El arte tradicional del tejido de la alfombra azerbaiyana fue inscrito en el año 2010 en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. En nuestra visita a este país que nos sorprendió absolutamente, la alfombra fue un elemento que vimos en casi todos los rincones de los lugares que visitamos y los dibujos tradicionales de éstas se habían llevado a muchos objetos cotidianos como sillas, sofás, papeles pintados para las paredes, centros de mesas o cojines. Esos colores tan intensos y sus dibujos florales y geométricos tan llamativos no pasaban desapercibidos.
En casi cualquier lugar los azerbaiyanos aprovechan para exponer este bien tan preciado en el país y una fuente de ganancias en la economía de las familias. Esta imagen es de Bakú, junto a la Torre de la Doncella.
La elaboración de las alfombras tradicionalmente correspondía a las mujeres; recolectaban las plantas para crear los colores, hilaban la lana que había sido esquilada a las ovejas por los hombres y tintaban estos hilos. Todas estas tareas se hacían en primavera, verano y otoño. En invierno, cuando se relentizaban las tareas agrícolas las mujeres comenzaban a tejer alfombras u otros elementos necesarios para la vida cotidiana como veremos más adelante. Todas estas tradiciones se han ido transmitiendo de madres a hijas y han sido una actividad fundamental en la economía de las familias.
La alfombra tradicional azerbaiyana es fabricada normalmente a mano sobre un telar horizontal con hilos de lana, algodón o seda; se pueden hacer de urdimbre lisa o de nudos y también varía la textura de la misma en función del material con el que se teje, siendo las más caras las realizadas con seda. En el Museo de las Alfombras de Bakú, vimos varios de estos telares, unos dentro de la exposición como ejemplo de su elaboración y en otros mujeres tejiendo las alfombras
El arte de exponer y vender las alfombras tradicionalmente ha sido y es del hombre, como muestran estas fotografías expuestas en el museo. Y aunque en Azerbaiyán no entramos en ninguna tienda de alfombras, para evitar la tentación de comprar, si hemos sido testigos del arte de la venta en países como Turquía, Túnez o Uzbekistán.
Pero el arte de tejer está estrechamente ligado a la vida cotidiana de las comunidades donde se elaboran. No solamente estas técnicas se ejecutan en alfombras para aislar las viviendas del frío sino que se proyectó en tejidos para proteger baúles, embellecer monturas de animales en las festividades locales o para mejorar la casa y recibir a los familiares ante acontecimientos importantes..
Fue el maestro de las alfombras azerbaiyanas Lyatif Kerimov, considerado artista nacional, el que investigó sobre las tradiciones de la alfombra, sus tejidos, formas y uso promoviendo la creación de un Museo Nacional de Alfombras para promocionar su estudio y conservación así como la difusión del arte de su elaboración. En 1972 se abrió el Museo en la antigua Mezquita Juma en Icheri Sheher o ciudad antigua de Bakú, os hemos hablad de ella en Qué ver en Bakú en dos días.
En 2014 el museo se trasladó al impresionante edificio actual que tiene forma de una alfombra enrollada, diseñado por dos arquitectos austriacos,Franz Janz y Walter Mari. Además de las exposiciones de sus tres plantas, la difusión del arte del tejido de la alfombra azerbaiyana, el personal del museo trabaja para preservar este arte con la celebración de congresos, simposios, talleres y debates con apoyo de la Unesco.
Una visita a Bakú requiere una visita al Museo Estatal de Alfombras Azerbaiyanas y Artes Aplicadas. Y si todavía dudáis pinchando AQUÍ podéis hacer una visita virtual a este magnífico museo que tanto nos gustó. Está abierto de martes a viernes de 10: 00-18: 00, y los sábados y domingos de 10: 00-20: 00. El lunes cerrado y el precio de la entrada son 7 manats.
