Alemania definitivamente no tiene escasez de ciudades adorables y con encanto, aunque la mayoría reconstruidas por los efectos de las guerras, pero Bamberg es una de las originales, ya que apenas fue dañada en la Segunda Guerra Mundial y solo un 4,6% fue destruida. Bamberg ofrece auténtica belleza y desde 1993 es la ciudad con un Patrimonio Mundial de la UNESCO más grande de Alemania y el tercero más grande de Europa, solo superada por Venecia y Praga. Esta ciudad, auténtica joya arquitectónica, está localizada en el estado de Baviera.
Nos alojábamos en Nuremberg y nos aseguramos de despertarnos temprano para poder aprovechar al máximo nuestro viaje de un día a Bamberg. La ubicación de nuestro hotel ayudó, al estar muy cerca de la estación de tren. Llegamos antes de las 09:00 de la mañana después de un agradable viaje de apenas una hora, cuando las estrechas vías medievales todavía estaban tranquilas y vacías y parecía que teníamos la ciudad para nosotros solos. Bamberg es relativamente pequeña y se pude visitar y ver casi todo a pie. Desde la estación central de trenes hasta el centro antiguo se tarda en promedio 20 minutos andando.
En lo referente a su historia, resaltaremos que Bamberg constituyó un importante punto de contacto e intercambios con los pueblos eslavos de Europa Oriental, en particular los polacos y los pomeranos a partir del siglo X. En su época de prosperidad, iniciada en el siglo XII, su arquitectura ejerció una influencia considerable en la del norte de Alemania y Hungría, convirtiéndose durante la Edad Media en la capital del Sacro Imperio Romano Germánico. Su máximo esplendor se produjo entre los siglos XVII y XVIII cuando los príncipes obispos que gobernaban la ciudad construyeron en estilo barroco muchos de los edificios que aún se conservan. A finales del siglo XVIII, Bamberg se convirtió en el foco principal de la Ilustración del sur de Alemania. Contó entre sus ciudadanos a filósofos y escritores ilustres como Hegel y Hoffmann.
En el centro histórico de la ciudad destaca especialmente la arquitectura original de la región, consistente en pequeños edificios con una entrada lo suficientemente amplia para que pudiera entrar un carro dentro de la casa. Los bajos de los edificios son de piedra pero las plantas superiores tienen ese diseño de entramados de madera con balcones adornados con plantas y flores, tan típico de Baviera y que es el que siempre nos viene a la cabeza cuando pensamos en sus ciudades. Llegamos por fin, a los márgenes del río Regnitz, un río de apenas 58 kilómetros, afluente del río Meno, que atraviesa la ciudad y observamos la belleza del lugar acentuada por la luz de un magnífico día soleado.
Desde este lugar, apeadero de excursiones en barco, se distingue la insigne "Casa Azul" o Wedgwood Blue, lugar de nacimiento de Joseph Heller, un empresario, historiador y coleccionista de arte local que ha donado infinidad de objetos de arte a la ciudad y que se encuentra a orillas del río Regnitz, junto al antiguo ayuntamiento de Bamberg. La estatua de enfrente situada sobre el estribo de un puente es la Reina Kunigundi, esposa de rey Heinrich, canonizada y enterrada junto a su esposo en la Catedral.
Unos pocos pasos más y nos situamos junto a Altes Rathaus, el antiguo ayuntamiento. Para nosotros, lo más destacado de Bamberg ¡Nos encantó el aspecto de este edificio! Una parte está pintada con un hermoso fresco barroco y el otro lado es un edificio de entramado de madera, que veríamos con más atención en nuestro camino de vuelta. Es fácil comprobar porqué éste es el lugar más fotografiado de Bamberg.
El Altes Rathaus está construido como una isla en el medio del río Regnitz, accesible por puentes desde cada lado. Se encuentra entre la orilla noreste donde vivían los comerciantes comunes y la orilla sudoeste donde gobernaban los obispos. Esta zona era el distrito burgués de la ciudad y tiene una bonita leyenda al respecto: Parece ser que el obispo no quería ceder ni un milímetro de tierra a los habitantes de la ciudad, así que estos se enfurecieron y decidieron clavar estacas en medio del río, creando así una isla artificial en la que construyeron el ayuntamiento, que era el límite entre la ciudad del obispo y la ciudad burguesa.
El edificio del ayuntamiento es verdaderamente muy bonito y vale la pena fijarse durante unos minutos en sus frescos, en los que podemos descubrir varias "sorpresas". pero ya no teníamos la ciudad para nosotros solos, empezaban a llegar autobuses turísticos y viajeros ansiosos de fotografiar el entorno, así que aprovechamos para pasear por las calles empedradas y edificios coloridos del llamado Bergstadt o parte histórica de la ciudad.
Tras recorrer los preciosos edificios del Bergstadt, empezamos a subir las empinadas cuestas que conducen a la Catedral y los Palacios de la antigua Corte. La Catedral de Bamberg, oficialmente Catedral Imperial de los Santos Pedro , Pablo y Jorge, es uno de los monumentos arquitectónicos más conocidos de Alemania y también reconstruida en varias ocasiones.
La primera catedral de Bamberg (Bamberger Dom) fue fundada por Heinrich II, consagrada en 1021, y luego quemada 69 años después. La catedral fue reconstruida por el obispo Otto I de 1102-1139, pero una vez más fue destruida por un incendio en 1185. La construcción comenzó de nuevo en una nueva catedral más grande, consagrada en 1237 y que aún hoy está en pie.
La Catedral recibió un lavado de cara barroco en el siglo XVII, el mobiliario y ornamentación, exceptuando los puestos del coro que son del siglo XIV y presentan tallas de madera de muchos profetas, apóstoles y santos, fueron retirados en el siglo XIX para ser reemplazados por un interior neorománico, que es en gran medida lo que se puede ver en la actualidad. La Catedral de Bamberg, alberga el famoso Bamberg Reiter y la tumba del Papa Clemente II, el único papa que será enterrado fuera de Italia y Francia.
Especialmente interesante es la estatua del Jinete de Bamberg, ya que se considera la primera estatua ecuestre desde la época clásica. El Jinete de Bamberg o Caballero de Bamberg es una escultura ecuestre de bulto redondo, colocada en el interior de la Catedral. La escultura fue tallada en la primera mitad del siglo XIII, probablemente en 1225, antes de la consagración de la iglesia catedral en 1237. Se desconoce a quién se supone que representa el jinete, pero algunos dicen que podría ser el rey Stephan de Hungría (cuñado de Heinrich II), Constantino el Grande, Konrad III o incluso uno de los tres Reyes Magos.
Otra parte importante de la Catedral es La Tumba de la Santa Pareja Imperial. Esta doble tumba de Enrique II y su consorte Kunigunde ha sido un lugar de recuerdo hoy peregrinación durante muchos siglos. La losa en la parte superior muestra a la pareja imperial mientras que los paneles laterales están decorados con escenas de sus vidas.
El Portal del Príncipe (frente a la Plaza de la Catedral) de belleza exquisita, solo se usa para ciertos servicios, al igual que en la Edad Media. Sobre la puerta del tímpano, se encuentra la escena del Juicio Final. A la derecha de Cristo están los rostros sonrientes de los bendecidos, a la izquierda están los rostros distorsionados de los condenados que el Diablo lleva al infierno.
Al otro lado del Portal de la Catedral del Príncipe se encuentra el Alte Hofhaltung. La antigua corte fue inicialmente un fuerte, más tarde se le agregó un palacio y se convirtió en la residencia de los obispos durante los siglos XVI y XVII. Hoy es el museo de historia de Bamberg. Nosotros no visitamos el museo, solo entramos al patio y admiramos los balcones de madera con adornos de flores. ¡Era tal y como imaginamos los singulares edificios alemanes! ¡Que preciosidad!
Después del incendio de la catedral de 1185, se construyó un edificio de una sola planta, que fue reemplazado en el siglo XVI por un magnífico edificio al estilo del Renacimiento alemán. Impresionante es la "Puerta Hermosa" la entrada principal. El patio irregular fue construido en el siglo XV y recuerda a este período de los edificios de este siglo. Todavía se conservan 29 cuadras de caballos, con arcos de la época barroca. En el lado largo todavía hay barras y comederos. Como curiosidad sirvió como escenario en la película "Los tres mosqueteros" rodada en 2010.
Estaba en comunicación con la catedral a través de una estructura intermedia. A partir del siglo XVI se produjo una transformación fundamental de la antigua corte, emplazando la cancillería en la Catedral, la biblioteca sobre la antigua capilla y la nueva cámara del consejo con fachada renacentista situada frente a la plaza de la catedral y no frente a la corte como estaba antiguamente.
En 1938 se instaló el Museo Histórico de la Ciudad de Bamberg en el Ratsstube y los edificios adyacentes. Recientemente, las alas sur, oeste y norte del antiguo palacio del obispo también se utilizan con fines de museo.
Hicimos un breve descanso antes de continuar nuestra visita al resto de la ciudad. Era un lugar verdaderamente encantador para hacer un receso en el camino y más después del esfuerzo de haber subido hasta allí.
Justo enfrente se encuentra la "Nueva Residencia" construida entre 1695 y 1704 en estilo claramente barroco y que sirvió hasta 1802 como sede de los príncipes obispos de Bamberg, sustituyendo a la Alte Hofhaltung. Los muros y los pilares ostentan el árbol genealógico de la familia Habsburgo y 16 estatuas representan a los emperadores del Sacro Imperio Romano. Alberga más de 40 salas de estado llenas de muebles y tapices de los siglos XVII y XVIII, con paredes están decoradas con magníficos frescos Las visitas guiadas están disponibles en alemán e inglés y la entrada cuesta 4,50€.
Pero quizás su mayor atractivo y además con entrada libre son sus jardines con 4.500 rosas de todo tipo y colores, con impresionantes vistas de la ciudad.
Iniciamos el camino de descenso y tomamos otro recorrido aunque siempre en dirección hacia el río, encontrándonos nuevas sorpresas en el trayecto, como la Iglesia de San Stephan, una hermosa iglesia protestante.
Y llegamos a la parte trasera del antiguo ayuntamiento (Altes Rathaus) donde observamos el original entramado de madera del edificio anexo, que lo convierte quizás en uno de los edificios más bonitos y espectaculares de Europa.
En este emblemático edificio situado en una isla a la que se accede por puentes peatonales se enclava el museo de la porcelana, ya que las dependencias municipales se trasladaron hace tiempo a otros edificios más modernos.
Para tomar estas fotos, hay que ir a la Pasarela Geyerswörth, puente peatonal de madera y adornado con flores. Desde aquí se pueden captar las fotos que figuran en todas las postales y guías de viaje de Bamberg.
Una vez cruzada la pasarela del todo, en la orilla este del río Regnitz, se extiende la denominada "pequeña Venecia", una hilera de casas encantadoras construidas durante el siglo XIX y que pertenecían a los pescadores de la ciudad. Las casas tienen el típico entramado de madera y casi todas cuentan con un pequeño jardín y un bote anclado delante de la casa. No obstante, desde el puente y debido a la distancia es difícil disfrutar de esta parte de la ciudad; lo suyo es ir en bote o mejor aún: en góndola. En realidad es un reclamo turístico más ya que Venecia ni por asomo se parece a esto.
Aún así, tiene su encanto y no pudimos resistir la tentación de tomar un café en una terraza, mientras veíamos pasar las góndolas, dejándonos atrapar por la paz que respirábamos. Terminado el descanso nos pusimos en marcha para llegar a la estación de tren y en el camino nos encontramos con el mercado de los sábados, el mercado de Grüner.
El mercado, que esta situado cerca de la plaza Maximilian, la plaza más importante y más grande del centro de la ciudad de Bamberg, estaba muy concurrido con cientos de personas comprando comida y flores en las paradas al aire libre dándole una vida especial al lugar.
Alrededor de la Maximilian Platz hay más edificios barrocos y casas históricas que conducen a otros hermosos rincones de la ciudad.
Seguimos con nuestro camino de regreso y cruzamos nuevamente el puente del río Regnitz que separa el casco histórico de la Bamberg más moderna y llegamos a la estación de tren donde tomaríamos uno hacia nuestro siguiente destino, esperando que nos deparara tantas sorpresas gratas como las que disfrutamos aquí.
Y para finalizar, un breve apunte: Bamberg tiene la mayor cantidad de cervecerías por habitante que en cualquier otra parte del mundo y también producen la famosa cerveza ahumada denominada Rauchbier, de sabor particular, ya que sabe a bacon o jamón ahumado y que todavía se sirve según la antigua tradición, directamente desde el barril de madera.
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