Comenzábamos las vacaciones de Semana Santa dirigiéndonos hacia la costa dorada, a través de la autopista AP2, pero teníamos previsto hacer alguna parada antes de llegar a nuestro destino como solemos hacer siempre que tenemos un viaje por carretera de larga duración. En esta ocasión decidimos visitar el Monasterio de Rueda en la provincia de Zaragoza.
Habíamos recogido información a través de internet, de la manera de llegar, del horario de visitas y todo lo que en principio estaba relacionado con el monasterio. Ilusos de nosotros, "se pasaron por el forro" toda la información que publicaban, como veréis más adelante y menos mal que no reservamos noche en la hospedería, porque en principio era nuestra intención. Cogimos la desviación al monasterio, perfectamente indicada en la autopista y llegamos al pueblo de Sástago, nos desviamos justo a la preciosa estación eléctrica del siglo XIX y cruzamos el puente sobre el río Ebro siguiendo las indicaciones que existen en la carretera y haciendo caso de las instrucciones que nos iba dando nuestro GPS.
Tras unos pocos kilómetros, empezamos a vislumbrar la torre del campanario del monasterio. Dejamos el coche en un amplio parking y junto con otros visitantes que allí se encontraban, nos dirigimos a la entrada. Puertas cerradas sin ningún anuncio ni nadie dando explicación alguna. Extrañados como el resto de visitantes que venían con nosotros, llamamos a los teléfonos que figuraban en la puerta de la entrada junto a los horarios sin obtener tampoco respuesta. Más tarde, nos enteraríamos que el monasterio se cerró por desavenencias entre la empresa adjudicataria y el gobierno regional. ¡Aún hoy, después de casi un año.... Sigue cerrado! Una auténtica vergüenza que las administraciones públicas gestionen así de mal nuestro patrimonio histórico. Lo mismo que felicitábamos al gobierno regional de Castilla La Mancha la gestión del yacimiento arqueológico de Calatrava la Vieja, denunciamos y reprobamos al gobierno de Aragón por su mal hacer con respecto a la gestión de este monasterio. No nos extrañaría encontrarnos después de todo este tiempo con las instalaciones deterioradas cuando no expoliadas y que mediante nuestros impuestos tuviéramos que volver a costear su restauración por la dejadez, desidia o gestión indebida de las administraciones.
Bueno, el caso es que ya que estábamos allí, solo nos quedaba por admirar los exteriores de este peculiar monasterio. El Monasterio de Rueda pertenece a la Orden del Císter. Su origen se inicia en 1152 con la fundación de la abadía de Nuestra Señora de Saltz por los monjes de Gimont, que a su vez procedían de Morimond, una las cuatro abadías matrices de monjes cluniacenses, desde las que fueron desplegándose a nuevas comunidades.
En 1182 el rey Alfonso II cede a los frailes el castillo y villa de Escatrón, un emplazamiento a orillas del río Ebro más acorde con el espíritu cisterciense, donde llegarán a partir de 1202 para fundar el actual monasterio. La actividad constructiva se desarrolló durante todo el siglo XIII y en 1238 se consagraba la iglesia. Desde los primeros momentos de la construcción del monasterio, también se inician las obras de infraestructura hidráulica, consistentes en el azud, la noria o rueda que elevaba el agua del río y un acueducto de factura gótica, en parte visible y en parte subterráneo, para repartir el agua por el conjunto monástico, siguiendo las disposiciones propias de la Orden.
Las obras finalizan en la primera mitad del siglo XIII. El conjunto norial del Monasterio de Rueda como hemos mencionado antes, está integrado por el azud del Ebro, la noria, el acueducto y el molino harinero. Es un ejemplo de arquitectura ligada al agua único en Europa. La noria de rueda y su acueducto gótico constituyen un patrimonio hidrológico excepcional. El acueducto gótico es uno de los mejores conservados de Aragón con cinco arcos apuntalados y un sexto con un vano más alto.
Se trata de una noria llamada de corriente, construída en madera que impulsaba el agua a las dependencias del monasterio. Quizás debido a los conocimientos de los monjes en materia hidráulica, La Ribera baja del Ebro, acumula probablemente la mayor concentración de norias del país. En 2008 se montó una nueva noria, realizada tomando como modelo la ultima que funciono en Rueda hasta principios del siglo pasado. La original era de madera de pino y para fabricar la actual se emplearon 12 toneladas de acero y 4 toneladas de madera de iroko. Con 16,24 metros de diámetro es la mayor de Europa.
El azud del Río Ebro es oblicuo al río y supera los 350 metros de longitud construido a base de empalizadas y mampostería aunque hoy día está recubierto de hormigón y permite desviar agua del Ebro al canal de derivación que alimenta a la noria y al molino. Azud es una palabra de origen árabe que significa 'barrera', es una construcción habitualmente realizada para elevar el nivel de un caudal o río o dicho de otra manera, una presa de reducidas dimensiones.
No pudimos visitar el interior del monasterio por las causas que hemos mencionado, pero sí el exterior, que por cierto ya estaba bastante descuidado con restos de basura y la noria por supuesto, parada. No queremos ni pensar lo que el destino deparará a este bello"Monasterio de la Rueda" conocido como Monasterio de Rueda. Esperemos que las autoridades pongan fin a este despropósito.
Continuamos nuestro viaje, no sin antes hacer una parada en el "Mirador de los Meandros del Ebro" y contemplar unas vistas excelentes, aunque también denunciamos la dejadez absoluta en la que se encuentra el lugar, con matojos creciendo por todos lados y basura desperdigada por doquier. Una pena. España, por desgracia, también es así.
