Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá fueron los cuatro países que visitaríamos en esta ruta de 21 días por libre en julio de 2022 por Centroamérica, Panamá no estaba en la primera opción de la ruta pero la incluí porque Belice tenía tantísimas condiciones de acceso por el covid que decidí dejarlo para otro momento.
Un vez decidido lo países que visitaríamos y estudiada una ruta aproximada, lo primero fue comprar los VUELOS internacionales. Lo hicimos con Iberia ya que eran directos: la ida de Madrid a Guatemala con once horas de vuelo y la vuelta de Panamá a Madrid con diez horas y media de trayecto. Con Avinca volamos de El Salvador a Panamá en un trayecto directo de dos horas. El resto de fronteras las atravesamos por vía terrestre, esto os lo detallaremos en la ruta de todo el viaje. También utilizamos un vuelo interno en Guatemala, con TAG Airlines, entre Guatemala City y Flores, en un trayecto de 35 minutos que nos ahorró casi unas diez horas de carretera.
Algunos datos prácticos ANTES DE VIAJAR, casi todos comunes para Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá.
PAGO EN FRONTERAS: En la única frontera que tuvimos que pagar para entrar al país fue en Honduras y nada en la salida, la tasa era de 3 dólares, 30 quetzales o 60 lempiras.
ELECTRICIDAD: En los cuatro países es necesario llevar un adaptador pues lo enchufes son de clavijas planas.
TARJETAS: En los hoteles admiten todo tipo de tarjetas de crédito, en las ciudades y restaurantes también, aunque hay que llevar efectivo porque en poblaciones más pequeñas y en mercados es difícil su uso.
HORARIO: En verano son ocho horas menos que en España, el jet lag garantizado, excepto en Panamá que son siete.
MONEDA: En Guatemala el quetzal que en el momento de nuestro viaje el cambio era de 7,60 por euro; fue bastante difícil conseguir cambiar euros porque el dólar domina toda la zona. En Honduras la lempira es la moneda oficial, el cambio era 25 por euro aunque pagamos en quetzales que son admitidos sin problema. En El Salvador desde 2001 el dólar estadounidense es l moneda oficial y el Panamá aunque mantienen el balboa al estar equiparado al dólar no cayó en nuestras manos si una sola moneda ni billete local.
INTERNET: La compañía de la que vimos más publicidad y a la que se conectaba el teléfono era CLARO; al movernos por cuatro países para no tener que estar cambiando de SIM, compramos un tarjeta para Centroamérica con 8GB que funcionó de lujo . El wifi funcionó bastante bien en todos los hoteles.
SEGURO MÉDICO: Imprescindible viajar con un buen seguro médico, yo habitualmente lo contrato con Intermundial.
COVID: En julio para entrar a los cuatro países nos pidieron el certificado de vacunación completa, es decir, con tres dosis, y si no lo tenías era necesario hacerse un prueba PCR 72 horas antes de viajar. Para entrar Honduras, tanto en avión como por carretera, fue necesario rellenar un pase de salud en la página que encontraréis pinchando aquí y también lo tuvimos que hacer en Panamá en esta página. Al volver a España desde Panamá la aplicación SpTH, nos dijo que no era necesario hacer el pase pero si nos pidieron en Madrid en Certificado de vacunación al llegar En cualquier caso tendréis que confirmarlo en el momento de vuestro viaje porque cambia constantemente.
Con todo esto podemos empezar a hablar de la RUTA, los HOTELES y algunas de las AGENCIAS LOCALES en cada país con las que monté esta ruta, y es que en febrero-marzo muchos de los servicios de buses o minivans compartidas no funcionaban todavía y en julio tampoco. En este momento el turismo estaba empezando a despegar, eso hizo que en muchos lugares estuviéramos prácticamente solas.
Guatemala
El viaje comenzó con un vuelo que en once horas no llevó a este fascinante país al que le dedicamos el mayor número de días, un total de once. Contratamos la mayoría de los traslados con una agencia guatemalteca, ya que en el momento de preparar el viaje muchos servicios de autobuses estaban sin funcionar y en el momento del viaje también.
La mayoría de los viajeros que llegan a Guatemala se van directamente para Antigua, ya que la capital del país tiene fama de no ser ni muy bonita ni muy segura pero después de tantas horas de vuelo pensar en casi otras dos horas de coche por el horario de máximo tráfico y porque había algunos lugres interesantes para visitar decidimos pasar la primera noche en Guatemala City, cuyo nombre completo es Nueva Guatemala de la Asunción, capital del país. Elegimos el Hotel Barceló porque estaba en una zona considerada segura, tenía transfer gratuito del aeropuerto al hotel, piscina, terraza en la habitación y restaurantes, todo ello magnífico para descansar y empezar nuestro viaje con energía renovada. Nuestra visita a la ciudad os la cuento en Qué ver en Guatemala City en un día
Las cinco noches siguientes las pasamos en Antigua, una de las ciudades más bonitas de América y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1979. Nos alojamos en el Hotel Villa Real, un hotel pequeño, de precio medio muy cerca de la Plaza Central, un supermercado enfrente que nos vino de perlas, si buscáis lujos no es vuestro hotel. A la ciudad le dedicamos dos días completos para poder conocerla sin prisas y disfrutarla, lo contaré en Qué ver en Antigua, la ciudad más bonita de Guatemala, en dos días (UNESCO)
Otra de las visitas que hicimos desde Antigua fue el Lago Atitlán, en la Lista Indicativa de la Unesco desde el año 2002, para muchos amigos que y lo habían visitado uno de los más bonitos del mundo y desde luego razón no les faltaba. Nos encantó a pesar del madrugón, las subidas y bajadas del barco y las cuestas infames de las que nadie habla. Toda la experiencia de este día en Qué ver en el Lago Atitlán en un día.
No podía faltar conocer desde Antigua uno de los lugares más auténticos de Guatemala, el pueblo de Chichicastenango con su mercado que se celebra los jueves y los domingos. Todo en Qué ver en Chichicastenango en un día de mercado
Los días de viaje iban pasando, Guatemala y sus gentes nos conquistaban totalmente, tocaba dejar Antigua para ir al norte, a Petén, para conocer el pasado Maya de este país. Volamos desde Guatemala City hasta Flores, el trayecto para salvar los 500 kilómetros que las separan fue de 35 minutos frente las 10-12 horas en autobús. Nos alojamos dos noches en la bonita y animada Isla de Flores en el coqueto Hotel Casa Turquesa con unas bonitas vistas del Lago Petén Itzá. Sin duda Flores es el lugar ideal para explorar la zona, con numerosos hoteles y restaurantes para disfrutar después de las visitas.
Este mismo día, nos recogía en mismo conductor que lo había hecho en el aeropuerto y visitamos el Sitio arqueológico Maya de Yaxha al noroeste de Petén. Este lugar permite apreciar una combinación equilibrada de biodiversidad y patrimonio cultural prehispánico, la experiencia fue increíble y os la narraré en La ciudad maya de Yaxha en Petén, No voy a negar que contribuyó mucho el que no hubiera nadie en la visita, tan solo nos cruzamos a una pareja que terminaba su ruta cuando nosotras entramos.
Nuestro segundo día, bien temprano, fuimos conocer la ciudad Maya más impresionante de Petén, hablo de Tikal. Conocer Tikal fue otro de esos sueños viajeros que por fin se cumplía, además de encontrarnos con muy poca gente durante el recorrido. Tikal es Patrimonio de la Humanidad, como bien mixto, por la Unesco desde 1979. Más en detalle en La ciudad maya de Tikal, la joya de Petén y de Guatemala (UNESCO).
Dos días magníficos en Flores, con unos paisajes increíbles, dos ciudades Mayas magníficas y es que no podía ser de otra forma ya que todos estos lugres están dentro de la Reserva de la Biosfera Maya, declarada como tal por la Unesco en el año 1990.
A las 8 de la mañana dejábamos Flores para dirigirnos hacia el sur, un trayecto de cuatro horas con poco interés paisajístico que nos llevó hasta Río Dulce y el Lago Izabal. Aquí pasaríamos dos noches en el Hotel Hacienda Tijax Jungle Logde, un lugar muy original y distinto ya que las habitaciones son cabañas ubicadas en medio de un manglar a las que se accede mediante pasarelas; al hotel se puede acceder a través de carretera y tiene un aparcamiento gratuito o a través de lancha que pone gratuitamente el hotel si llegas a alguno de los embarcaderos del lago. Comimos bastante bien en el hotel mientras superábamos el cartel que había junto a nuestra cabaña que decía: “no de comida a los cocodrilos”. La tarde fue de relax total en la piscina rodeada de un jardín tropical.
El segundo día a las 8,30 nos recogió Otilio con su barca y comenzó nuestra ruta por el Lago Izabal donde conocimos el Castillo de San Felipe construido por los españoles, estando hoy en la Lista Indicativa del Patrimonio de la Humanidad, seguimos por Río Dulce que nos llevaría hasta Livingston en el Caribe guatemalteco, la población más fea y sucia de toda Guatemala.
Bajo mi punto de vista Livingston es un lugar prescindible en una ruta por Guatemala, a no ser, como era nuestro caso, que la siguiente visita fuera a la Ciudad Maya de Quirigua, Lo contaré en Qué ver en el Lago Izabal, Río Dulce y Livingston en un día.
Quirigua, la ciudad maya de las estelas, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1981 sería la primera visita de este nuevo día y la última de Guatemala, nuestro camino seguiría hasta Honduras. Este sitio arqueológico está a unos 80 kilómetros de Río Dulce y en una hora y media estábamos allí, habíamos salido temprano desde Flores porque el día era ambicioso en visitas pero se chafaron casi todas y os explico por qué. Son cosas que pasan en los viajes.
Salimos de Quiriguá hacia el puesto fronterizo de El Florido entre Guatemala y Honduras, teníamos por delante unas dos horas de trayecto ya que las carreteras en esta zona son pésimas. Muy cerca de Chiquimulas, vimos cientos de camiones parados en un lateral de la carretera, le pregunté a nuestro conductor qué podía pasar y no tenía ni idea, cuando llegamos al pueblo nos enteramos que un puente que se había caído en mayo por fuertes lluvias y precisamente ese día habían cortado el tráfico en ambos sentidos hasta rellenar el hueco. Eran las 12 de la mañana y Hugo, jefe de la agencia con la que habíamos contratado los traslados y nuestro conductor desde esa mañana, se quedó bloqueado. Parece ser, según él, que no había otra opción para llegar a la frontera, el caso fue que tras cinco horas sentadas en unas piedras a la sombra de una parra y tragando polvo de los camiones me dice que el paso fronterizo lo cierran a las 21, nos quedaba todavía casi una hora y media para llegar hasta él, el móvil no decía que habría tormentas fuertes en la zona. Ahí ya estallé, le pedí soluciones y no más lamentos ya que habíamos tenido más de cinco horas para rectificar y que debería haberse informado porque estos cortes llevaban más un mes produciéndose. ¿Qué pasó? ¿Dormiríamos en Honduras esa noche?
Honduras
Este país de Centroamérica está considerado el segundo más pobre del hemisferio Norte, tan solo por detrás de Haití, más del 50% de su población vive en pobreza extrema y tiene algunas ciudades consideradas de las más peligrosas del mundo . En este viaje poco pudimos conocer de estas condiciones de vida ya que tan solo nos adentraríamos unos pocos kilómetros desde Guatemala hasta el Pueblo de Copán Ruinas, en el que pasaríamos una noche, precisamente para conocer el Sitio Arqueológico de Copán, otra ciudad Maya declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1980.
Nos alojamos en el Hotel Terramaya, uno de los más bonitos del viaje, aunque poco pudimos disfrutarlo ya que llegamos después de las 20,30 h, teníamos que cenar y a dormir pues a las 8 de la mañana queríamos estar en Copán para después seguir ruta, pero esto es otra historia.
Llegamos a Honduras como veis, después de pasar por la zona del puente en obras, todavía no lo habían abierto al tráfico, entre camiones de tierra, apisonadoras, una tormenta del infierno que no se veía nada y que iba dejando riadas de barro en la carretera. Llegábamos al pueblo sobre las 20,35 horas cuando la previsión era estar allí sobre las 13 horas, en fin, todo os lo cuento en Honduras y la Ciudad Maya de Copán.
El Salvador
Llegamos a El Salvador por vía terrestre, lo que iban a ser unas cuatro horas de coche se convirtieron en casi ocho. El tráfico en esta parte de América es infernal y pasos de fronteras, que aun siendo rápidos aumenta mucho el tiempo de viaje. Habíamos salido de Copán sobre las once de la mañana, tuvimos que entrar nuevamente en Guatemala por la frontera del Florido, sellar salida y entrada, llegar al paso fronterizo de Anguiatu, que nos lleva unas dos horas y media, entre Guatemala y El Salvador, sellar salida y entrada a este nuevo país, el tercero de este viaje. En la puerta de la oficina de la frontera había cambistas y los quetzales que nos quedaban los cambiamos a dólares EEUU que es la moneda de El Salvador desde 2001.
Llamado el Pulgarcito de América, alberga en su pequeño territorio más de veinte volcanes, lagos de origen volcánicos, un territorio con plantas de café y tropicales, pueblos preciosos, gente súper amable y con alegría. Pero adornando todo esto se encuentran la maras que hacen del país uno de los más peligrosos del mundo.
Estuvimos tan solo tres días, en principio iban a ser cinco pero tras la declaración del estado de excepción en el país en un intento de control de las pandillas más peligrosas decidimos reducir los días aquí. Nos alojamos dos noches en el Cinco Hotel B&B, ubicado en la zona llamada rosa, rodeado de nuevas edificaciones; lo elegimos por el buen precio y por tener un restaurante en el hotel porque nos permitía cenar allí.
Lo que conocimos en estos tres días, Santa Ana, los pueblitos de la Ruta de las Flores y San Salvador más la visita a Cerén, el único poblado maya que se conserva y el punto más al sur conocido de la civilización maya os lo contaré en Qué ver en El Salvador en tres días, La Ruta de las Flores y La joya de Cerén, el único poblado maya conservado.
Panamá
Panamá es un país de Centroamérica, situado entre dos océanos y mundialmente conocido por su canal de Panamá que es una de las obras de ingeniería más importantes del Mundo. Pero Panamá ofrece mucho más, su capital es el fiel reflejo de lo que acontece en el resto del país ya que conviven grandes rascacielos, edificios coloniales, restos arqueológicos, vida asomada al Océano Pacífico y bosques tropicales. Dicen que Panamá es uno de los países más ricos del continente y de los más seguros para el viajero.
Nosotros llegábamos a Panamá a la una de la mañana en un vuelo de Avianca desde la ciudad de San Salvador. Teníamos y tuvimos seis días completos en el país que habíamos distribuido de la siguiente forma: dos días en la ciudad de Panamá, un día en Portobello y Colón para conocer los fuertes declarados Patrimonio de la Humanidad, dos días en las islas de San Blas habitadas por Guna Yala en el Caribe, un día en la isla de las Flores en el Pacífico y el último día para dar un paseo por la ciudad hasta nuestro vuelo a Madrid.
En nuestra visita primera visita a ciudad, caminando hasta el Panamá Viejo, vimos que algo no iba bien porque nos encontramos piquetes cortando la carretera Panamericana que la atraviesa. Nos enteramos que el país llevaba más de dos semanas con protestas y cortes de carreteras en todo el país; esa noche recibimos la cancelación de San Blas, la imposibilidad de ir hasta Portobello y Colón porque es dónde más altercados había con la policía. La planificación chafada, valoramos ir al archipiélago de Las Perlas pero las noticias que llegaban de la formación de un huracán temprano formado en México y que se dirigía hacia allí nos obligó a no reservar. Malos tiempos corrían en el país más tranquilo de la zona, además de ser época de lluvias y todas las tardes, sin excepción, unas tormentas tropicales bastante fuertes.
Finalmente dedicamos tres días a la Ciudad de Panamá, que os contaré en Qué ver en ciudad de Panamá en dos o tres días, uno para conocer la hermosa Isla Taboga a tan solo 30 minutos en ferry de la ciudad que podréis leer en El paraíso caribeño en el Pacífico: La Isla Taboga y dos días entre el lago Gatún y el río Chagres, rodeadas de naturaleza del que os hablaré en Qué ver en Gamboa en dos días. No eran nuestros planes pero conseguimos disfrutar de nuestros días.
Los hoteles en las que estuvimos fueron el Hotel Ojos del Río en la ciudad de Panamá, que sin ser una maravilla estaba bien situado y la ventaja que al estar seis noches, cuatro primero y dos al final del viaje, tuvimos el transfer de recogida y salida del aeropuerto gratuito. Otra noche la pasamos en el Gamboa Resort, caro carísimo, pero que cumplió su función de ventilarnos de la ciudad y no tener la sensación de haber perdido el viaje.
Y aquí terminaba nuestro viaje por Centroamérica de 21 días en el que recorrimos Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá. En el vuelo de vuelta, en el que todo fue perfecto, entre sueño y sueño, pensando en el siguiente viaje.
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