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Turisteando el mundo

  • Foto del escritorPilar

Paisaje Cultural de las Cumbres de Gran Canaria con el Risco Caído


Don Miguel de Unamuno en Artenara

Algunos definen a esta hermosa isla de Gran Canaria como un continente en miniatura y es que la diversidad de paisajes con el mar la hacen única, así como la flora endémica de la isla. Casi el 50 % terrestre de la isla está declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco con su ola marítima adyacente desde el 2005 y toda la isla cuenta con más de 30 espacios naturales protegidos. Esos barrancos que nacen en el interior de la isla con paisajes extremadamente abruptos hasta su llegada al mar la hacen única y se generan multitud de microclimas. Pero además, en 2019, el Paisaje Cultural del Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria abarcando los municipios de Artenara, Tejeda, Gáldar y Agaete, fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, coincidiendo parte de este territorio con el de la Reserva de la Biosfera. Ya veis, la Isla de Gran Canaria bien merece una visita.

Como os conté en el relato de introducción de este viaje, Gran Canaria qué ver en 8 días sin coche, gran parte del día lo dedicamos a recorrer la isla en su parte central, desde Las Palmas de Gran Canaria fuimos subiendo constantemente hasta alcanzar los casi 2000 metros de altitud con unos paisajes espectaculares para conocer Las Montañas Sagradas y el Risco Caído. Primero hicimos una parada en el casco antiguo de Teror, uno de los pueblos más bonitos de la isla; seguimos hasta Artenara donde se encuentra el Centro del interpretación del Risco Caído; la Cruz de Tejeda con unos paisajes de infarto y para terminar conocimos la Caldera de Bandama. dos días después hicimos otra ruta por el norte de la isla y llegamos a otro de los municipios que están incluidos en el Paisaje Cultural de las Montañas Sagradas y dentro de la Reserva de la Biosfera, hablamos de Agaete y su Puerto de las Nieves. Ya veis que en estas rutas nos estuvimos moviendo por los dos Patrimonios de la Humanidad de la Isla: Paisaje Cultural del Risco Caído y la Reserva de la Biosfera.

El Risco Caído son unas cuevas creadas por antiguos pobladores trogloditas de la isla que destacan por su importancia astronómica, ceremonial y simbólica, la suma de estos lugares forman el paisaje Cultural de las Cumbres de Gran Canaria. La Unesco dice de él: "Situado en una vasta zona montañosa del centro de la isla de Gran Canaria, el sitio del Risco Caído se caracteriza por una topografía de acantilados, barrancos y formaciones volcánicas presentes en un paisaje de rica biodiversidad. Su territorio abarca un considerable número de vestigios de viviendas, cisternas y graneros troglodíticos, cuya antigüedad pone de manifiesto la presencia de una cultura insular autóctona que evolucionó de modo autárquico desde la llegada de los bereberes norteafricanos, a principios de nuestra era, hasta la conquista del archipiélago de las Canarias por los españoles en el siglo XV. Los vestigios troglodíticos comprenden también algunas cuevas dedicadas a prácticas rituales, así como los templos o “almogarenes” del Risco Caído y el Roque Bentayga donde se celebraban ceremonias relacionadas con las estaciones del año. Es posible que estos dos “almogarenes” guarden relación con un eventual culto rendido a los astros y la Tierra Madre".

Centro de Interpretación de Artenara

Hay tres centros de interpretación para conocer todo el Paisaje Cultural de las Cumbres, y varias cuevas que son visitables aunque en el momento de mi visita todas ellas estaban cerradas por la pandemia, así pues nos centramos en el hermoso pueblo de Artenara y en su Centro de Interpretación en el que en ese momento hubo que pedir cita para visitarlo.


Llegamos a Artenara, casi 1300 metros de altitud, con un sol espléndido algo no muy normal porque en esta zona de la isla suele haber nieblas. Durante el trayecto fuimos viendo gran cantidad de casas excavadas en la roca y unos paisajes preciosos. Artenara es conocida como la localidad troglodita.


Nuestra primera visita fue el Mirador de la Cilla al que se accede por una galería excavada en la roca de unos 50 metros, este mirador está dentro del restaurante del mismo nombre con una terraza desde donde se pueden admirar las cumbres de la isla de Gran Canaria con sus emblemáticos Roque Nublo y Roque Bentayga, todo ello dentro de la Reserva de la Biosfera auspiciada por Unesco.

En la cima de la montaña de la Cilla se encuentra el Monumento del Corazón de Jesús, una escultura de un cristo del escultor José Luis Marrero colocada, parecía que contemplábamos el Cristo Redentor de Río de Janeiro. No subimos pero lo vimos entre una vegetación exuberante.

El Corazón de Jesús protegiendo a Artenara

Llegó el momento de conocer el Centro de Interpretación del Risco Caído, al que le tenía muchas ganas. Un lugar muy bien montado, muy didáctico y con una explicación entendible de lo que es el Risco Caído, junto a otros yacimientos y cuevas.

Centro de Interpretación del Risco Caído

En este centro tras recorrer algunas de las imágenes y grabados encontrados en las 21 cuevas encontrados entre los términos municipales de Artenara y Gáldar, el llamado Risco Caído que nos narra la vida de este pueblo troglodita, se ha hecho una reproducción de la cúpula de la cueva C6 ya que se produce un fenómeno curioso donde va entrando el sol en sus distintas fases y se iluminan unos triángulos que según los arqueólogos representan la fertilidad ya que el sol atraviesa triángulos púbicos; para otros es un reloj astronómico para los cultivos creado por los aborígenes. Es súper interesante porque mientras se reproduce en la cúpula el vídeo de unos 10 minutos se observa las imágenes que produce el sol en los 365 días y lo que se ve en cada una de las fases de los equinoccios y solsticios. Este yacimiento fue descubierto por el arqueólogo Julio Cuenca en 1996 y se puede visitar in situ pidiendo cita previa aunque por la pandemia estaban canceladas las visitas.

Seguimos nuestro paseo por Artenara y tras tomar un café calentito en la Plaza del pueblo visitamos la Iglesia de San Matías, el edificio religioso más importante de la localidad y de la zona.

Mirador de la Esquina fue la siguiente parada donde de nuevo observamos la inmensidad del Roque Nublo y Roque Bentayga, para seguir caminando hasta el Mirador o Balcón de Unamuno construido en el año 1910 para conmemorar la estancia del escritor en la isla en 1910 y que definió este abrumador paisaje con las siguientes palabras:


“El espectáculo es imponente. Todas aquellas negras murallas de la gran caldera, con sus crestas, que parecen almenas, con sus roques enhiestos, ofrecen el aspecto de una visión dantesca. No otra cosa pueden ser las calderas del Infierno que visitó el florentino. Es una tremenda conmoción de las entrañas de la tierra; parece todo una tempestad petrificada, pero una tempestad de fuego, de lava, más que de agua.”

Miguel de Unamuno

Haciendo compañía a Don Miguel de Unamuno

Seguimos nuestra ruta por las alturas de Gran Canaria y el mar de nubes nos fue acompañando durante un buen rato pero rápidamente las fuimos dejando por debajo de nosotros.

La última parada para ver las Cumbres de la isla fue en El Mirador de Cruz de Tejeda, donde está el Parador de Turismo con unas unas vistas increíbles sobre las cumbres de la isla fue nuestra siguiente parada, el día era espléndido y soleado que a casi 1600 metros de altitud no siempre se consigue. Un lugar precioso en el que pasar un par de noches para recorrer las zonas cercanas de la isla. Aquí hicimos una parada para comer un picnik en su merendero, hay también algún que otro bar para poder comer, tomar café y similares. Lástima que no hubiera tiempo para dar una vuelta por Tejeda, otro de los pueblos más bonitos de la isla.




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