando mis amigos Ángel y María Jesús, en coche subimos hasta el centro para dejar la maleta en el Hotel Alfonso VI en el que me alojaría dos noches y que está muy bien situado frente al Alcázar. Dejaron el coche en el parking y comenzamos a pie un recorrido para ver la ciudad iluminada de noche que tenía como atractivo que ya estaba inaugura la iluminación navideña.

Paseo Nocturno


El Alcázar de Toledo es el edificio más alto del centro histórico y se ha convertido en la imagen de la silueta de la ciudad ya que es visible prácticamente desde cualquier lugar. Su estratégica situación en la parte más elevada del cerro del águila hizo que fuera ocupado el lugar por las distintas civilizaciones que pasaron por la ciudad, aquí se asentó el pretorio romano y la alcazaba musulmana como demostraron las excavaciones. El edificio rectangular, cual mole, que vemos hoy fue construido en la época de Carlos V. Actualmente está ocupado por la Biblioteca Regional de Castilla La Mancha en su última planta cuyo acceso está frente al hotel Alfonso VI y por el Museo del Ejército al que se accede tras bajar las escaleras del arco de la sangre en Zocodover.

Continuamos el paseo hasta la Plaza de Zocodover, la calle del Comercio o calle Ancha para llegar hasta la plaza donde está de la Catedral, el Palacio Arzobispal y el Ayuntamiento , una de las obras más significativas de Juan de Herrera, De todo esto hablaremos más adelante pero sin duda de noche y con las iluminaciones navideñas estaba sencillamente precioso.

Nos adentramos por el Pasaje del Ayuntamiento para dirigirnos hacia el barrio judío de la ciudad, pero al salir de este pasaje y bajando el callejón de Santa Úrsula debemos volvernos porque encontraremos una de las imágenes más bonitas de la torre de la catedral que da la ciudad. Os mostraremos algún lugar más en nuestro paseo.

Seguimos la Calle Santa Úrsula para adentrarnos en Santo Tomé y donde una proyección lumínica nos informa que estamos en lo que fue el Barrio Judío de la ciudad y en el que se conservan hoy dos de las diez sinagogas que existieron, la Sinagoga del Tránsito convertida hoy en Museo Sefardí y la Sinagoga de Santa María La Blanca, para mí uno de los lugares más bonitos de Toledo de las que hablaremos más abajo.

Toledo, Castila La Mancha

Nos adentramos en la calle Santo Tomé, parando en varias pastelerías, ya cerradas, de las más tradicionales y caras para comprar en famosísimo y delicioso Mazapán de Toledo. Nos topamos con la Torre de la Iglesia de Santo Tomé, una iglesia mandada construir por Alfonso VI sobre una antigua mezquita; su torre fue añadida en el siglo XIV y es uno de los mejores ejemplos del mudéjar toledano con cerámica vidriada. Hay que visitarla porque en su interior se encuentra el famosísimo cuadro del El Greco, El entierro del Conde de Orgaz; este creo recordar que fue el primer lugar que visité en Toledo cuando fui en una visita con mis padres y hermanos por lo que le tengo mucho cariño.


Ya en la Plaza del Conde, junto a la Iglesia de Santo Tomé, se encuentra el Palacio de Fuensalida, sede de las sesiones plenarias de las cortes de Castilla La Mancha. Fue edificado en materiales muy austeros en el exterior, siglo XV, pero su interior articulado en patios es un claro ejemplo de de mudéjar palaciego toledano fusionado con gótico y plateresco. Desconozco si se puede visitar su interior pero la fotografía del patio la hice en una visita anterior por razones de trabajo.

Muy cerca se encuentran las dos Sinagogas que hoy quedan en la ciudad; a finales del siglo XIV la ciudad llegó a tener diez sinagogas que da muestra de la importancia de la comunidad judía en la ciudad. Y aunque a esas horas ya estaban cerradas os hablaré un poco de ellas y las fotos son de otros viajes anteriores.


La Sinagoga del Tránsito fue construida en 1357 por orden de Samuel Levi, tesorero del Rey Pedro I sobre una sinagoga anterior. Con la expulsión de los judíos en 1492 pasó a manos de la Orden de Calatrava que la convierte en priorato. Destaca en su interior las decoraciones orientales en yesería y hoy ha sido convertida en el Museo Sefardí.

Santa María la Blanca es la segunda sinagoga que se conserva en Toledo, fue construida en el siglo XIII siendo su nombre nombre actual el dado por los cristianos. Sus 25 arcos de herradura y sus 32 columnas crean una sensación óptica de un espacio mucho mayor. Una visita imprescindible.

Seguimos descendiendo y pasamos por la Casa del Greco o mejor llamarlo hoy Museo del Greco porque se hizo una modificación total de la antigua casa y se incorporaron a su visita restos de la judería y una cuevas mudéjares que se encontraron en la casa. Este es el único museo que existe dedicado a gran pintor, es de titularidad estatal y sin duda es otro de los lugares imprescindibles en una vista a Toledo.

Seguimos bajando hasta encontrarnos casi en el río y con unas vistas del Puente de San Marín iluminados preciosas. La sensación de silencio y quietud fueron increíbles. Tras un ratito de charla , tocaba emprender el ascenso hasta el hotel que hicimos de forma pausada porque las cuestas de Toledo te dejan sin aliento.


Día invernal para seguir visitando Toledo


Tras un merecido descanso, un buen y reposado desayuno tocaba volver a pasear la ciudad de Toledo. Por la ubicación del hotel la primera parada sería la Plaza de Zocodover que hoy es el centro neurálgico de la ciudad y que comunica la parte antigua de Toledo con los barrios más allá del Tajo. Pero es un lugar con un rico pasado ya habitada en época romana, fue mercado en época árabe y lugar de encuentros, autos de fe y duelos en la edad media. Fue Felipe II el que pidió al arquitecto Juan de Herrera una nueva planificación de la plaza que no pudo terminar. Construcciones y destrucciones pasaron por ella, la última en 1936.

Una de las piezas más conocidas es el denominado Arco de la Sangre por el que descenderéis si queréis conocer el Museo del Ejército o el Museo de Santa Cruz. Este arco formaba parte de la muralla árabe de la ciudad y debió comunicar la Alcazaba con la Medina. Su nombre actual de debe a que en el arco hay una capilla que contiene el Cristo de la Sangre que ahonda sus raíces en los inicios de la conquista de Alfonso VI, existiendo una cofradía del mismo nombre que ejercía labores de caridad con los más desfavorecidos.


Descendiendo un poco por su lado derecho llegaréis hacia el Miradero que os ofrecerá unas imágenes preciosas de la ciudad, la muralla, el río y el Hospital de Tavera, un imponente edificio renacentista.

Retornando a la Plaza de Zocodover nos adentramos por sus calles para ir al Museo de los Concilios y la cultura Visigoda, pasando por el edificio de Correos con sus leones de bronce para echar las cartas y que se convertirá en el Museo de Postal Nacional, llegando a la Plaza de San Vicente donde encontramos La Iglesia de San Vicente de estilo mudéjar y hoy convertida en el Círculo de Arte de Toledo, un buen lugar para hacer una parada y tomar un café o una cervecita. Junto a ella el magnífico Edificio del Cardenal Lorenzana, que en mi época de estudiante era un edificio universitario dependiente de la Complutense de Madrid, nos encontramos el Monasterio de San Vicente cuna del mazapán de Toledo, La Plaza de Padilla con el palacio del mismo nombre, hoy sede de la Universidad, llegando a nuestro destino.

El Museo de los Concilios y la Cultura Visigótica es el mejor lugar de la ciudad para conocer los siglos en que fue capital del Reino Visigodo en España y otro de mis lugares favoritos de la ciudad de Toledo, Toletum en este momento. Se encuentra ubicado en la Iglesia de San Román de estilo mudéjar con restos romanos, visigodos y hermosas pinturas románicas entre otros.

Conocer la colección de este museo de cultura visigoda nos llevará a entender a este pueblo. Hay paneles explicativos sobre este periodo en la ciudad de Toletum y restos arqueológicos de los siglos VI al VIII, con ajuares funerarios, orfebrería o restos de edificios encontrados en excavaciones. También hay una reproducción del Tesoro de Guarrazar, estando el original en el Museo Arqueológico de Madrid, cuentan que los visigodos escondieron sus joyas, coronas y cruces en el castillo de Guarrazar en el pueblo de Guadamur a unos 15 kilómetros de la ciudad.

Tras su visita iba apeteciendo un café calentito y lo hice en una terraza al sol en la Plaza de Juan de Mariana con unos pajarillos recibiendo calorcito y con la Iglesia de San Ildefonso a mi espalda, uno de los mejores ejemplos del barroco en la ciudad pero que estaba cerrada por la pandemia.

Seguí el paseo buscando los vestigios del pasado Romano de Toletum, el primero está muy cerca de la Iglesia de San Ildefonso y son las Termas romanas Amador de Ríos, descubiertas unos años atrás. Se construyeron entre los siglos I y II con la distribución que tenían los baños públicos romanos; también se encontraron bóvedas pertenecientes a las cisternas de agua y un aljibe del siglo XIV.

Otro imprescindible son las Cuevas de Hércules, porque este lugar resume a la perfección el pasado de la ciudad, tanto en su interior como en su fachada exterior. Aquí se encontraron restos de un depósito la red hidráulica del Toledo romano, sobre esta construcción se levantó una iglesia visigoda, después una mezquita y ya en el siglo XII un templo católico.

La siguiente parada fue la Plaza de la Catedral donde se encuentra, uno de los lugares más hermosos de la ciudad con la Catedral gótica de Santa María, también conocida como la Catedral Primada de España. Su construcción se inició en 1227 sobre una antigua basílica visigoda del siglo VI que posteriormente fue utilizada como mezquita. Es la segunda catedral en tamaño en España por detrás tan solo de la de Sevilla y la sexta del mundo católico. Una joya de la ciudad a la que hay que dedicarle varias horas en la visita porque tanto su exterior como su exterior son espectaculares. Estaba cerrada por reformas en su torre y desconozco cuando se volverá abrir al público.

Muy interesante es buscar lugares donde observarla en toda su grandiosidad y ver sus arbotantes y pináculos. Esta foto la tomé unos años antes desde la Biblioteca de Castilla la Mancha ubicada en el último piso del Alcázar.

Bordeando la Catedral llegué a la Plaza Mayor de Toledo, sí habéis leído bien, porque Zocodover no es la Plaza Mayor de la ciudad. Ésta se encuentra a la espalda de la Catedral donde hoy está el Teatro de Rojas, en homenaje al dramaturgo toledano Francisco de Rojas Zorrilla y el Mercado de abastos de la ciudad. No es muy hermosa que digamos pero ahí está desde hace siglos y es aquí donde dice la leyenda que en época visigoda fue donde se hizo una hoguera para quemar la biblia arriana y la católica, la que saliera indemne del fuego sería la religión verdadera. Está claro que fue la católica y Recadero convirtió su reino al catolicismo en el año 587, confirmado en el III Concilio de Toledo en el 589.

Aquí decidí sentarme a comer en una terraza resguardada del frío y descansar del ajetreo de la mañana. Unas cuestas más y volvía a estar en el hotel, donde me recogerían mis amigos para seguir ruta. Que esta vez fue en coche para visitar algunos de los miradores más bonitos de la ciudad.


La primera parada fue en el Mirador del Valle, donde normalmente tienes que hacer cola para poder hacerte una fotografía con Toledo de fondo pero que en esta ocasión estábamos los tres solos y la ciudad y las vistas eran nuestras. Aquí doy las gracias a Toledo y a mis amigos que consiguieron devolverme la sonrisa.

Volvimos al coche y subimos a otro mirador que yo desconocía y que me pareció absolutamente espectacular. Tras dejar el coche frente al Hospital del Valle (TO-3100) tuvimos que caminar entre olivos para llegar a la magia de Toledo desde una altura increíble. Tomada en este lugar la fotografía que encabeza este relato. ¡¡¡Realmente hermoso!!!!.

Ya empezaba a caer la tarde y emprendimos la bajada para llegar a nuestro siguiente destino pero antes hicimos una parada para poder contemplar el espectacular Puente de San Martín de estilo mudéjar y San Juan de los Reyes uno de los mejores ejemplos de gótico flamígero en España.

El siguiente destino fue la Fábrica de Armas que estaba funcionando en la ciudad desde 1761, tras cesar esta actividad a finales de los años 90 del siglo pasado, se instaló aquí en campus tecnológico de la Universidad de Castilla La Mancha. Se ha preservado de esta forma uno de los mejores conjuntos de arquitectura industrial en el país de los últimos siglos. El paseo por la zona es muy interesante y sentimos cierta envidia de esos campus tan bonitos de los que disfrutan hoy los universitarios. Merece mucho la pena conocer este lugar recuperado para la formación de nuestros jóvenes porque no hay mejor inversión en las sociedades que la educación y la en investigación

El frío apretaba pero tras un café calentito volvimos al coche para hacer una pequeña parada y contemplar el Puente de Alcántara con la iluminación navideña que estaba precioso. Ya en el centro de Toledo dimos un pequeño paseo para seguir visitando la ciudad de noche. Descansad que mañana toca más.

Una mañana de despedida


Ya se terminaba esta escapada a Toledo pero todavía tenía toda la mañana para seguir disfrutando, aunque el día amaneció frio, ventoso y lluvioso...nada raro en puertas del invierno. Bien hoy empezamos la ruta por otro de los lugares imprescindibles de la ciudad de Toledo, siempre bajo mi criterio personal, que nos lleva a conocer el pasado musulmán de la ciudad: La Mezquita del Cristo de la Luz.


Este curioso nombre de Mezquita del Cristo de la Luz, refleja la simbiosis de culturas de la mayoría de los lugares de Toledo. Se construyó en el año 999 en una de las entradas de la muralla de la ciudad musulmana, su nombre original Bab al-Mardum; es uno de los mejores ejemplos de arquitectura califal y la mejor conservada en la ciudad de este periodo de la historia de Toledo. Su construcción con el uso del ladrillo y la mampostería fue un avance del que sería después el mudéjar, una fusión de lo hispano-árabe que se encuentra reflejado en el ábside que se añadió cuando se convirtió en iglesia en el siglo XII, tras la conquista de la ciudad por Alfonso VI en 1085. En la puerta de acceso veréis una piedra blanca que dicen fue en la que se paró el caballo del rey en su entrada a la ciudad y vio una grieta de la que salía luz encontrando la imagen del Cristo de la luz muy venerado en época visigoda; se decidió convertirla en iglesia de ahí su nombre de Cristo de la Luz. Se han encontrado también los restos de la calzada romana y un ábside excavado en la roca, debajo del actual, posiblemente de la misma época que la calzada. En plena pandemia estaba cerrada y tan solo abrían fines de semana, no importó mucho al conocerla ya.

Atravesé la puerta de Valmardón, junto a la mezquita, para encontrar otra de las puertas más hermosas de la ciudad, La Puerta del Sol, que ya existía en el siglo I d. C. adosada a la muralla romana como un torreón de grandes sillares, los musulmanes la convirtieron en una gran torre cuadrada defensiva y lo que vemos hoy tiene su origen en la Edad Media, construida en estilo mudéjar.

Seguí descendiendo hacia la Iglesia de Mayor de Santiago o Santiago del Arrabal, junto a la Puerta de Bisagra, a ver si tenía suerte y la encontraba abierta pero no fue así y eso que miré sus tres puertas de acceso. Este hermoso edificio es la mayor iglesia mudéjar de la región construida en el siglo XIII y en su interior tiene un retablo plateresco interesantísimo.


Crucé hasta la Puerta medieval de Bisagra para ver su instalación de "Alas de México" del artista figurativo mexicano Jorge Martín, en un intento de integrar la riqueza monumental de la ciudad de Toledo con el arte contemporáneo más vanguardista.

Empezó a llover y había confirmado que el Hospital de Tavera estaba cerrado y decidí volver en bus hasta Zocodover para visitar el magnífico Museo de Santa Cruz, otro de mis imprescindibles en una visita a Toledo ya que está considerado, tanto por el edificio que lo acoge como por su colección, uno de los museos más importantes de España. Pero de éste os hablaré en otro relato porque acoge en su interior, entre otras importantísimas obras, la Colección de cerámica Carranza con ejemplos únicos de cerámica de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo que en 2019 fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En breve lo podréis leer en Museo de Santa Cruz, lo mejor de él.

Y aquí termina este relato de tres días en Toledo, la ciudad en la que viví tres años, mi ciudad favorita de España y un lugar al que año tras año vuelvo y siempre descubro algo nuevo y me cuenta alguna leyenda. ¡¡¡¡Siempre Toledo!!!!


NOS HARÍA MUCHA ILUSIÓN QUE NOS DEJARAS UN COMENTARIO

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