Llegamos al hotel de Agrigento sobre las 15:00h y al igual que recomendamos el hotel de Marsala, no hay duda que en el que estuvimos es el mejor sin duda alguna para conocer el Valle de los Templos. Volvemos a repetir, si hay disponibilidad en este hotel, no hay que buscar otro. La verdad es que en Sicilia tuvimos mucha suerte con los hoteles que contratamos. El hotel Colleverde Park de Agrigento, es sin duda, la mejor opción para este lugar tan singular. Además de poseer las mejores vistas del Valle de los Templos, las instalaciones y su restaurante son magníficos y respecto al servicio no se puede tratar mejor a los visitantes, informando y poniendo a disposición cualquier medio de transporte. Tuvieron el detalle de regalarnos una botella de vino espumoso por el cumpleaños de Pilar y además y muy importante, tiene parking gratuito.
Las vistas desde la habitación como desde el patio exterior son espectaculares, divisando casi en su totalidad el vasto patrimonio histórico y monumental que posee la ciudad de Agrigento. Llamada antes Akragas y que fue fundada en torno al 580 a.C.
Vista la amabilidad del personal del hotel y gracias a una jefe de recepción que hablaba español, preguntamos por la mejor manera de visitar los Templos y nos recomendó ir en coche eléctrico. Le preguntamos en qué consistía y cúal era el precio. Serían 20€ nos recogería en el hotel, nos llevaría primero al Museo Arqueológico y a la Iglesia de San Nicolás y esperaría después a la salida, a continuación nos acercaría al Valle de los Templos y por fin nos recogería a la salida para traernos de vuelta al hotel. Nos miramos y desde luego no dudamos en hacerlo así. Llamaron al conductor y en menos de una hora se presentó un alegre muchacho con un flamante cochecito eléctrico. Para la gente que prefiera ir de manera más económica hay una parada de autobús urbano a pocos metros del hotel.
El joven, cuyo nombre sentimos haber olvidado, pero con un buen hacer gracias a la experiencia de transportar turistas de todo ámbito, nos acercó hasta el Museo y la Iglesia que se encuentran juntos. Fue un recorrido ameno y jovial. Nos dijo que teníamos una hora para visitarlos y que vendría a recogernos después. Agrigento además del famoso Valle tiene un Museo arqueológico enormemente rico donde encontraremos multitud de objetos hallados en las excavaciones arqueológicas realizadas en Agrigento y otros cedidos por los museos arqueológicos de Palermo y Siracusa.
En él observamos entre otras piezas, la famosa Trinacria, símbolo de Sicilia, en un plato de cerámica de más de 2500 años de antigüedad. No hay que perderse su visita, vale la pena porque es bonito y posee una rica colección de todo tipo de objetos cotidianos, enseres o elementos decorativos con muchos siglos de antigüedad.
Al lado del museo se encuentra la iglesia de San Nicolás desde donde se disfruta de una panorámica global de todo el Valle de los Templos. Esta área ha sido identificada por los arqueólogos como el lugar donde se hallaba el ágora superior de la antigua Akragas.
Iglesia de la Orden Cisterciense construida en el siglo XIII, que pasó después a los Dominicos y más tarde a los Franciscanos. Lo curioso de esta Iglesia es que fue edificada en estilo románico. La Orden habría optado por no aplicar el estilo gótico, exceptuando la puerta de entrada ojival porque no sería apta para aguantar los frecuentes terremotos. Tuvimos ocasión de ver allí y mientras llegaba nuestro conductor un autentica boda siciliana con casi todo el pueblo como testigos y músicos tocando "tarantelas". Incluso les felicitamos y los novios tuvieron el detalle de regalarnos un pastiche recuerdo de su boda ¡Que riquillos!
El conductor llegó puntualmente a la hora acordada y nos llevó hasta uno de los lugares del mundo más interesante en cuanto a vestigios griegos existen en el mundo. Como hizo anteriormente, quedamos en vernos a la salida después de hora y media. Agrigento posee el conjunto de templos griegos mejor conservado del mundo, en su momento Píndaro (poeta griego) la describió como “la más hermosa de las ciudades mortales”. El Valle de los Templos de esta ciudad, como no podía ser menos, ha sido incluida desde 1997 como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Los templos griegos de Agrigento son todos de estilo dórico y si bien su estado de conservación varía en función de cómo les afectaron terremotos y expolios, merece la pena no perderse nada del itinerario, aunque desde luego se necesitará más de la hora y media que dispusimos nosotros para recorrerlo.
El parque arqueológico comprende un conjunto de templos, en total 10, construidos entre los años 510 y 430 a.C. Los Templos que componen este esplendido Valle junto al mar son:
- Templo de la Concordia, el mejor conservado y símbolo del lugar. Recibe su nombre por una inscripción en latín encontrada cerca del templo, en la que figuraba la palabra latina “concordia”.
- El Templo de Hércules, donde se hicieron fotos nuestros queridos novios, ya como marido y mujer. Es el que se encuentra en el punto más elevado del Valle como símbolo del poder y la fuerza de Heraclio (Hércules), el "héroe nacional de Sicilia y Agrigento.
- El Templo de Zeus, que por sus proporciones, fue un monumento en homenaje a la victoria contra los cartagineses siendo uno de los más bellos monumentos de la antigüedad.
Y seguimos nuestro recorrido a través de una calzada en línea recta, desde donde se pueden avistar los distintos templos a medida que se avanza por el camino. No vamos a incidir aquí más en las características arquitectónicas de estos monumento pues bastante se ha escrito por eminentes eruditos y se pueden consultar en Internet. Nosotros como amantes del arte solo intentamos realzar su belleza mediante la palabra y transmitir nuestras sensaciones al contemplar la magnitud y majestuosidad de este complejo único en el mundo. Seguimos avanzando y encontrando nuevos templos, una gozada para los sentidos, si añadimos a la vista de los fabulosos monumentos, los colores de la tarde en aquel idílico lugar, que por cierto no es un valle, hay incluso una colina, pero esta claro que acertaron con el nombre para promocionar el lugar ya que es mundialmente conocido.
El Templo de Castor y Pólux, que desde el siglo VI fue empleado como basílica cristiana. De ahí su construcción interior.
- Templo de Hera (o Juno, su equivalente romano). Dedicado a las bodas y celebraciones. Para el visitante, es el último de la serie.
Bastante más alejados de la ruta quedan otros cuatro Templos, pero ya iba anocheciendo y la hora de recogida se iba acercando. Nuestro conductor nos llevó de vuelta al hotel, al que le reconocimos que fue fantástico y que era un fenomenal servicio el que hacía. Decidimos quedarnos a cenar en el hotel, aunque teníamos pensado conocer la ciudad y encontrar un restaurante en ella, pero el cansancio de haber recorrido dos ciudades Marsala, Sciacca y el Valle de los Templos aunque de forma cómoda, eso sí, nos pudo. El sitio era encantador, la terraza del restaurante preciosa y además cenamos estupendamente ¡Vaya día fantástico! Nos salió todo bien ¿Quedaría algo más? ¡Si, una noche de luna llena!
