Lyon, un paseo histórico por La Croix-Rousse, el Viejo Lyon y la Presqu'ile.
A las ocho de la mañana, todavía de noche, estábamos listos para emprender nuestra segunda ruta por la ciudad de Lyon, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998. Queríamos visitar los barrios de La Croix-Rousse, el Viejo Lyon y la Presqu'ile. En Lyon (Unesco) en dos días I. Francia podéis leer lo que visitamos en el primer día en esta ciudad. Os dejamos un nuevo mapa para que veáis mejor el centro de Lyon y cuáles fueron nuestros pasos.
LA CROIX-ROUSSE
Nuestra primera parada, a la que llegamos en metro, fue La Croix-Rousse. Una colina situada al norte de la Presqu'île, donde se encuentra el barrio del mismo nombre. Se divide en dos zonas, les pentes (pendientes), y le plateau (meseta). Aunque la historia de este barrio comienza en la época romana en la que queda un teatro, que no pudimos ver por falta de tiempo, es conocido por la industria de la seda que hizo de Lyon la ciudad industrial más importante de Francia durante el siglo XIX. A los trabajadores de la seda se le llamó Canuts. Y si a la colina de Fourvière se la denominaba "la colina que rezaba", a La Croix-Rousse se la conoce como "la colina que trabajaba". A este barrio nos llevó el conocer uno de los murales más populares de Lyon conocido como "Mur des Canuts" y hasta él llegamos, no sin esfuerzo, ya que nos perdimos varias veces, pues el móvil no reconocía la dirección. Nos bajamos en la estación de metro de Croix-Rousse y preguntando llegamos a él.
Retornando hacia el metro vimos otros trampantojos, mucho menos conocidos, paseamos por el mercadillo que estaban montando y nos fotografiamos con la famosa gran piedra del barrio conocida como "Le Gros Caillou", que luce cual monumento en la plaza. La Gros Caillou apareció durante los trabajos de la construcción del funicular de la Croix-Rousse (Croix Paquet), ahora una estación más del la línea C del metro, hacia 1860-1862. Es una piedra cuarcita triásica que según los expertos arrastró el glaciar de los Alpes del Ródano y se ha convertido en un símbolo de la Croix-Rousse.
VIEUX-LYON
Nuestra siguiente parada era el Vieux-Lyon, uno de los lugares que más nos gustaron de Lyon porque pasear por sus calles es sentir la historia de la ciudad a través del tiempo. Si en la época galo-romana su centro se situaba fundamentalmente en la Colina de Fourvière a partir del siglo V la ciudad se fue desplazando por la colina hacia el río Saona para extenderse en esta estrecha franja de tierra donde las calles y escaleras bajan de forma empinadísima hacia la ciudad regalándonos vista excepcionales. Comenzó su desarrollo definitivo en la época de Carlomagno y su pleno esplendor se produjo en la época del renacimiento. Se distinguen tres barrios dentro del viejo Lyon: Saint-Paul es el barrio de la burguesía, centro financiero y comercial; Saint-Jean es el bario del clero y de la aristocracia; y por último el de Saint-Georges es el barrio de los artesanos.
Esta fotografía la tomamos el día anterior desde el mirador de la Colina de Fourvière, que nos regaló unas vistas preciosas del todo Lyon.
Reservamos una visita guiada en francés al Viejo Lyon que era gratuita con la Lyon City Card. A las 10,30 horas apareció nuestra guía, nos dio unos auriculares y empezó su discurso. Estuvo casi dos horas hablando sin parar un minuto. Os relatamos lo que visitamos con la visita y lo que nosotros posteriormente seguimos recorriendo en este barrio, para nosotros el que tiene más encanto de la ciudad.
Catedral de Saint Jean fue empezada a construir en el siglo XII en estilo románico y se terminó unos tres siglos después en 1476. La fachada es gótica y de una altura imponente, esta fotografía fue tomada desde Forvière. En la puerta de la fachada hay medallones con los signos del Zodíaco y escenas relacionados con la Creación y con la vida de San Juan.
Una vez en su interior destaca la altura de la nave de unos 32 metros de altura, destacan sus vidrieras, casi todas del siglo XIII y su ábside románico. La mayoría de las capillas laterales son góticas, destacando la capilla de los Borbones de estilo gótico flamígero. Aquí se casó en 1600 María de Médici con el rey de Francia Enrique IV.
Pero si algo destaca de este bello templo es su reloj astronómico siglo XIV, animado por una serie de autómatas que acompañaban al sonido de las horas. Su mecanismo original se recubrió con una caja barroca después de los desperfectos que sufrió durante las guerras de religión en el siglo XVII. Estuvo en funcionamiento hasta 2012, que tras una avería se paró y durante dos o tres años solamente lo ponían en marcha para las fiestas del 8 de diciembre. En el momento de nuestro paso por Lyon ya estaba parado definitivamente.
Tras la visita de la Catedral de Lyon, tocaba recorrer las calles más emblemáticas del Viejo Lyon, como Saint Jean o la Rue de Boeuf, para encontrarnos con su Arquitectura gótica y renacentista. Estas casas que se encuentran por toda la zona constituyen el espíritu del Vieux Lyon, que supo mezclar el estilo gótico francés de la Edad Media con el nuevo estilo Renacentista proveniente de Italia. Decenas de lugares o casas como Chamarier en el número 37 de la calle de Saint Jean o "La Maison des Avocats"en el número 60 de la misma calle que actualmente alberga el un museo; muy fáciles de reconocer porque todas ellas cuentan con una placa que encabeza con " Mémorie de Lyón" y la historia del lugar.
Les Traboules son sin duda los elementos más significativos y representativos de la arquitectura del viejo Lyon. El nombre de “traboule” viene del Latín “trans ambulare” que significa pasar a través; los traboules son una especie de pasadizos que permiten ir de una calle a otra, atravesando uno o varios edificios. Originalmente estos pasajes fueron utilizados por los productores de seda y otros mercaderes para transportar sus productos. También cuentan que fueron usados por la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Encontrarlos no es difÍcil porque están también marcados con placas, empujas la puerta y te adentras en un mundo de silencio y algo de misterio, encontrando elementos arquitectónicos preciosos.
Los pasajes Secretos de Lyon, como ya hemos dicho son ahora uno de los símbolos de Lyon, encontrarlos y adentrarse en ellos constituyen una ruta imprescindible de este bello Lyon. Aquí os dejamos un mapa con algunos de los más importantes y que podéis conseguir en la oficina de turismo o con la visita guiada, como hicimos nosotros.
Los Bouchons son restaurantes de comida tradicional en la ciudad de Lyon y sería nuestra próxima parada tras la visita guiada. Lyon es una de las capitales mundiales de la gastronomía y el símbolo de la cocina francesa, tiene una de las mayores concentraciones de restaurantes de Francia. En la calle Saint-Jean se pueden encontrar un buen número de ellos y nosotros nos decidimos por el que veis en la fotografía.
El nombre de Bouchon se cree que deriva del término "bouche" (boca) pero también se cree que su origen viene de "bouchoné" que hace referencia al cepillado de caballo era cepillado mientras el cochero comía y tomaba un vaso de vino beaujolais. También se cree que estos restaurantes o locales de comida tradicional nacieron a principios del siglo XIX como consecuencia del declive de la industria de la seda ya que muchas mujeres quedaron sin trabajo, eran cocineras en las casas de la burguesía, y se organizaron para dar comidas. Existe una asociación para determinar cuales de estos restaurantes son los originales Bouchon de Lyon.
Pues una vez sentados y ambientados para comer nos decidimos por unos menús de comida tradicional de Lyon, quedando claro que comer en estos lugares no es nada barato. Así probamos la sopa de cebolla, ensalada y patatas a la lyonesa, Le Gateau de Foie que es una especie de tarta hecha de hígados de pollo con salsa de tomate, La Cervelle de Canuts que es un queso blanco de untar con hierbas y vinagre, las famosas Andomillette que son salchichas de cerdo cocidas con especias y vino. Para terminar unos bugnes que son parecidos a nuestros buñuelos. Con las fuerzas repuestas y antes de abandonar este bonito barrio queríamos visitar dos museos, el de las Miniaturas del Cine y el Pequeño Museo del guiñol. Si hay un lugar que visitar en el Viejo Lyon es el Musée Miniature et Cinéma, situado en el de la Rue Saint-Jean y gratuito con la Lyon Card. Se encuentra en un precioso edificio del siglo XVI que ya habíamos visto en nuestro paseo anterior.
Este lugar conjuga las dos grandes pasiones de su fundador, fue fundado por el artista Dan Ohlmann, que tenía como pasión el cine y las miniaturas. Un lugar que invita a descubrir y soñar. Tiene varias plantas y la vista comienza por los sótanos donde se encuentran las reproducciones a escala natural de la película basada en el libro “El Perfume” de Patrick Süskind.
Contiene más de un centenar de escenas en miniatura con miles de objetos y accesorios a lo largo de diversas salas y todas ellas impresionantes por la perfección que muestran. Aquí os dejamos dos fotografías de un salón art decó y de vagón de metro. La escala es de 1:12 y la iluminación ayuda a dotar de gran realismo a todas sus construcciones que parecen escenas reales. Hay otra sección dentro del museo dedicada a albergar las miniaturas de diferentes artefactos que aparecen en películas famosas como “Gladiator” y “Alien. Una visita más que recomendable.
Nuestra siguiente parada fue el Pequeño Museo del Guiñol, que se encontraba en la misma calle y en la trastienda de una tienda de marionetas y souvenires. Y es que este tipo de marioneta de guante es originaria de esta ciudad. No pudo ser porque en estos días el Museo se encontraba cerrado por mantenimiento. Dimos una vuelta por la tienda y decidimos dar por terminado nuestro paseo por el viejo porque en estas fechas anochece tan pronto que queríamos llegar a nuestro destino con luz del día.
LA PRESQU'ILE
Llegamos de nuevo a la estación de Saint-Paul para por su parte trasera cruzar el río Saona por la pasarela de San Vicente llegar a la Presqu'ile o la península en español, flanqueada por los dos ríos de la ciudad formando también parte de la zona declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998. Lo hicimos por esta zona porque íbamos buscando uno de los frescos o trampantojo más famoso de la ciudad de Lyon, el Fresco de Lyonnais en la Quai de St Vincent.
Lyon también es conocida como “la ciudad de los murales” ya que repartidos por la ciudad se encuentran más de 150 grandes murales que dieron un gran cambio a muchos edificios grises e industriales y convertir la ciudad de Lyon en un lugar colorido. La idea surgió en los años 70 del siglo pasado cuando un grupo de estudiantes de arte quiso sacar de los museos el arte y llevarlo a las calles para que formara parte de la comunidad. En 1978 nació Cité Création, que se dedicó a coordinar todo este proyecto que todavía sigue vivo.
La Fresque des Lyonnais es uno de los más conocidos y famosos, un mural que cubre todo un edificio y en el que aparecen más de 30 figuras que representan la historia de la ciudad, desde el Emperador Adriamo, los hermanos Lumière o el escritor y aviador Saint-Exupéry autor del Principito, que nació en esta ciudad en el año 1900. Os dejamos la página, pIncha aquí, en la que podéis encontrar todos los murales de la ciudad y su ubicación porque teniendo algo más de tiempo para visitar la ciudad es una ruta preciosas
Caminamos hasta La Plaza de Terreaux que es el centro neurálgico de la ciudad; como la vemos ahora tiene su origen en el siglo XVII aunque se amplió en el siglo XIX. Es un lugar precioso en el que detenerse para contemplar la belleza de los edificios que la rodean, como el Museo de Bellas Artes y el Ayuntamiento. Tiene la bellísima y monumental fuente Bartholdi de finales del XIX con un peso de veintiuna toneladas, creación de Frédéric Auguste Bartholdi, el autor de la Estatua de la Libertad.
El Hôtel de Ville es un edificio del siglo XVII absolutamente espectacular en su exterior y cuentan las guías que también en su interior, aunque no es un edificio abierto al público se puede acceder a él durante las jornadas de patrimonio o las de puertas abiertas.
La Ópera de Lyon llamada también Ópera Nouvel, ya que fue reconstruida por Jean Nouvel en 1993 añadiéndole una bóveda de acero y vidrio a la antigua fachada neoclásica, es un edificio que se construyó a principios del siglo XIX. Tiene un aforo para 1.200 personas y su acústica dicen que es muy buena.
Tomamos la Rue de la Republique, una de las arterías principales de este barrio, para llegar a Plaza de Bellecour, una de la plazas mas grandes de de Francia con unos 500 metros de largo y unos 250 de ancho. Aquí se encuentra la oficina de turismo y es uno delos lugares más animados de la ciudad de Lyon. Esta fotografía la tomamos el día anterior desde la colina de Fourviere.
Cuando llegamos a la plaza era noche cerrada y además nos la encontramos prácticamente cortada, siendo difícil acceder a ella. ¿La causa ? Estaban haciendo las pruebas de la fiesta de las luces que empezaba al día siguiente y aunque estábamos con pena de que no la podríamos disfrutar porque nos marchábamos por la mañana, tuvimos la suerte de ver algunos de los edificios iluminados.
La Fiesta de las luces de Lyon se celebra todos los años en torno al 8 de diciembre y durante cuatro noches se iluminan más de sesenta monumentos con multitud de actividades en torno a ellos. El motivo de esta celebración tiene su origen en aquellas procesiones que se realizaban en el siglo XII y XIII en la iglesia de Fourviere; tras las pestes del siglo XVII la ciudad se coloca bajo la protección de la Virgen María donde la estatua de la virgen se iluminaba con luz. Un poquito de esta historia os la contábamos en Lyon (Unesco) en dos días I. Francia. Desde la Plaza de Bellecour volvimos a cruzar el río para ver los ensayos de este festival de las luces en la Plaza de Saint Jean del viejo Lyon que nos regaló imágenes preciosas.
Y tras cruzar nuevamente el río, por la peatonal y comercial Rue de Victor Hugo, ya desierta, llegamos a la coqueta Plaza de Àmpere donde se encontraba nuestro hotel y terminaban nuestros dos días en la bella Lyon. Una ciudad en la que habríamos necesitado un día más para conocerla mejor y haberla podido saborear un poco más. ¡Podemos volver!
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