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Turisteando el mundo

  • Foto del escritorPilar

Círculo Dorado (Unesco) y avistamiento de ballenas desde Reikiavik. Islandia

El Círculo Dorado en Islandia es sin duda la ruta más conocida para hacer en el país y está incluida en todos los viajes como excursión estrella, que se puede realizar desde Reikiavik en un día. El Círculo Dorado incluye tres destinos impresionantes en el suroeste de Islandia: el Parque Nacional de Thingvellir Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2004, el Área Geotérmica de Geysir y la Catarata Gullfoss.

Islandia
Impresionantes paisajes de Islandia

Estábamos en nuestro sexto día de viaje por Islandia, Dinamarca y Suecia como os hemos contado en Islandia, Dinamarca y Suecia: planificación, hoteles y ruta, ya tocaba conocer el Círculo Dorado. Pusimos rumbo a las 8 de la mañana al Parque Nacional de Thingvellir, Patrimonio dela Humanidad, lugar donde se fundó el primer parlamento islandés y donde se dividen las placas tectónicas de América y Europa, que veíamos por segunda vez en este viaje por Islandia, la primera fue en Península de Reykjanes (Geoparque Unesco). Después fuimos a la zona geotérmica de Geysir donde vimos en erupción el géiser Strokkur y como no podía ser de otra forma nos pusimos chorreando, para sacar una buena fotografía hay que alejarse porque si no tan solo sale una mancha de vapor de agua. La última parada de la mañana fue en la impresionante catarata de Gullfoss con más de 30 metros de salto.


Parque Nacional de Thingvellir


Islandia
Parque Nacional de Thingvellir

En algo menos de un hora de autobús llegábamos a nuestra primera visita del día, el Parque Nacional de Thingvellir, lugar donde se fundó el primer parlamento islandés y donde se dividen las placas tectónicas de América y Europa. Este lugar fue el primer Parque Nacional del país y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2004 como bien cultural; además en el año 2011 se incluyeron en la lista indicativa de la Unesco los sitios vikingos de esta zona y también para que sea declarado Parque Nacional con un espacio más extenso del y declarado como Patrimonio.


En el Parque de Thingvellir se encuentran, además de los orígenes de su sociedad civil de la que hablaremos más adelante, los orígenes geológicos de la isla. El parque está situado justo entre las placas de Norteamérica y la Euroasiática, siendo el único país del mundo donde es posible ver esta falla que atraviesa el país. Un depósito de magma que se formó entre estas dos placas se elevó como consecuencia de la separación de ambos continentes, dando lugar a la creación de Islandia hace millones de años; hace más de 2000 años que no hay erupciones volcánicas pero sí constantes terremotos ya que ambas placas se separan unos 2,5 centímetros por año lo que hace que la isla esté aún en pleno proceso de formación.

Pero esta fascinante historia geológica no es el motivo por el que Thingvellir fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sino porque aquí nace la historia de Islandia. La Unesco dice: "En Þingvellir (Thingvellir) se congregó por primera vez en el año 930 la asamblea denominada Althing, que representaba a todos los habitantes de Islandia. Este órgano legislativo y judicial siguió reuniéndose al aire libre durante dos semanas por año hasta 1798, zanjando litigios y promulgando leyes que se consideraban pactos establecidos entre hombres libres. El Althing tiene, por consiguiente, un hondo significado histórico y simbólico para el pueblo islandés. El sitio comprende el parque nacional de Thingvellir y los vestigios del Althing, formados por restos de cincuenta chozas construidas con turba y piedras. Se cree que también hay enterrados vestigios arqueológicos del siglo X. El sitio posee además huellas de actividades agrícolas que datan de los siglos XVIII y XIX. En el parque también se puede apreciar cómo los seres humanos configuraron el paisaje durante más de un milenio".


Ha sido donde se han seguido celebrado los acontecimientos más importantes de este país, como su independencia de Dinamarca en 1944 o el nombramiento del primer presidente del país, Sveinn Bjornsson del que hablaremos más abajo.

Y como dato curioso, cuando se entra en el Parque Nacional de Thingvellir viniendo desde Reikiavik, se hace por un acantilado que es la esquina del continente norteamericano.


Zona geotérmica de Geysir


Islandia
Gran géiser dormido

La segunda fue la zona geotérmica de Geysir, ubicada en el Valle de Haukadalur. En el camino ya vimos como la actividad volcánica de la Tierra se va haciendo cada vez más intensa. Toda la zona está llena de piscinas calientes, calderas de arcilla y fumarolas, hoy el más activo es el géiser Strokkur que cada pocos minutos explosiona, lanzando al aire su chorro de agua hasta una altura de entre 20 y 40 metros.

Géiser Strokkur en Islandia

Pero es el Gran Geyser, hoy dormido que no inactivo, el más famoso de la zona y el que dio nombre a todos los demás existentes en el mundo ya que fue el primero documentado; el nombre proviene de una palabra nórdica, geysa, que significa emanar, salir a borbotones. Su última erupción fue en el año 2000 y dicen que su chorro de agua alcanzó más de 120 metros por ello se encuentra acordonado porque en cualquier momento puede dar una sorpresa.

Este fenómeno natural de los géiseres es muy poco frecuente, por ello son tan espléndidos cuando los contemplas, ya que se necesitan unas condiciones muy específicas para que se produzcan. Tiene que haber una intensa fuente de calor que es la existencia de magma cerca de la superficie de forma que la roca se calienta lo suficiente como para hacer hervir el agua; para ello es necesaria agua subterránea y un respiradero que suba el agua hasta la superficie que debe estar cubierto de sílice para que el agua no pueda filtrarse.

Realmente curioso e interesante el paseo por la zona de Geyser, con los campos cubiertos de verde y flores por doquier, amén de unos colores casi imposibles de las rocas.


Catarata de Gullfoss


La última visita del Círculo Dorado fue la mayor catarata del país, Gullfoss, situada en un profundo valle creado por el río Hvíta cuya agua proviene del glaciar Langjökull y todo ello rodeado de montañas con nieves perpetuas. Oímos el tronar del agua pero para contemplar esos dos niveles de caída de agua con más de 32 metros tuvimos que bajar un tramo considerable de escaleras y allí estaba. El paseo acercándose la catarata es precioso y se puede continuar por un camino que conduce hasta muy cerca del salto de agua, sintiendo muy cerca el vapor que emana. Dicen que en verano es cundo se encuentra en su mayor esplendor y que en invierno se hiela.

De vuelta vimos que desde la cafetería había otro camino que la recorría desde su parte superior, no menos espectacular que el anterior. Sin duda me encantó el lugar pero no me sorprendió tras haber visitado unos años antes las Cataratas del Niágara en Canadá y las Cataratas de Iguazú tanto por el lado brasileño como por el argentino.

El poder ver hoy esta joya natural es casi un verdadero milagro y que principios del siglo XX se intentó hacer una central hidroeléctrica pero la hija del propietario de estas tierras, Sigridur Tomasdottir se opuso con fuerza amenazando a su padre con tirarse a ella, también recorrió a pie, como protesta, los kilómetros que separaban Gullfoss de Reikiavik. No sirvió de mucho pero si retrasó el proyecto y después ante la falta de dinero de los inversores, el abogado Sveinn Bjornsson, consiguió anular el contrato y salvar este espacio natural. Bjornsson fue elegido como primer presidente de Islandia y Sigridur Tomasdottir tratada como una heroína.


Avistamiento de Ballenas desde Reikiavik


Regresamos a Reikiavik y a las cuatro estábamos cambiando nuestros bonos para realizar una excursión de Avistamiento de ballenas que duró unas tres horas y media, como era temprano nos dio tiempo a dar un paseo por la zona que nos dejó imágenes preciosas.

En el barco nos dieron todas las instrucciones pertinentes y advirtiendo que el mar no es un zoológico y que si no las veíamos podríamos repetir en otro día, cosa que no fue necesaria porque tras una hora de navegación hacia el norte empezó el espectáculo, una situación mágica y única que superó con creces nuestras expectativas. Hay montones de especies de ballenas en esta época que se encuentran por la zona pero todas las que vimos fueron ballenas jorobadas. Durante casi una hora navegó hacia el norte en busca de tan preciado cetáceo, mientras íbamos sentadas en una zona resguardada al sol del aire gélido que hacía. De pronto el barco aminoró la marcha y todos nos levantamos ver si veíamos las preciadas ballenas.

¡Y sí, las vimos! , primero en la lejanía distinguimos sus chorros de agua y su cola cuando se adentraba de nuevo en el agua. Más tarde el barco giró hacia el este con lo que nos quitamos el sol de frente y varias estaban ya muy cerca de nosotros. Lo primero que se veía era un color luminiscente debajo del agua, después salían la superficie, eran inmensas,

Adentrándose de nuevo en el agua aparecía de nuevo su cola. Así estuvimos durante casi una hora, avistando ballenas y olvidándonos del frío que hacía. Sin duda, mereció muchísimo la pena las horas de frio en altamar para disfrutar de este espectáculo natural.

Y aquí terminaba un otro día perfecto conociendo Islandia.



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