Qué ver, hacer y visitar en Ginebra en un día
La ciudad de Ginebra está cercana a la cordillera de los Alpes, en el extremo sudoeste de Suiza a las orillas del lago Lemán y en la desembocadura del río Ródano, que la divide en dos. La orilla sur, conocida por los lugareños como "Rive Gauche" es donde se encuentra la parte más antigua de la ciudad, construida sobre la colina más alta. La otra orilla o "Rive Droit" es la parte más nueva y el primer lugar por donde la mayoría de los visitantes llegan a la ciudad, bien por el aeropuerto, estación de tren, autobuses o vehículos propios. Pertenece al segundo cantón más poblado de Suiza después del de Zurich con 935.000 habitantes (190.000 en la capital) y se la considera como la ciudad más cosmopolita ya que hasta 140 nacionalidades conviven en ella, albergando multitud de sedes internacionales como la ONU, UNICEF, OMS, Cruz Roja y muchas más. En definitiva, Ginebra es la ciudad que acoge el mayor número de organizaciones internacionales del mundo. También es conocida como la capital de los relojes, no por su fabricación, si no por infringir su sello de calidad que la convierte en la sede mundial de los relojes de lujo. En Ginebra, los escaparates de las relojerías están cuidadísimos y asemejan ser una especie de juguetería para adultos. Por último, señalar la especial relevancia de la relación de Ginebra con la física cuántica, debido a la instalación del acelerador de partículas (CERN), el más grande del mundo, que no solo da trabajo a 3000 personas, sino que cada vez más es visitado por turistas y curiosos de la ciencia. De hecho, desde su página oficial se pueden solicitar visitas gratuitas a sus instalaciones (VISITAS CERN), donde se explica su funcionamiento y... ¡ El origen del Universo!
Retrocediendo en el tiempo, los romanos la llamaron Genava y se convirtió en un eje comercial para distribución de mercancías. En el siglo V, el pueblo germano de los borgoñones, ocupó la región y transformaron la urbe en capital de su reino durante un tiempo. Más adelante, la ciudad fue sede de un obispado durante casi cuatrocientos años hasta la proclamación de la Reforma cuando el obispo fue expulsado y la ciudad se convirtió en uno de los centros más importantes del protestantismo europeo con el régimen teocrático de Juan Calvino. Estuvo bajo el dominio de los Saboyas, dinastía de la que se independizó en 1536, posteriormente los Saboyas trataron de recuperar la ciudad en 1602 pero fueron derrotados y obligados a abandonar cualquier reivindicación territorial. De este hecho, se conmemora el festival llamado L'Escalade.
La afluencia de refugiados religiosos (hugonotes) de toda Europa contribuyó al auge económico y cultural de la ciudad. Ginebra se convirtió en una ciudad-estado a lo largo de los siglos XVII y XVIII hasta que en 1798 fue incorporada a Francia después de su revolución, aunque por poco tiempo ya que ingresó en la Confederación Suiza en 1815 como cantón soberano, después de la derrota de Napoleón.
NUESTRA VISITA A GINEBRA
Ginebra de noche y en... Navidad
En principio teníamos previsto día y medio de estancia en Ginebra pero debido a una avería en el autobús que tomamos desde Annecy (Francia) y un posterior registro exhaustivo que tuvimos en la aduana, retrasó considerablemente nuestra hora de llegada y tuvimos que cambiar sobre la marcha las visitas a realizar. Llegamos a la estación de autobuses Gare Routière (Place Dorcière, 1201 Genève) sobre las 17:30 horas (ya de noche) muy cerca de la oficina de turismo de la ciudad donde pudimos coger algunos mapas y folletos antes de que cerraran a las 18:00 h.
También cercano teníamos el Hotel Excelsior un tres estrellas bastante anticuado pero con una situación inmejorable que habíamos contratado para pasar la última noche de nuestro viaje. Dejamos la maletas y nos pusimos en marcha. Hay que señalar que Ginebra es una de las ciudades más caras del mundo y es muy difícil encontrar alojamiento en el centro de la ciudad por menos de 100€ aunque está incluido el pase para el transporte público de forma gratuita durante los días de estancia. Se puede visitar la pagina oficial de Ginebra para más información: TRANSPORTE GRATUITO EN GINEBRA. Cambiamos moneda en una oficina justo en la esquina de la calle a un cambio de 1€=1,15 CHF fue gracioso porque el cliente anterior cambió miles de euros y nosotros solo 50€ pero el empleado nos regaló dos chocolatinas, cosa que no hizo con el anterior, nos reímos y salimos con la sonrisa en la cara... ¿Nos habrá visto cara de pobrecitos?
A continuación fuimos a ver un mercadillo de Navidad en la rue Montblanc, bajamos después hasta la Quai des Berges junto al lago, donde el Hotel Ambassador era uno de los puntos donde se desarrollaba el festival de luces que había programado del 1 al 14 de diciembre la municipalidad de la ciudad.
Cruzamos hasta la "Rive Gauche" y pudimos observar otras tantas instalaciones de luz recorriendo la rue Rhone, hasta llegar al Jardín Inglés y desde allí vuelta al hotel para cenar y descansar ya que al día siguiente nos tocaba madrugar para aprovechar la jornada, aunque hicimos una breve parada en la Iglesia Anglicana para escuchar los ensayos de un coro.
En nuestro camino no resistimos la tentación de comer unas castañas asadas y de ver en los escaparates los "chaudrons" de chocolate que se hacen con motivo de la fiesta de l´Esplanade de la que hablaremos más adelante.
Ginebra de día
Rive Droit
Al día siguiente, después de aprovechar bien el buffet del desayuno del hotel (aunque no fue tan bueno como el de los hoteles Ibis), nos dirigimos hacia la orilla del lago Lemán. Nuestra primera parada iba a ser el Monumento a Brunswick, un grandioso homenaje al Duque Carlos II de Brunswick, que impresiona y sorprende agradablemente a la vez. ¡Y eso que es un mausoleo!
El único que existe en Ginebra, ya que los calvinistas eran reacios a este tipo de monumentos, pero era tan grande la fortuna y el patrimonio que dejó a la ciudad que hicieron una excepción con él. El mausoleo se construyó frente al lago en 1879 e imita la tumba de la familia Scaligeri en Verona, Italia, una obra del siglo XIV.
Un poco más adelante, se encuentra el hotel Beau-Rivage donde Sissi, la emperatriz austro húngara estuvo alojada. El 10 de Septiembre de 1898 cuando salió para tomar el vapor para ir a Territet, un anarquista italiano llamado Luigi Lucheni le clavó un estilete que acabó con su vida. Y casi justo al lado está el muelle con los barcos que cruzan las dos orillas del lago y que también se pueden utilizar con la Géneve Transport Card.
Jardín Inglés y el Reloj de Flores
Tomamos la lancha y atravesamos el lago Lemán hasta llegar a las inmediaciones del Jardín Inglés, donde se disfruta de una de las mejores vistas al lago y donde también está instalado el emblemático Reloj de Flores.
El Jardín Inglés se creó en 1854 para dar color al paisaje que rodeaba el puerto. Es un parque lineal con grandes espacios verdes de estilo inglés a la orilla del lago.
Cuenta con coloridas exhibiciones de flores, impresionantes fuentes y fascinantes esculturas. En algunas épocas del año, hay conciertos gratuitos en el quiosco de música y también se puede observar el magnífico Jet d'Eau, un chorro de agua que sale desde el centro del puerto.
El Reloj de Flores es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Este enorme reloj en funcionamiento está compuesto por hasta 6000 tipos diferentes de flores y mide 5 metros de diámetro. Para su diseño, que cambia cada año, se utilizan flores de temporada y su maquinaria es de la prestigiosa marca Patek-Philippe con la aguja segundero más grande del mundo.
Le Jet d´Eau
En invierno su funcionamiento empieza a las 10:00 h. Como quedaban unos minutos paseamos un rato por el parque hasta ver la majestuosidad del "chorro de agua" que alcanza los 140 metros. Originalmente fue una simple válvula de seguridad pero con el tiempo se ha convertido en el icono de Ginebra. Lanza 500 litros de agua por segundo a 200 km/h. Hicimos las fotos de rigor y continuamos nuestra visita a la ciudad dirigiéndonos a la parte antigua o "Vielle Ville" que como dijimos se encuentra en una colina, así que empezamos por subir el camino que lleva a la catedral.
Catedral de Saint Pierre
Su origen se remonta al siglo XII y se eleva por encima del casco antiguo de Ginebra, es célebre por su mezcla de estilos arquitectónicos y las ruinas romanas que esconde. Subir a las torres de la Catedral de Saint Pierre para disfrutar de unas vistas extraordinarias de la ciudad es algo que nos resulta harto difícil y bien que lo sentimos pero 157 escalones y 15 CHF de pago por la entrada se hacía excesivo para nosotros.
La Catedral se construyó sobre otros santuarios religiosos anteriores y se convirtió en templo protestante en el siglo XVI, durante la Reforma. Allí Calvino ejercía su teocracia, posteriormente se reconstruyó varias veces, lo que ha dado lugar a una interesante combinación de estilos arquitectónicos. El edificio principal es de estilo gótico románico, mientras que las columnas de la fachada son neoclásicas. Las dos torres cuadradas del extremo este son tan distintas del resto de la catedral que casi parecen formar parte de otro edificio.
Su interior es simple y austero, aunque esto fue debido a que los calvinistas destrozaron los altares y capillas que existían cuando el templo era católico. No obstante, aún es posible ver algunos elegantes capiteles románicos en la parte superior de la nave o la sillería de madera tallada del coro, del siglo XV que sobrevivió a la Reforma porque en aquel momento se encontraba en otro edificio. La acústica de este templo es excepcional y se programan conciertos en todas las épocas del año.
Lo que si es digno de ver es la capilla de los Macabeos para contemplar sus increíbles pinturas góticas de gran colorido y donde se puede contemplar cómo penetra la luz del sol a través de las vidrieras. Se construyó a principios del siglo XV para alojar la tumba de un cardenal. La abundante decoración contrasta considerablemente con los discretos elementos calvinistas del resto de la catedral.
- Hôtel de Ville y el antiguo arsenal.
Paseando por las hermosas calles del casco antiguo de Ginebra admiramos y fotografiamos los edificios históricos y entre ellos destacan el Hôtel de Ville y el antiguo arsenal de la ciudad situado justo enfrente.
El Hôtel de Ville o Ayuntamiento desde hace más de 500 años es el centro de las actividades de Ginebra. La rampa monumental, enlosada que rodea el edificio completo es, sin lugar a duda, el elemento más original de este palacio municipal: fue construida entre 1555 y 1578 y permitía acceder a los pisos superiores tanto a pie como montando a caballo.
El edificio alberga la famosa sala Alabama en la que tuvo lugar la primera Convención de Ginebra, piedra angular del derecho internacional humanitario cuyo propósito es proteger a las víctimas de los conflictos armados. También aquí se realizó el acto fundador del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Justo enfrente el otro edificio singular es el llamado antiguo arsenal de la ciudad. Originalmente, durante el imperio romano, este lugar era un mercado al aire libre, que no se cubre hasta principios del siglo XV. En el siglo XVI se agregaron arcadas sobre las cuales se construyó un granero, donde se encontraba el mercado del trigo, para posteriormente convertirse en el arsenal de la ciudad.
El edificio fue reconstruido durante el siglo XVII y reestructurado en posteriores y numerosas ocasiones. Bajo sus arcadas hay algunos cañones de los siglos XVII y XVIII que fueron requisados por Austria en 1814 y posteriormente restituidos a la ciudad de Ginebra. También en esa misma galería podremos ver notables frescos de Alejandro Cingria (1949) que representan momentos clave en la historia de la ciudad. Hoy en día es la sede social de los Archivos Estatales.
Plaza Bourg-de-Four
Su traducción significa "aldea exterior" y es debido a que esta plaza se encontraba fuera de las antiguas murallas, aunque durante siglos esta popular explanada del casco antiguo de Ginebra ha sido un conocido lugar de encuentro.
Ya en tiempos de los romanos, los habitantes de la antigua ciudad se acercaban a Bourg-de-Four para comprar, comer y socializar. Alrededor del lugar se encuentran restaurantes, cafés con terrazas, una gran fuente, heladerías y tiendas de souvenirs. En primavera y verano la decoración floral de balcones y terrazas le hace aún más esplendorosa.
Fête de l´escalade
Cuando estábamos en la plaza nos encontramos con un desfile de niños con música y disfraces y como nos resultó gracioso lo seguimos hasta llegar al Pont de Saint-Léger donde cientos de jóvenes desfilaban y bailaban con una algarabía casi irracional. De hecho creemos que festejaban más un día festivo sin clase que una histórica victoria, el alcohol hacía estragos.
Del viernes al domingo en la segunda semana de diciembre se celebra la Fête de l'Escalade o "Fiesta de la Escalada" en honor a la victoria contra el Duque de Saboya que intentó invadir la ciudad en 1602 atacando sus murallas, los ginebrinos mediante calderos de agua y aceite hirviendo lograron vencer a las tropas. Por tal motivo, hoy en día, se venden en las chocolaterias los "chaudrons" de chocolate para celebrar este triunfo. Los actos festivos le dan a la ciudad una nueva imagen con desfiles, tradiciones y hogueras, aunque también causan incomodidades los cortes de calles y de tráfico que se producen.
Una vez visto el jolgorio de los jóvenes, nos tomamos un descanso y tomamos un café en un bistrot con iconografía cinematografica de los años 50. El café delicioso y el precio 3,60 CHF por café.
Muro de los Reformadores
Seguimos nuestro recorrido para conocer uno de los monumentos más famosos no solo de Ginebra, si no de Suiza, el Muro de los Reformadores. Se trata de un muro de casi 100 metros de largo adosado a una de las viejas murallas que tenía Ginebra en el siglo XVI. Se inauguró en 1909 cuando se cumplió el 400 aniversario del nacimiento de Calvino. Consta de una pared de piedra clara grabada y con bajorrelieves situada en el centro del Parc des Bastions.
Los principales protagonistas de la Reforma, Juan Calvino, Guillaume Farel, Théodore de Bèze y John Knox representados en forma de estatuas gigantes. El lema de Ginebra: "Post Tenebras Lux" (Después de las tinieblas, la luz), está grabado en el muro justo debajo de ellos. Un poderoso tributo a las figuras más importantes del movimiento religioso que cambió Europa en el siglo XVI.
Parc des Bastions
A pesar de la invasión juvenil de aquel día en el Parc des Bastions pudimos ver el que dicen que es el lado más relajado de Ginebra. Este parque ofrece grandes espacios al aire libre y más de cincuenta variedades raras de árboles ya que antiguamente fue el jardín botánico de la ciudad. Actualmente es campus de la Universidad de Ginebra. Otra de sus peculiaridades es que tiene tableros y fichas de ajedrez en tamaño gigante. A resaltar la cúpula de cristal del quiosco del parque y el enrejado de su entrada principal.
Place Neuve
Al salir del parque de los Bastiones se encuentra la Place Neuve que era uno de los lugares más importantes y grandes de Ginebra. En 1828, las ejecuciones de convictos se seguían produciendo en este sitio donde existían pocas casas. Antes había una puerta de entrada a la ciudad, construida en 1564 con el nombre de Porte Neuve con el fin de mejorar la protección de la ciudad. Los grandes edificios que hay a su alrededor son: el Conservatorio de Música, el Grand Théâtre de Genève y el Museo Rath, el primer Museo Suizo de Bellas Artes. En el medio de la plaza encontramos la estatua del general Dufour.
Una vez visto el centro histórico de la ciudad, tomamos un tranvía hasta la Gare Cornavín (Estación de tren) y de allí otro hasta Nations donde se encontraría nuestra próxima visita.
Naciones Unidas
Queríamos ver este edificio por dos razones, una por ver la obra de Miquel Barceló realizó en la sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones y la otra por ver la escultura de la Paloma de la Paz de Pepe Noja, amigo nuestro que se encuentra en el hall de la Institución. Desgraciadamente no pudimos llegar a tiempo ya que el horario de visitas es de 10 a 12 y de 14 a 16. Nos quedamos con las ganas.
El edificio de Naciones Unidas tiene impresionantes salas con obras de arte que representan los objetivos globales de igualdad y diversidad y monumentos que rodean sus jardines.
Hay miles de visitantes que se acercan a admirar cada año la sede europea de la ONU y recorren este edificio histórico que lleva albergando reuniones entre los líderes mundiales desde su construcción poco después de la Segunda Guerra Mundial. Una verdadera pena no haber podido acceder a él.
Gare de Cornavín y aeropuerto.
Nos quedaba ya poco tiempo antes de partir hacia el aeropuerto, así que fuimos de nuevo a la Gare de Cornavín para comer y tomar el autobús que lleva al mismo. Un aeropuerto moderno que nos dejó impresionados por la automatización de la recogida de maletas y los servicios de transporte que se encuentran en el mismo. Un dato a tener en cuenta es que el turista que llega a través del aeropuerto tiene un pase de transporte gratuito durante 80 minutos en cualquier medio de transporte público (tren, autobús y tranvía) para llegar al centro de la ciudad.
DATOS DE INTERÉS
Formas de llegar:
-Desde el aeropuerto, bus nº5, tranvía nº 10 y tren hasta Gare de Cornavín.
-Desde la estación de autobuses, no es necesario transporte para ir al centro. Para otras zonas consultar la página: TRANSPORTES PÚBLICOS GINEBRA
Transportes públicos
- Con alojamiento en hoteles, el transporte es gratuito en tren, tranvía, autobús y mouettes genevoises (lanchas).
- Para pagar los sistemas de transporte consultar la página: TARIFAS TRANSPORTES PÚBLICOS
Cambio de moneda:
Muy pequeñas fluctuaciones para cambiar euros en las oficinas de cambio, que va entre los 1,148 y 1,150 CHF por euro.
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