Puebla de Santa María de Guadalupe, conocido tan solo como Guadalupe, es un municipio español de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura; se encuentra en la mancomunidad de Villuercas-Ibores-Jara, convertida en Geoparque por la Unesco en 2015 y además este pequeño pueblo, de algo menos de 2000 habitantes, tiene una de las mayores joyas de Extremadura y de España que es su Real Monasterio de Santa María de Guadalupe que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993, siendo testigo a lo largo de los siglos de acontecimientos decisivos en la historia de España. Fue declarado conjunto histórico-artístico en 1943 y forma parte también de la Red de Pueblos Más bonitos de España, con todas estas credenciales hay que visitarlo y eso fue lo que hicimos nosotros, no era nuestra primera vez en este hermoso lugar, en esta Ruta de 3 días por los lugares Unesco de Cáceres y Badajoz.
Un poco de Historia
Alrededor del año 1300, según la tradición, un pastor encuentra la talla de una virgen en el río Guadalupe y se construye una pequeña ermita y alrededor de ella surge un asentamiento al que llaman Puebla de Santa María de Guadalupe. Unos años después, 1340, el Rey Alfonso XI de Castilla junto a las tropas portuguesas al mando de Alfonso VI de Portugal, vencen en la Batalla del Salado, entre Algeciras y Tarifa, a las tropas del sultán benimerín Abu Al-Hassan Alí acompañado del sultán granadino Yusuf; esto supuso un gran avance de la reconquista. Alfonso XI piensa que la ayuda de la Virgen de Guadalupe había sido muy importante y manda construir un templo mayor para venerar a la virgen de la que contaban que la talla había sido realizada por San Lucas. Los peregrinos rápidamente comienzan a llegar al lugar y éste crece mucho con la construcción de hospitales para los peregrinos. Peregrinación que sigue hoy día por los llamados caminos de Guadalupe, siendo junto Santiago de Compostela, los lugares más importantes de la cristiandad. Santiago es el patrón de España y la Virgen de Guadalupe es la patrona de todas las tierras de habla hispana y ostenta el título de reina de las Españas según la tradición católica. Durante cinco siglos el lugar fue habitado por los monjes jerónimos, hasta que lo abandonan tras la desamortización de Mendizábal en 1835. No sería hasta 1908 cuando se hacen cargo del lugar los monjes franciscanos que devolvieron el esplendor al lugar que conocemos hoy. Así es como se produce la simbiosis entre un monasterio y un pueblo, conocidos por todos como Guadalupe.
Nuestra visita a Guadalupe
Llegábamos a Guadalupe, tras la visita al Parque Nacional de Monfragüe, a primera hora de la tarde. Habíamos decidido alojarnos en la Hospedería del Monasterio y desde luego que fue un acierto. En primer lugar porque cuenta con aparcamiento propio y pudimos dejar el coche en él sin coste adicional, las habitaciones muy amplias con artesonados de madera con una decoración sencilla llena de encanto y muy pero que muy cómodas, el desayuno fue muy bueno y la atención magnífica. Los patios, jardines y claustros muy hermosos. Sencillamente nos encantó dormir en el monasterio de Guadalupe y la consideramos una de las mejores opciones para conocer este lugar sin igual en nuestro país. Y en segundo lugar porque ellos te avisan en el momento en que se hará una de las visitas guiadas y no tienes que estar pendiente en la puerta del monasterio.
Otro de los lugares que merece la pena visitar en la Hospedería del Real Monasterio, si no estás alojado, es el impresionante claustro gótico donde podrás tomar un café o usar su comedor e incluso conocer el patio que es realmente bonito. Esta Hospedería fue construida por los Reyes Católicos para su propio alojamiento porque visitaron el lugar con frecuencia, aunque fue demolida en el siglo XX para la construcción de una carretera y la actual se hizo dentro del Monasterio aprovechando la antigua enfermería, los claustros y un comedor diseñado por Moneo.
El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1993 como bien mixto, de él la Unesco dice: "Este monasterio posee un interés excepcional porque ilustra cuatro siglos de arquitectura religiosa española y recuerda los dos acontecimientos históricos trascendentales de 1492: el final de la reconquista en la península ibérica por los Reyes Católicos y la llegada de Cristóbal Colón a América. La célebre estatua de la Virgen de Guadalupe se convirtió en un poderoso símbolo de la cristianización de gran parte del Nuevo Mundo".
La Visita del Real Monasterio de Guadalupe consta de dos partes, en primer lugar la Iglesia que es de acceso libre en sus horas de apertura al público y los Museos con su claustro que se debe hacer guiada y que hay que reservarla con anterioridad pero no se puede hacer online y solo debes rezar para poder hacerla una vez que estás allí porque no hay horas específicas y van saliendo cuando hay grupo para ello. Los frailes garantizan que todos los días se hará una por la mañana y otra por la tarde. Para toda la información de horarios y visitas podéis consultar la página del Monasterio de Guadalupe.
El origen del Monasterio ya lo contamos más arriba y de cómo este lugar y esta virgen negra se convirtió en todo un símbolo de la cristiandad en España y en América; Patrona de Extremadura y de la Hispanidad. En la visita conocimos más en profundidad esta joya del gótico mudéjar y algunos de los museos que se encuentran en su interior como. Aquí se encuentra enterrado Felipe IV y cuentan que los Reyes católicos estuvieron aquí en más de 25 ocasiones, así como Cristóbal Colón. Hay un cuadro en el interior de la iglesia en el que se representa cómo bautizaban a los indígenas que Colón trajo en uno de sus viajes con la presencia de los Reyes Católicos.
Seguimos con la Sacristía de Guadalupe que es conocida como la Pequeña Sixtina con pinturas de Zurbarán y sus discípulos. La Capilla de San José y el Camarín de la Virgen de Guadalupe, con sus mantos y coronas que no dejaron sin palabas, El Museo de Pintura y Escultura con un cristo de marfil atribuido a Miguel Ángel o cuadros de El greco, El museo de los Libros Miniados con libros enormes con miniaturas de color rojo y un facistol, el Museo de Bordados con piezas de vestimentas religiosas. Un paseo por la historia del arte en un espacio lleno de belleza en el que hay momentos en los que no sabes muy bien dónde mirar.
A todo este conjunto del Real Monasterio de Guadalupe se accede por la Plaza de Santa María, aunque nosotros lo hicimos desde la Hospedería, una de las más bonitas de la población y desde dónde se obtiene la mejor imagen del monasterio que os hemos puesto más arriba. En esta Plaza hay una fuente en la que en su parte suprior fue una antigua pila bautismal en la que se bautizaron los indígenas traídos por Colón, siendo también un buen ejemplo de arquitectura popular. Por la mañana esta plaza es un hormiguero de gente que viene a Guadalupe, pero tras la comida el pueblo va quedando vacío y es una gozada pasearlo.
Hay que pasarse por el pueblo para conocer su parte baja o barrio bajo tras atravesar su Arco de Sevilla, nos encontraremos con calles y casas porticadas llenas de encanto, encontrar algunas de sus más de fuentes de agua, encontrar el Arco de las Eras e ir buscando los mejores miradores de la localidad, ya todo con un silencio mágico por la usencia de gentes. Y de vuelta a la Hospedería para adecentarnos, toaba una buena cena que el día había siglo largo.
Decidimos darnos un homenaje en el Parador de Turismo que se encuentra prácticamente enfrente del monasterio en lo que fuera el Colegio de Gramática e Infantes y el Hospital de Hombres para atender a los peregrinos que venían a ver a la Virgen de Guadalupe, estos edificios son de los siglos XV-XVI. Otro lugar que se debe visitar en una visita a Guadalupe. Y como casi siempre nos ocurre no hicimos ninguna foto de la exquisita cena.
Y hasta aquí nuestro paso por Guadalupe, ya nos queda dormir y continuar ruta por tierras extremeñas que son absolutamente maravillosas.