Llegábamos al pueblo de Copán Ruinas a las ocho treinta de la tarde tras un día lleno de incidentes que os hemos contado en Viaje a Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá: vuelos, ruta, hoteles y datos prácticos, Si en un principio nuestro plan era llegar a comer a Copán Ruinas, así se llama el pueblo hondureño, para visitar las ruinas de Copán, así se llama el sitio arqueológico, a primera hora de la tarde y después visitar el pueblo y cenar para al día siguiente salir muy temprano hacia El Salvador, con un plan de bastantes visitas ese día, todo se fue al traste. Pero eso será otra historia y ahora nos centraremos en lo que hicimos en esta pequeña pero interesantísima zona de Honduras, llamada departamento de Copán, que está a tan solo 15 kilómetros de la frontera de Guatemala.
Nuestro Hotel fue el Terramaya, un pequeño hotel colonial, en la parte alta del pueblo muy bonito y cómodo que casi no pudimos disfrutar. Pesábamos que el restaurante del hotel estaría abierto pero no fue así. Lo primero fue buscar un lugar para cenar y recalamos en el Vía-Vía, un lugar con encanto, un pequeño patio y el personal muy amable. La cena estuvo muy rica, nos la merecíamos después del día que llevábamos. Pudimos pagar con quetzales y nos devolvieron en lempiras que las guardamos como recuerdo de nuestro paso por Honduras. En un tuk tuk, por un dólar, llegábamos al hotel salvando la enorme cuesta que había. Quedaba dormir y esperar la visita del Sitio Arqueológico de Copán al día siguiente.
La ciudad maya de Copán fue la capital de un importante reino maya entre el siglo V y el Siglo IX, quedando abandonada en el siglo X sin saber cuáles fueron las causas y se perdió en la selva durante siglos. Algunos autores la definen como el París del Mundo Maya y es que realmente sus ruinas son increíbles, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco, de la que dice: "Descubiertas en 1570 por Diego García de Palacio, las ruinas de Copán –uno de los sitios más importantes de la civilización maya– sólo fueron excavadas en el siglo XIX. Los vestigios de la ciudadela y las imponentes plazas públicas son exponentes de las tres etapas principales de desarrollo de esta ciudad, antes de que fuese abandonada a comienzos del siglo X"
Antes de las ocho de la mañana allí estábamos esperando a que abriera para comprar nuestras entradas a 15 dólares por persona, nos esperaba nuestro guía Eduardo para acompañarnos en la vista que resultó ser magnífico y un gran conocedor del mundo maya.
Llegábamos a la segunda entrada de las ruinas para adentrarnos en el llamado Jardín de las Estelas, pero antes una foto con el nuevo sitio que conoceríamos inmediatamente.
El Jardín de las Estelas, ya habíamos visto el día anterior en Quiriguá algo muy similar, en el que se conservan unas diez estelas, llamadas por los mayas lacantun cuyo significado es piedra grande, así como un buen número de altares. La mayoría de las estelas del recinto pertenecen al decimotercer rey de la ciudad estado de Copán, llamado Uaxaclajuun Ub'aah K'awii, más popularmente conocido como 18 Conejo. Este rey comenzó a gobernar en el año de 695 hasta el 738 que fue asesinado por los gobernantes de Quiriguá.
Bajo el gobierno de 18 Conejo, la ciudad de Copán vivió su mayor apogeo considerándose a Copán uno de los estados más poderosos del mundo maya junto a Tikal, Calakmul y Palenque, como queda registrado en algunas estelas. Levantó estelas consideradas obras maestras de la escultura del periodo clásico, algunas se conservan hoy con restos de policromía.
Modificó la ciudad con nuevas construcciones, más grandes y monumentales, entre ellas el Juego de Pelota que primero modificó y después destruyó para hacerlo más grande.
El rey 18 Conejo también modificó y agrandó el templo que hoy se conoce como la Escalinata de los Jeroglíficos. Esta pirámide contiene más de 2500 glifos que narran la historia de los Reyes de Copán y los jeroglíficos fueron hechos entre 742 y el 763, es la narración más larga conocida de los mayas. No se conoce el significado total de la inscripción porque tras un derrumbe fueron mal colocados; en su interior se descubrió un edificio más antiguo y la tumba del rey Humo Jaguar. Normalmente esta hermosa pirámide única en el mundo maya está cubierta con una lona para proteger los jeroglíficos del paso del tiempo, pero tuvimos la gran suerte de que en el momento de nuestra visita no la tenía porque estaban elaborando una nueva que iban a montar de nuevo esa tarde.
Seguimos nuestro paseo y ascendimos a la plaza superior de la ciudad, pasando antes por las ruinas de lo que se consideraba el lugar donde vivía la clase dirigente de la ciudad.
Llegamos a la Plaza de los Jaguares donde se encuentra el acceso a los túneles de los jaguares de unos 110 metros y el de Rosalila, aunque en el momento de nuestra visita estaban cerrados desde el inicio de la pandemia. Si queréis visitarlos hay que comprar una entrada distinta. En el Museo se encuentra una reproducción a tamaño natural de la tumba de Rosalila, que tampoco pudimos visitar por falta de tiempo no de ganas.
Emprendimos el descenso tras estas visitas para volver al inicio del recorrido, habían pasado más de dos horas y media, empezaba ya a hacer mucho calor y a entrar gente, nosotras hicimos la visita solas, tan solo encontramos a los trabajadores y técnicos supervisando la nueva tela que iban a colocar de nuevo sobre la escalinata de los jeroglíficos.
Espectacular el Sitio de Copán, nos fuimos con pena de no tener tiempo para visitar el museo, pero nos prometimos volver a Honduras para visitar y conocer más lugares. La ruta continuaba hacia El Salvador, nuestra intención era llagar a la Joya de Cerén en hora, pero..... Continuará en Qué ver en El Salvador en tres días.
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