ACTUALIZADO EN 2021 ya que El Real Observatorio está incluido en los lugares declarados Patrimonio Mundial de Madrid en julio de 2021.
Visita al Real Observatorio de Madrid - 15 de febrero de 2015
Hace unos dos años, recuerdo que vi desde Atocha una cúpula Blanca dentro del recinto del Retiro. Le pregunté a Paco qué era y me dijo que el antiguo observatorio de Madrid. Desconocíamos que uso tendría en ese momento el edificio.
Hace unos días, mi hermana me llamó para ver si quería ir a visitar el Real Observatorio de Madrid ya que mi cuñado estaba reservando la visita por internet. La respuesta fue sí y el domingo 15 de febrero, tras un paseo por el Retiro, a las 11,45h estábamos en la puerta de la calle Alfonso XII esperando a que abrieran.
Una trabajadora del recinto, confirmó las reservas y nos acompañó hasta el interior. Pagamos las entradas y allí estábamos, un grupo de unas veinticinco personas, entre ellos dos niños de nueve años y una niña de doce (mis sobrinos) dispuestos a dejarnos guiar.
En 2015, poco después de nuestra visita, el Sitio del Retiro fue incluido en la Lista indicativa del Patrimonio de la Humanidad junto al Prado, esperemos que consiga llegar a su inclusión en el Patrimonio Mundial.
La visita comenzó en el exterior, para contemplar en todo su esplendor el edificio. Fue Jorge Juan (humanista, ingeniero naval) quien propuso a Carlos III la creación del observatorio. Su construcción comenzó a finales del siglo XVIII, ya en el reinado d Carlos IV, siendo el arquitecto encargado del proyecto Juan de Villanueva (mejor representante del neoclasicismo español). El lugar elegido fue el Cerrillo de San Blas, en lo que entonces eran las afueras de Madrid y hoy el Retiro.
Accedimos al interior y la sorpresa fue encontrarnos en la cruceta central un péndulo de Foucault, la guía nos explicó su funcionamiento con todo lujo de detalles. Así como el instrumental que contenía la sala y si no recuerdo mal, uno de los telescopios es único en el mundo, ya que de los tres que existían dos han desaparecido.
La visita continuó por la biblioteca con unos 4000 volúmenes, que han tardado años en catalogar y con algunos de los libros pidiendo una restauración rápida, pero la falta de presupuesto hace que todo vaya lento.
En el ala opuesta a la biblioteca, se encuentra un gran Telescopio Meridiano, una abertura de norte a sur en el edifico, por donde pasa el meridiano de Madrid y permitía observar el paso de los astros y fijar la hora local. Nos explicó que el edificio no está bien orientado y la abertura tiene una diferencia de tres grados con respecto a las paredes. Los astrónomos se sentaban bajo el telescopio y con unas poleas lo movían para realizar las observaciones. A mí esta parte de la visita fue la que más me gustó.
Hasta aquí el contenido del edificio histórico del observatorio.
Salimos de nuevo al exterior y nos encontramos con un edificio enorme, acristalado, que contiene una reproducción exacta del telescopio que, hacia 1795, W. Herschel (astrónomo y músico y descubridor el planeta Urano) fabricó para el recién creado Observatorio de Madrid, con una lente de unos 60 cm, que se conserva en el museo, y una altura de casi ocho metros.
Llegó a Madrid hacia 1802, pero apenas pudo ser utilizado para la observación astronómica, ya que en 1808 las tropas napoleónicas ocuparon el edificio por su valor estratégico en un cerro y destruyeron el telescopio, probablemente para utilizarlo como leña.
Tras varios años de construcción, disfrutamos de este magnífico telescopio que recuerda a los mástiles de un barco de época.
Para terminar la visita, fuimos al último edificio que abrió sus puertas en 2010. La sala de Ciencias de la tierra y del Universo. Aquí nos llamó la atención la Regla Geodésica de la comisión del mapa de España, se fabricó a mediados del XIX y se utilizaba para medir el territorio nacional. Así como una gran roca negra, que era lava de la última erupción de la isla del Hierro.
Casi dos horas de visitas muy interesantes. Alegra saber el esfuerzo de tantos y tantos profesionales, que han trabajado para recuperar este pedacito de la historia de la ciencia. Y aquí termina esta historia de una joya cercana, que conocimos un soleado y frío día de febrero de 2015.
DATOS PRÁCTICOS
Dirección: Calle de Alfonso XII, 3, 28014 Madrid
Reservas: http://www.ign.es/rom/visitas/index.jsp
Precio: 5 euros
La visita la realizan profesionales del Instituto Geográfico Nacional