Nuevamente planteamos una excursión en tren desde Bruselas donde estábamos alojados, para ir a la ciudad de Brujas, pero en esta ocasión, esperamos al sábado para hacerla, ya que el precio del billete era superior (quizás por la demanda) a otros trayectos dentro de Bélgica y en fin de semana los precios se reducen a la mitad. Por unos 15€ adquirimos el trayecto de ida y vuelta por persona.
La distancia entre las dos ciudades es de unos 100 kilómetros y el trayecto dura poco más de una hora. La estación central de Brujas se encuentra al sur de la ciudad y desde allí solo hay poca distancia hasta el centro de la ciudad (Brujas no es grande). Llegar en tren es por lo tanto, bastante cómodo y relajado.
Un poco de historia de Brujas
Brujas es una ciudad con una historia realmente impresionante. Su origen se remonta al siglo IX, cuando Brujas fue fundada por los vikingos. En el pasado, la ciudad estaba directamente conectada al Mar del Norte por el río Zwin, lo que rápidamente convirtió a Brujas en un importante puerto comercial. Pero cuando el Zwin se colmó y se llenó de sedimentos, el puerto de Amberes se hizo más poderoso y los comerciantes también emigraron de la ciudad. Brujas no pudo mantener su condición de metrópoli comercial importante y se empobreció cada vez más.
Tanto es así que Brujas llegó a ser la ciudad más pobre de Bélgica a mediados del siglo XIX. Sin embargo, lo que inicialmente parecía perdido, luego se convirtió en su salvación, cuando la ciudad se convirtió en un destino turístico internacionalmente popular. El patrimonio medieval de la ciudad (el centro de la ciudad se conserva casi hoy como lo era entonces) ahora se ha convertido en su nueva riqueza, sobre todo después de que la UNESCO catalogara en el año 2000 a su centro histórico como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Qué ver y visitar en Brujas
Lo admitimos: ¡Brujas simplemente nos encantó! La ciudad es hermosa, con sus preciosas fachadas de casas, sus canales, el olor a chocolate en el aire, las pequeñas tiendas de bordados y las deliciosas pastelerías. El paseo por la ciudad es de lo más atractivo y atrapa sin esfuerzo al visitante. Para que no se pierda tiempo en las laberínticas calles de su centro histórico, os mostramos el mapa con los lugares visitados que os servirá de referencia.
Beguinaje de Brujas
Este beaterio de Brujas que se encuentra a medio camino entre la estación de tren y el centro histórico, forma parte, junto con el resto de los "beguinajes flamencos", del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Las ”beguinas“ eran mujeres que consagraron su vida al servicio de Dios sin retirarse del mundo. En el siglo XIII fundaron los ”beguinages“, recintos que correspondían a sus necesidades espirituales y materiales. No se sabe muy bien donde empezó este movimiento, pero parece que lo más probable fuera en Lieja (Bélgica) a finales del siglo XII. Los ”beguinages flamencos" son conjuntos formados por casas, iglesias, dependencias y zonas verdes, que están estructurados con arreglo a un trazado de carácter urbano o rural, construidos en los estilos arquitectónicos típicos de Flandes.
El movimiento de las beguinas sedujo en su día porque proponía a las mujeres existir sin ser esposas, ni religiosas y emancipadas de cualquier dominación masculina, eligiendo una vida piadosa y célibe. En el caso de Brujas, se entra al beguinage a través de una puerta histórica después de haber cruzado un puente y luego te encuentras en otro mundo. Mantienen un apacible recinto bordeado por una treintena de casitas de beguinas (algunas de las cuales se remontan al siglo XV) pintadas todas de blanco y salpicado de árboles longilíneos, siendo uno de los lugares más célebres de la ciudad.
El patio, muy bien conservado fue el que sirvió como refugio para las beguinas. Actualmente, el beguinaje ha sido dirigido por monjas benedictinas que convirtieron el área en un monasterio. El recinto se llama "Wijngaarde" ("Monasterio de la Viña"), porque allí crecían hierbas, plantas y vides. El Beguinage está abierto todos los días de 6.30 a.m. a 6.30 p.m. Hay que tener en cuenta que hay que recorrerlo en silencio.
Centro histórico de Brujas
Brujas no es particularmente grande, es una ciudad de 120.000 habitantes y su centro histórico con solo 20.000 habitantes, se puede recorrer perfectamente a pie. Hay cosas interesantes para descubrir en todas partes de la ciudad, desde bonitos rincones y jardines hasta los lugares turísticos rodeados de pequeñas tiendas de flores, bonitos cafés o tiendas de antigüedades.
Brujas es conocida por su paisaje urbano medieval, ya que nunca fue destruida en la guerra o por grandes incendios, la ciudad histórica ha sido muy bien conservada. Nosotros teníamos todo el día por delante y sin ninguna prisa fuimos atravesando sus calles y callejuelas hasta encontrarnos con el primer monumento importante y que forma parte del Patrimonio de la Humanidad concedido al centro histórico de la ciudad en el año 2000.
1.- Catedral de Brujas
Aquí nos dimos cuenta que Brujas estaba dentro de la la via Brugensis, una ruta a Santiago de Compostela desde Bélgica, que llega hasta Sebourg en Francia, debido a las conchas de bronce que estaban incrustadas en el suelo. El Camino de Santiago atraviesa prácticamente todo el centro de Brujas desde hace siglos y se puede comprobar fácilmente solo mirando las calzadas.
La Catedral dedicada a San Salvador es la iglesia más antigua de la ciudad de Brujas, además está considerada como la más antigua en Bélgica construida en ladrillo. Tiene forma de basílica y una historia de construcción centenaria: la construcción sobre la base de una iglesia anterior del siglo X. Comenzó a levantarse a finales del siglo XII y hasta el siglo XIV, se agregaron áreas de forma continuada. De nuevo en el siglo XVII se acometieron nuevas obras, acabándose finalmente en el siglo XVIII y las torres fueron renovadas durante el siglo XIX. Es conocida por su bonito órgano, las tumbas medievales de su cripta, los tapices de Bruselas y una variada colección de pinturas flamencas.
En su exterior destaca el estilo gótico pero su robusta torre es de estilo románico que le otorga un aspecto claramente defensivo, aunque presenta un coronamiento que fue añadido en el S. XIX.
2.- Plaza del Mercado de Brujas
La plaza en el corazón de la ciudad sigue siendo enorme y está enmarcada por numerosas hermosas casas gremiales, el palacio provincial y el poderoso campanario. La plaza es peatonal y empedrada lo que acentúa su aire medieval. En el medio hay terrazas, puestos de comida móviles y pequeñas atracciones para niños durante todo el año.
Como curiosidad os diremos que en esta plaza, en los bajos del campanario, se encuentra uno de los museos más visitados de la ciudad, el Museo de Dalí, donde se puede descubrir la historia del genio español en la Venecia del norte, Brujas.
Tras acceder por primera vez a Markt y decimos Markt, porque es la única plaza en Bélgica al que no se le antepone el adjetivo Grote (Gran) se entiende por qué Brujas es considerada una de las ciudades más bonitas del mundo. Su edificio más emblemático es el Palacio Provincial.
2. 1.- Palacio Provincial de Brujas
El Palacio Provincial (Provinciaal Hof en neerlandés) es un edificio neogótico ubicado en la Plaza del Mercado de Brujas. Antiguamente era la sede del gobierno de la provincia de Flandes Occidental.
En 1887 comenzó a construirse un edificio nuevo en estilo neogótico, inspirándose en la fachada gótica de la Casa Consistorial de Brujas, con el fin de albergar al gobierno provincial, después de que un incendio destruyera la anterior sede y una oficina postal. La oficina de correos abrió en 1891 y el Palacio Provincial en 1892. En 1920 se terminaron las partes faltantes del edificio y no fue hasta que en 1999 el edificio fue usado como sala de reuniones del gobierno. Destacan los vitrales y los hierros forjados. Al principio, el edificio de la izquierda iba destinado a ser la residencia del gobernador.
2. 2.- Campanario de Brujas
El campanario de 83 metros de altura fue construido en el siglo XIII y es la otra figura decorativa de la Plaza del Mercado.
Fue utilizado como una torre de vigilancia durante los tiempos de guerra para detectar incendios desde el principio, pero también sirvió como un símbolo de ciudadanos ricos, porque incluso hoy en día, no se permite que ningún edificio se eleve sobre el campanario.
Al estar dentro del grupo de campanarios de Francia y Bélgica que son Patrimonio de la Humanidad, hablaremos de él en mención aparte y hablaremos de él, más adelante.
3.- Plaza del Burg (Burgplatz)
Solo unos metros más allá se encuentra la Burgplatz (De Burg), donde hay varias cosas para descubrir. El antiguo castillo emplazado aquí, ya no existe, pero el Ayuntamiento y la Basílica de la Sangre de Cristo destacan visualmente. Hablaremos más en detalle en de estos dos edificios a continuación.
3. 1.- Ayuntamiento de Brujas (Stadhuis)
El ayuntamiento (Stadhuis) domina una gran parte de la Plaza del Burg y es notable por su fachada extremadamente detallada. Fue construido entre 1376 y 1420, por lo que es uno de los ayuntamientos más antiguos de la zona de habla néerlandesa. Nos aventuramos a mirar adentro, lo que también recomendamos encarecidamente y descubrimos el llamado Salón Gótico.
La Sala Gótica del Ayuntamiento
Está completamente decorado con murales de alrededor de 1900 y es en sí una gran obra de arte. Las pinturas representan eventos importantes y ocho figuras famosas de la historia de Brujas. La entrada cuesta 6 euros y para el recorrido, se recibe una audioguía con la que se puede sentarse en el Salón Gótico y escuchar las historias sobre las pinturas. El salón todavía está reservado para el consejo municipal cada mes y también se utiliza para numerosas ceremonias de boda.
3. 2.- Basílica de la Sangre de Cristo
La Basílica de la Santa Sangre (Basiliek van het Heilig Bloed) se encuentra en la Plaza del Burg (Burgplatz) como el ayuntamiento. En realidad es una iglesia doble: la capilla de Blasius en la planta baja está construida en estilo románico y en el siglo XV se añadió una segunda parte con la iglesia gótica superior. Los dos edificios están conectados por una interesante caminata en espiral.
Según la leyenda, en 1149 el caballero Conde Dietrich de Alsacia trajo una pequeña vasija con la sangre de Jesucristo de Jerusalén a Brujas e hizo construir allí la Iglesia de la Santa Sangre. El templo luego fue elevado a Basílica. El esplendor de la iglesia superior de la basílica es difícil de expresar con palabras. La decoración con pinturas murales, ventanas de vidrio detalladas, obras de arte doradas y el techo gótico recuerdan un tesoro. En el momento de nuestra visita, también fuimos testigos de la llamada adoración. La reliquia con la sangre de Jesucristo se puede visitar por un breve momento todos los días después de la Misa entre las 11:30 a.m. y las 12:00 p.m. y entre las 2:00 p.m. y las 4:00 p.m. Para hacer esto, hay que ir a un altar lateral elevado con un sacerdote sentado. Frente a él está la reliquia que tocan los fieles que transmiten oraciones y deseos.
Seguimos nuestra andadura para dirigirnos a Boottochten Brugge (embarcadero), porque una visita a Brujas no está completa sin un viaje por los canales de Brujas.
Paseamos entre preciosos cafés, hoteles con encanto, escaparates de artesanía, entre los que destacan los dedicados a bordados de paño conocido hoy por el "encaje de Brujas", anduvimos entre puentes y soportales disfrutando del ambiente de la ciudad y respirando el olor de chocolate y goffres recién hechos.
Crucero por los canales de Brujas
Brujas, también conocida como la "Venecia del Norte", no solo está enmarcada por un cinturón de agua, sino que también está atravesada por numerosos canales.
Dado que una excursión en barco es una de las tareas pendientes más populares en Brujas, es recomendable visitar un embarcadero temprano en la mañana y sacar las entradas con antelación con hora de embarque. Cuanto más se tarde en adquirir las entradas, más largos serán los tiempos de espera, que pueden ser fácilmente de una hora o más. Brujas, como hemos dicho anteriormente, no es particularmente grande, por lo que el recorrido solo dura unos 30 minutos, pero se experimenta la ciudad desde una perspectiva completamente diferente.
Los precios son los mismos en todos los embarcaderos (son cinco en toda la ciudad): un viaje de media hora cuesta 10 euros. No es demasiado barato pero merece la pena para contemplar a la ciudad desde todos los puntos importantes.
El mejor sitio para tomar fotos es la parte trasera de la barcaza (popa) sin tener personas en la imagen que se retrata. En teoría, se podría seguir la historia a través de un altavoz, pero entre el ruido de los motores y de la gente es prácticamente imposible. Un viaje en barco a través de los canales de Brujas también es una excelente manera de simplemente no hacer nada y relajarse después o en medio del estrés turístico.
El campanario de Brujas
El campanario es uno de los típicos de Bélgica y Francia y que de forma parecida, se puede encontrar en muchas ciudades. La torre en Brujas tiene 83 metros de altura y tiene una historia muy larga. Los primeros registros datan del año 1240. Hasta la fecha, el campanario se ha quemado varias veces y se ha vuelto cada vez más seguro contra incendios a lo largo de los siglos. Las dos cualidades principales de la torre eran la demostración de poder por un lado y la guardia de incendios por el otro. No hay que olvidar que los campanarios sirvieron como tesorería, archivo de la ciudades e incluso prisiones. La campana sonaba no solo cuando los enemigos se estaban acercando, avisaban cuando las puertas de la ciudad se abrían por la mañana o se cerraban por la noche, sino también por muchos otros anuncios, como el inicio y el final de las horas de trabajo.
El conocido carillón es tocado por 47 campanas de bronce del siglo XVII. Se puede visitar la plataforma de observación, tras pagar 12€ y subir los 366 escalones a través de una estrecha escalera de caracol. Se dice que la vista es muy hermosa y para muchos es una visita obligada en Brujas. Nosotros decidimos no hacerlo porque era demasiado esfuerzo y queríamos utilizar nuestro tiempo con más sensatez, además de no esperar colas, porque solo puede haber un máximo de 70 personas en la torre a la vez.
Parque Minnewater
El Minnewaterpark más que un lugar turístico, es un sitio tranquilo en un ambiente romántico. El parque con su hermoso lago está ubicado en el extremo sur del centro de la ciudad, muy cerca de la estación de tren. Originalmente había un río en este punto, que fue canalizado por los habitantes; así es como se creó el lago, que hoy es tan popular, con patos y cisnes revoloteando en su lámina de agua. El restaurante Castillo de Minnewater destaca con su precioso edificio. En su terraza se puede hacer más grata la espera de la hora para coger el tren de vuelta mucho más apacible y entretenida, Todo un maravilloso lugar para relajarse y donde el café que tomamos nos supo a gloria.
A continuación, nos dirigimos a la estación central y tomamos el tren de vuelta a Bruselas con una sonrisa en la boca por el bonito día que habíamos pasado en Brujas.
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