Estando en Macedonia se hacía casi imprescindible ir a Kosovo un día para conocer in situ la historia de estos puntos calientes que todavía quedan en Europa, junto a lugares como Transnistria o Chipre del Norte entre otros. En nuestra ruta del 2020 que no pudimos hacer habíamos dedicado dos días para conocer el lugar pero en la realizada en 2021 tan solo dispusimos de un día y fue por mi insistencia en que debíamos conocer la zona. Desde Skopje es muy fácil hacerlo porque la distancia que la separa de Pristina, capital de Kosovo, son unos 85 kilómetros y unas dos horas porque hay que hacer los pasos fronterizos de ambos países que aunque rápido aumentan el tiempo, aunque con todo no superó la hora y media de trayecto.
Para entrar en Kosovo nos pidieron el pasaporte que nos sellaron y el certificado de vacunación de covid. Nos sorprendió la autopista que tienen en dirección Pristina y la cantidad de obras que vimos por el camino; el objetivo del día era conocer el Monasterio Ortodoxo de Gracanica dependiente de la iglesia Serbia y Patrimonio de la Humanidad desde 2006. La siguiente parada sería en Pristina, donde conocimos algunos de los lugares más interesantes pero antes de seguir tenemos que hacer una pequeña reseña histórica de este país, Kosovo, reconocido por unos 110 países pero no por la ONU ni por España.
Un poco de historia
Serbia considera este territorio actual de Kosovo como el origen de la patria y de la iglesia serbia en la Edad Media, siglos XIII y XIV. Tras las guerras con el Imperio Otomano a finales del siglo XIV, el territorio de Kosovo quedó en manos de los turcos y empezó un periodo de islamización que duró cinco siglos, además impulsaron el asentamiento de albaneses a la zona para controlar este territorio, el origen del conflicto posterior estaba servido. En 1913, en la Guerras Balcánicas contra el imperio Otomano, Kosovo volvió a pasar a manos serbias. Hasta la II Guerra Mundial, muchos serbios habían empezado a vivir en estos territorios pero durante ella Kosovo estuvo controlado por los fascistas italianos y los albaneses, generando la idea de la Gran Albania. Estos territorios quedaron en manos de Alemania hasta 1944.
En los años de la Yugoslavia de Tito, 1945-1980, Kosovo alcanzó un grado notable de autogobierno pero siempre dentro de Serbia, alcanzando el grado de provincia autónoma en 1974 pero nunca llegó a ser república como otros territorios circundantes, véase Eslovenia, Croacia, Bosnia, Macedonia del Norte y Montenegro que junto a Serbia formaban la Yugoslavia de Tito. Con la muerte del mariscal los conflictos por la aguda crisis económica empezaron a recrudecerse y el nacionalismo albano-kosovar generó manifestaciones y protestas muy virulentas en 1981 contra los habitantes de origen serbio, especialmente virulentas. El gobierno yugoslavo emprendió una dura política represiva contra los albano-kosovares, suspendiendo su grado de autonomía . Simultáneamente en Serbia, comienza a surgir otro movimiento nacionalista con la idea de la Gran Serbia con territorios serbios en Bosnia, Vojvodina al norte de Serbia y Kosovo, su ideólogo Slobodan Milosevic que llega a presidente en 1990 y suspende la autonomía concedida a Kosovo en 1974.
Los conflictos entre ambas poblaciones continúan y comienza la desintegración de Yugoslavia en 1991 con las Guerras de la ex-yugoslavia. Mientras las relaciones entre serbios y kosovares se siguen distanciando, pidiendo los albano kosovares un mayor grado de autonomía, a la postre más de un 85% de la población era de esta etnia y tan solo un 10% serbios. En 1996 surge el Ejército de Liberación de Kosovo, apoyado por Albania, que comenzó a dirigir ataques contra instalaciones serbias. Se generó tal caos en la zona que en 1988 los albanos kosovares intentaron una liberación de su territorio a los que los serbios respondieron con crudeza, con gran movimiento de desplazados por la guerra. Tras el fracaso de las negociaciones la OTAN decide intervenir bombardeando Serbia en 1999, alegando motivos humanitarios, capitulando éstos en el mismo año. Así fue como Kosovo queda en manos de un protectorado internacional.
Con la zona pacificada, la vuelta de casi un millón de albaneses que vuelven a Kosovo la demanda de autodeterminación se extendió a todas las fuerzas políticas albano-kosovares, se expulsaron serbios del territorio y las heridas abiertas ni cerraron entonces ni en el momento de escribir este relato. En 2008 el parlamento de Kosovo declaró unilateralmente la independencia de Serbia y la creación de la República de Kosovo. La comunidad internacional se dividió ante el reconocimiento del nuevo estado, apoyado por Estados Unidos y parte de la Unión Europea, un total de 110 países, pero no por España, Rusia o China ni es reconocido por la ONU. Los odios y recelos siguen vivos y la posibilidad de sociedad interétnica, de momento, es imposible. El nuevo estado surge con miles de problemas: mucho paro, rentas per cápita bajísima, corrupción política que crea elecciones sucesivas.
Y uno se pregunta qué ocurrirá cuando este territorio deje de interesar a la UE o Estados Unidos que tiene una gran base militar en Kosovo ya que es una forma de controlar los Balcanes y también a los Serbios que tradicionalmente eran aliados de Rusia. El tiempo dirá qué ocurrirá, al final los pueblos y sus gentes no interesan más que por su valor geoestratégico.
Monasterio de Gracanica
Llegábamos al pueblo de Gracanica y a su Monasterio de Gracanica que se encuentra a unos 8 kilómetros de la capital, que como dijimos más arriba es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2006 dentro de los Monasterios Medievales de Kosovo pero que la Unesco los incluye dentro de Serbia, entendiendo que este territorio es parte del estado de Serbia.
Lo primero que nos llamó la atención es que casi en la entrada del monasterio se encuentra una escultura ecuestre de Milos Obilic, un soldado a las órdenes del Rey Serbio Lazar que luchó contra el ejército otomano en la batalla de kosovo en 1389, de poco sirvió porque la zona quedó en manos de los otomanos durante casi cinco siglos, origen del conflicto posterior entre serbios y kosovares, enarbolando la bandera Serbia. Tras los bombardeos de la OTAN en 1999, el obispado de la iglesia serbia que se encontraba en Prizren fue trasladado a este monasterio que desde entonces el monasterio se ha convertido en un centro espiritual y político de los serbios de Kosovo.
Este monasterio fue fundado por el rey serbio Esteban Uros II Milutin en 1321, considerado como uno de los grandes reyes de Serbia ya que había generado una gran prosperidad al reino y aunque hubiera luchas constantes con sus vecinos, entre ellos el Imperio Bizantino, otorgó gran prosperidad al país, creando iglesias y monasterios. Uno de los tratados pacificadores que hizo, en 1299, fue casarse con la hija menor del emperador Andrónico, Simonida y asegurarse así años de paz. Ambos tienen una representación en el Monasterio, aunque estaba prohibidísimo hacer fotografías.
El monasterio se levantó sobre otra iglesia anterior del siglo XIII y ésta sobre las ruinas de una basílica de tres naves paleocristiana del siglo VI. En uno de los muros de la iglesia se conservan las palabras del Rey Milutin sobre esta fundación: "He visto las ruinas y la decadencia del templo de la Virgen Santa de Grachánitsa, el obispado de Liplian, así que la he construido desde abajo y pintado y decorado tanto por dentro como por fuera".
Poco queda del monasterio original, pues los avatares de la historia y las guerras fueron constantes destrucciones y reconstrucciones, aún así Gracanica representa la culminación del arte medieval serbio en la construcción de la tradición bizantina. En cuanto a las pinturas se pueden reconocer tres estilos que obedecen a distintas épocas siendo el más antiguo en la nave y los posteriores en el nártex. Los frescos más antiguos fueron pintados entre 1321-1322 y representan la infancia de Jesús y el calendario eclesiástico. Dentro del nártex están los retratos de el rey Milutin y la Reina Simonida, así como una pintura del Juicio Final, ya del siglo XV. Sería casi imposible narrar todo lo que contiene la iglesia en su interior sin el apoyo de fotografías, por ello os recomiendo si estáis en la zona su visita.
Como curiosidad contar que las puertas de entrada, construidas en el siglo XX, tienen incrustaciones que representan los veintitrés monasterios e iglesias construidos en Serbia. Y que tras la II Guerra Mundial fue renovado el lugar y hoy lo habitan monjas que se encargan de su mantenimiento y conservación de sus pinturas. En este enlace del Monasterio de Gracanica, podéis encontrar información mucho más amplia del mismo y de la iglesia Serbia.
Pristina, la capital de Kosovo
Kosovo y su capital, Pristina, son uno de los territorios menos visitados de Europa y quien los visita es por estar haciendo alguna ruta por los Balcanes, ese fue mi caso. Estando en Macedonia del Norte, había que conocer Kosovo y completar el puzle de los antiguos territorios de Yugoslavia.
Llegamos a Pristina desde el Monasterio de Gracanica en menos de diez minutos, lo primero que nos llamó la atención fue la gran avenida que conduce al centro, llamada Bill Clinton, con edificios bastante altos y la escultura del presidente con la bandera de EEUU bien visible; ya en el centro vimos otra calle dedicada a George Bush. Decir que el tiempo que estuvimos en el país, vimos a la par, banderas americanas, albanesas y Kosovares. Y es que la mayoría de los kosovares no les importaría unirse a la que consideran su patria madre, Albania.
Aparcamos el coche junto al palacio de deportes de la época de la Yugoslavia de Tito y comenzamos nuestra ruta a pie por el pequeño centro de Pristina.
Lo primero que conocimos es el Monumento de Newborn, un icono de Pristina, ya que se colocó en 2008 con la independencia del país, siendo su significado "Recién nacido". Cada año cambian su decoración y esta del 2021 me pareció un poco sosa pero había que hacerse la foto. Se encuentra en una zona peatonal bastante nueva y cuidada.
Justo enfrente hay una pequeña plaza y una escultura o monumento a las Heroínas de Kosovo, en honor al papel de las mujeres durante la guerra de Kosovo entre 1998-1999. Dicen que más de 20000 mujeres fueron violadas en estos años.
Nuestra siguiente parada fue para conocer la enorme Catedral Católica de la Santa Madre Teresa, que se empezó a construir en el año 2007 en estilo neo románico que había sido aprobado anteriormente por el expresidente de Kosovo, Ibrahim Rugova cuya escultura se encuentra en el acceso. En el interior caben unas dos mil personas, nos dijeron que es el número de católicos que hay en el país.
La siguiente parada, para mi la más esperada, era en la Biblioteca Nacional de Pristina que mucho había leído de ella como uno de los edificios más feos del mundo y como casi siempre me ocurre a mí me encantó y me llamó muchísimo la atención. La Biblioteca Nacional de Kosovo Pjetër Bogdani fue diseñada por el arquitecto croata Andrija Mutnjakovic y se inauguró en1982 ubicada dentro de los terrenos de la universidad de Pristina. Su diseño exterior ha generado controversias, catalogándolo como uno de los edificios más feos del mundo. Su estructura de hormigón revestido de una especie de alambrada da imagen de cárcel. dicen que sus casi 100 cúpulas de cristal que coronan el edificio representan el típico sombrero nacional albanés, plisi. Para otros este edificio aúna la tradición albano kosovar con las iglesias ortodoxas serbias. En cualquier caso es un edificio distinto y sorprendente, para nada feo.
Pero lo realmente hermoso de esta biblioteca es su interior ya que cuando atraviesas sus puertas te encuentras con un edificio claro y muy luminoso, construido con mármoles de distintos colores inundados por la luz de sus cúpulas, nos dejaron ver las salas de estudio, de catalogación, salón de actos y recorrer algunas de sus zonas como esta hermosa escalera que accede a pisos superiores.
Junto a la Biblioteca, se encuentra la que debería haber sido la Iglesia Ortodoxa más importante de Pristina, La Iglesia de Cristo Salvador, que se empezó a construir en el año 1995 en los terrenos de la Universidad. Esta construcción no fue bien recibida por los kosovares. La construcción se paralizó por la guerra y hoy sigue igual, los kosovares piden que sea destruida por ser un símbolo del gobierno de Slobodan Miloševic y los serbios batallan reclamando los terrenos donde está ubicada como propios que siguen sin urbanizar lo que da también un aspecto de abandono a lo que rodea la Biblioteca. Otro conflicto sin resolver entre serbios y kosovares.
Desde aquí tomamos el Bulevard de la Madre Teresa, una zona peatonal con restaurantes, tiendas, algún que otro hotel, esculturas, árboles, quioscos de libros y restaurantes con terrazas. en la del restaurante Rings comimos muy bien. Una zona muy animada y llena de gente disfrutando del ambiente.
La Mezquita Carshia construida en el siglo XV, el edificio más antiguo de la ciudad, no la pudimos visitar por estar cerrada por el covid así pues aquí casi terminaba nuestra visita volviendo a recoger nuestro coche pero todavía podríamos ver y fotografiar el estadio de futbol, que a todos nos sonaba porque unos días antes había tenido lugar un partido entre España y Kosovo.
Ya en nuestro coche de camino a Macedonia, vimos un edificio creo que era junto a la estación de autobuses, que me llamó la atención por estar coronado con una réplica de la Estatua de la Libertad. No sé a qué se destinaba el edificio pero ahí queda la imagen, una buena forma de terminar nuestra visita.
Algunas pequeñas curiosidades que conocimos de este país, todavía en un limbo diplomático y geopolítico que espero se solucione: No han tenido código telefónico hasta el año 2018; sigue habiendo muchos apagones de luz en la ciudad; casi todos los kosovares tienen un doble pasaporte, sobre todo albanés o macedonio, con lo que así pueden viajar a países que no reconocen su existencia; cuando entra un coche serbio a Kosovo le quitan su matrícula y le ponen una kosovar en el cristal; siguen teniendo negociaciones los representantes de ambos gobiernos pero nunca llegan a un acuerdo e incluso nos contaron que en la última casi llegan a las manos produciendo un espectáculo bochornoso.
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