Empezaba nuestra aventura de tres días por los templos de Angkor. Como leeréis en todas las guías y en todos los relatos, se suelen describir dos rutas para la visita. La ruta larga y una ruta corta que abarcan los templos más importantes del complejo. En la ruta corta se visitan Angkor Wat y el complejo Angkor Tom; nosotros decidimos hacer cada uno de estos templos en días diferentes. Una de las cosas que nos daba un poco de miedo es si podríamos completar las visitar sin problema, ya que en todo lo que habíamos leído la gente se pasaba el día hablando de la cantidad de escaleras, del tiempo en cada templo, etc. La realidad es que la vista en Angkor se puede adaptar perfectamente a la capacidad física de cada visitante y se puede disfrutar igualmente del sitio sin necesidad de escalar hasta la última escalera.
Ya sabéis, la visita de Angkor se puede hacer con veinte años y mochila o con cincuenta y tantos, con algunos problemillas de salud que no vienen a cuento describir, y disfrutar de las maravillas que el lugar nos ofrece. A las 8,30 estaba nuestro conductor esperándonos en la puerta del hotel. La ruta para este día fue:
1.- PREAH KHAN, 2.- NEAK POAN, 3.- TA SOM, 4.- EAST MEBON, 5.- PRE RUP, 6.- BEANTEAY KDEI Y 7.- ANGKOT WAT
Salimos dirección A PREAH KHAN, dejamos a nuestra derecha Angkor Wat y nos topamos con ANGKOR TOM, lo atravesamos en dirección norte. Allí nos topamos con esta maravilla de templo del siglo XII, budista. La primera impresión fue la de inmensidad del templo. Se encuentra bastante bien conservado y aquí también hay una buena muestra de la simbiosis naturaleza piedra. En nuestro recorrido nos topamos con una anciana con la cabeza rapada, delgadísima, casi etérea y con una sonrisa que traspasaba. Me puso una pulsera, de lana roja y amarilla, rezó unas oraciones. Casi un año después sigue en mi muñeca.
Le dedicamos algo más de una hora y pusimos rumbo al tuk tuk para continuar a nuestro siguiente templo NEAK PEAN, del siglo XII y es Budista.
Atravesamos por una pasarela, un lago lleno de plantas. Al fondo se encontraba este pequeño templo o sus restos rodeado de agua. Aquí ni había mas de 3 ó 4 personas. Un gran silencio y nos gustó mucho. Nuestro primer niño vendiendo flautas de madera…”one dólar”… Esto sería una constante en todo el viaje; según nos dijo Synat como hay muchos niños y pocas escuelas hay dos turnos de clase, creo recordar que uno era de 5,30h de la mañana a 10,30h y el segundo de 10,30h a 15,30h. Y que todos los niños iban al colegio. No pudimos corroborar si esta información era correcta.
Pusimos rumbo a TA SOM, siglo XII, budista, es un templo pequeñito pero que a nosotros nos enamoró. La vegetación va enraizándose y abraza una de las dos puertas que posee este templo. Sencillamente bello.
EAST MEBON, fue nuestro cuarto templo. Se consagró a mediados del siglo X, es hinduista y lo catalogan como un templo de montaña, como el hermano pequeño de Prea Rup, que veríamos un poco después. Nos llamó mucho la atención su ubicación sobre un montículo en el interior de un enorme lago artificial, que ahora estaba seco.
Continuamos hacia PRE PUP, templo hinduista del siglo X. Está considerado como uno de los mejores templos-montaña, se piensa que este lugar estaba dedicado a la cremación de cadáveres. Nos pareció un templo precioso y suponemos que las vistas de la zona desde su parte más alta deben ser espectaculares.
La siguiente parada fue BEANTEAY KDEI, de finales del XII-principios del siglo XIII, se considera un templo budista pero te encuentras Apsaras, bailarinas mitológicas hindúes, junto a un Buda sentado en el centro del corredor.
En este punto estábamos agotados y se imponía un descanso y comer. Nos llevó a un restaurante en el recinto. Tomamos un arroz con verduras y una especie de sopa muy aromatizada con pollo, cerveza y coca-cola, unos cafés con sabor raro rarísimo con mucha azúcar y parecía que tenían algo de alcohol. No volvimos a pedir café en el recinto de Angkor.
Este parón nos vino de lujo para continuar hacia el plato fuerte del día ANGKOR WAT. Lo dejamos para primera hora de la tarde porque pensamos que estaríamos agotados, como así fue, y en cualquier otro templo hubiéramos desistido pero en Angkor Wat no.
Angkor Wat es visualmente, arquitectónicamente y artísticamente impresionante. Es una pirámide de tres niveles masiva coronado por cinco torres de loto-como el aumento de 65 metros desde el nivel del suelo. Angkor Wat es la pieza central de cualquier visita a los templos de Angkor. Suryavarman II construyó Angkor Wat en el siglo XII, un enorme "templo-montaña" dedicado al dios hindú Vishnu.
Angkor Wat está rodeado por un foso y un muro exterior que mide 1.300 metros x 1.500 metros. El templo en sí ocupa 1 km cuadrado y consta de tres niveles coronado por una torre central. Las paredes del templo están cubiertas por dentro y por fuera con bajorrelieves y esculturas. Casi 2.000 tallas de apsara adornan las paredes de todo el templo. Pero son las paredes exteriores de la primera planta las que muestran los más extraordinarios bajorrelieves de historias y personajes de la mitología hindú y las guerras históricas de Suryavarman II. En el segundo nivel, buscamos un lugar en sombra y salimos por una puerta que daba al foso exterior. Allí nos preguntábamos qué adjetivo se merecía Angkor Wat, ambos decidimos que el que mejor lo definiríamos como: DESCOMUNAL MARAVILLA.
Las empinadísimas escaleras al tercer nivel, decidimos no subirlas y emprendimos el camino de vuelta hacia nuestro tuk-tuk. Cansados, muy cansados y muy felices por lo que habíamos vivido este día, nuestro sueño de conocer los Templos de Angkor se estaba haciendo realidad.
Todavía nos quedaba solucionar cómo ir de Siem Reap a Phnom Penh. Habíamos preguntado en el hotel por los autobuses y la mini van. No entendíamos muy bien como un bus tardaba 8h y una mini van 6h en hacer un trayecto de 300 km. Lo entendimos el día que nos marchamos, pero todo esto os lo contaremos en su momento. Synat nos llevó a una agencia de viajes y compramos dos billetes por 18 dólares cada uno en una minivan que salía a las 10h el 3 de julio y nos recogían en el hotel. También compramos las entradas para visitar el día 2 el lago Tonle Sap. Con esto resuelto volvimos al hotel, tocaba piscina, después ir a cenar a Pub Street y de vuelta al hotel. Al día siguiente habíamos quedado a las 7,45h con Synat. Ya veis, cada día un poco más temprano.