Antes de nada y para centrar el artículo que os vamos a relatar a continuación, que mejor que empezar por la definición de trampantojo. Según la Real Academia de Lengua Española un trampantojo es una “Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es.” Y si miramos la Wikipedia, nos dice que “es una técnica pictórica que intenta engañar la vista jugando con el entorno arquitectónico, real o simulado”. Se puede definir como un tipo de pintura que engaña al observador haciéndole creer que existe una tercera dimensión donde no la hay, creando sensación de profundidad a través de la perspectiva. El objetivo es crear la ilusión de que el objeto dibujado y representado es real, por lo que es fundamental ser un buen dibujante- ilustrador con método muy detallista.
Y como una imagen vale más que mil palabras, nos vais a acompañar en una ruta sorprendente por la Villa de Navalcarnero en la que os mostraremos los trampantojos realizados por el artista Alberto Pirrongeli.
¿Y quien es Alberto Pirrongelli? ¿Un pintor italiano?
Pues no, Alberto Pirrongelli es un artista español nacido en Mérida, Extremadura, en 1942 que a los 13 años ya pintó su primer cartel para el cine del pueblo donde vivía, Don Benito, en la provincia de Badajoz. Unos años más tarde decidió ir a Madrid, a demostrar su talento como cartelista de grandes dimensiones y pintó durante décadas los carteles que anunciaban los grandes estrenos del cine en la Gran Vía madrileña. Con la llegada de la impresión digital al mundo de la cartelería los encargos fueron disminuyendo y Pirrongelli tuvo que reinventarse. Siguió pintando dedicandose al muralismo de numerosas fachadas de edificios en Madrid y Navalcarnero. A continuación, un reportaje de Telemadrid sobre Pirrongeli.
Nos interesó el tema y como teníamos pendiente una visita a la villa de Navalcarnero, nos presentamos allí una mañana de Febrero con un sol radiante pero con un frío gélido a visitar la ciudad de los trampantojos. En la oficina de turismo, en la bellísima Plaza de Sagovia, nos atendieron con muchísima profesionalidad y amabilidad; nos dieron mapas y nos indicaron las ruta a realizar para ver los trampatojos y los lugares a visitar.
Hemos incluido en este artículo, un mapa del recorrido por los diversos trampantojos del municipio de Navalcarnero que se puede encontrar en Internet.
Empezamos por el gran mural que representa la caída de los comuneros castellanos a manos de las tropas del rey, acompañadas por una estatua preciosa que rememora dicho evento y labrada en la piedra que la sustenta el nombre de los comuneros que fueron ajusticiados. No olvidemos que en aquel tiempo la ciudad pertenecía a la jurisdicción de Segovia que luchó en defensa de los fueros comunales. Y así lo hizo, Alonso de Arreo, regidor y procurador del Concejo del Municipio que fue de los pocos que fue absuelto y amnistiado ya que era muy querido por los vecinos.
Y justo al lado de la plaza de los comuneros, se encuentra el Museo del Vino, que permite a sus visitantes realizar un recorrido por una antigua bodega del siglo XIX haciendo un recorrido por la historia del vino y sus diferentes fases de elaboración, y que no pudimos visitar porque lo estaban remodelando. Pero quizás lo que más llama la atención, en el pasaje que conduce al Museo, es la decoración externa realizada por trampantojos de Pirrongeli en paredes donde se representan escenas de tipo medieval relacionadas con la cosecha y vendimia, y los techos donde resaltan diversas pinturas teniendo como protagonista al dios Baco. Para situarnos, se marca en el mapa con la letra (E).
Al salir, en la acera de enfrente, observamos el centro de adultos Gloria Fuertes, en memoria de la poetisa, no solo se da su nombre al centro si no que está representada en el último piso del edificio junto a personajes que simulan escenas de la vida real en una terraza. Localizada con la letra (D) en el mapa.
En la calle paralela, en la llamada calle Mariano González, se encuentra la peculiar ermita de Santa Águeda, un pequeño espacio al que no se puede acceder de forma libre, pero que se puede ver a través de una verja e iluminarla de forma automática mediante monedas. La bóveda del altar está dedicada a la exaltación de la Cruz y en su base aparecen los Apóstoles. En la pared del fondo se halla una escultura de Santa Águeda y un fresco representándola subiendo a los cielos. En las dos paredes laterales diversos momentos del martirio de la Santa y del Nuevo Testamento. No está marcado en el mapa, pero es fácil de encontrar.
Y llegamos a uno de los frescos más monumentales, el dedicado al Centenario. Una inmensa fachada donde se entremezclan dos escenas de diferentes épocas. Una, la actual, que representa a los viandantes como si estuvieran debajo de el gran cuadro y la otra la escena medieval, donde se representa la constitución del primer Concejo de Navalcarnero por orden de Los Reyes en 1499. En el mapa se señala con la letra (H).
Impresionantes perspectivas es lo que nos encontramos en la calle de San Roque, donde hay varios murales con escenas cotidianas con vecinos asomados a los balcones y uno con un precioso mercado medieval. Marcados en el mapa con las letras (I) y (J).
En la calle paralela, es decir, en la calle del Concejo, se encuentra una fuente decorada con piedras y flores pintadas que embellecen los chorros de agua. Marcado en el mapa con la letra (G)
Y llegamos al lugar señalado con la letra (F). Pintura homenaje a un insigne profesor de música, Fidel Borrajo, cuyo busto también está en la plaza y que desde 1942 formó parte de un proyecto para rescatar los bailes regionales de la localidad, transmitiendo a las generaciones venideras el amor por la danza y música folklórica.
No dejamos de maravillarnos cuando subimos hacia la plaza mayor de la villa y seguimos viendo paisajes urbanos pintados en las fachadas.
Más tarde llegamos al lugar señalado con la letra (C). En la fachada de esta casa se representa la vendimia, con apariencia de manuscrito medieval, se conjuga la tradición, la historia y la cultura del vino de esta localidad madrileña.
Lugar señalado con la letra (A). Esta fachada completamente pintada con escenas de tiendas tradicionales antiguas, con gente deambulando y ventanas en la parte superior donde los vecinos desarrollan sus vidas cotidianas. Casi todos los personajes de los frescos son vecinos reales del pueblo que han quedado inmortalizados por el artista.
Sin embargo, no pudimos acceder a la Iglesia de San Pedro, que tan solo con visita guiada o con cita previa se puede visitar. Parece ser la "joya de la corona" ya que allí están pintados techos y cúpula a modo de "Capilla Sixtina" por el artista Pirrongelli. Con escenas con cientos de personajes se representan pasajes del Evangelio. Dejamos a continuación, unas fotos y el enlace de la oficina de turismo de Navalcarnero. También en el reportaje en video de Telemadrid se observa el período de cuando estaba trabajando en él.
Pero en la Villa de Navalcarnero hay más, mucho más por visitar y os invitamos a que la sigáis conociéndo, leyendo nuestro siguiente artículo, en el que os relatamos los monumentos de la Villa, que no son pocos.